| Las cadenas de supermercados facturarán este año en el país un 15% más que en el 2005. Pero las grandes diferencias las marcó el interior. Un reciente informe de la consultora del Grupo CCR, que fue presentado esta semana en las “III Jornadas de Supermercadismo Argentino”, desarrolladas en el predio de la Sociedad Rural de Palermo, muestra que el crecimiento del consumo en las ciudades del interior del país abastecido por estas cadenas se incre- mentó en los últimos tres años el 45% contra el 38% que mostró el incremento de la media nacional. Pero el dato que realmente llamó la atención del estudio es que la ciudad de Cipolletti lidera a nivel nacional este crecimiento en el consumo de alimentos empaquetados con una suba del 95% (tomando el primer semestre del 2006 contra el mismo período del 2003) y que General Roca y Viedma se encuentran entre las 10 principales localidades del interior del país que mostraron un mayor crecimiento en el consumo supermercadista (ver infograma adjunto). El informe de CCR destaca asimismo que será el interior del país donde se radicarán las nuevas inversiones en híper y supermercados para los próximos dos años, ya que existen regiones del país donde se espera un mayor desarrollo económico en relación al que puede presentar la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y el Gran Buenos Aires (GBA). Las estadísticas muestran en este sentido que mientras en la CABA Y GBA el consumo total se concentra en un 55% en las bocas de los híper y supermercados, en las ciudades del interior del país con más de 50.000 habitantes esa proporción llega al 44%, mientras que aquellas localidades que tienen menos de 50.000 habitantes sólo consumen en las cadenas el 16% del total de sus compras (ver infograma adjunto). Es realmente llamativo el comportamiento que presentan las estadísticas del consumo en los supermercados según el rubro que se analice. No es lo mismo el desarrollo que han tenido los alimentos empaquetados, que el manifestado por las frutas o los artículos de limpieza. Durante las “III Jornadas de Supermercadismo Argentino”, los ejecutivos del sector resaltaron el rol de las cadenas como motor del crecimiento económico que presenta el país. El titular de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Coto, manifestó en su discurso las “expectativas positivas” sobre el desarrollo económico del país y expresó el “apoyo” del sector a las “medidas” adoptadas por el gobierno en relación a los acuerdos de precios que –señaló– le quitan poder de maniobra a los minoristas pero permiten “poner el hombro al país”. En la ceremonia de inauguración estuvieron presentes el presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Alberto Alvarez Gaiani y el subsecretario de Agricultura, Javier de Urquiza, como así los principales referentes de la actividad supermercadista nacional e internacional, entre otros. Coto: “Hemos tenido un año muy bueno” Los supermercados en Argentina son clave para un país donde el consumo representa la mayor parte del Producto Interno Bruto (PIB) y da empleo a 85.000 personas, casi un 1% de la población activa. “Hemos tenido un año muy bueno, evidentemente la gente está gastando más”, dijo Alfredo Coto, dueño de la cadena que lleva su nombre, en una entrevista con Reuters, en los pasillos de un foro de empresarios del sector. “Quizás no sea igual para todas las cadenas, pero está subiendo (la estimación) a un 15% anual en ventas (en el 2006). Venimos creciendo bien, la gente ya se está volcando a marcas líderes”, agregó. La economía argentina se convirtió en una de las más pujantes de la región en los últimos tres años y medio, con un crecimiento promedio del 8%, tras sumergirse en el 2002 en una profunda crisis financiera y económica. En el primer semestre del 2006, la facturación de los supermercados acumuló un alza del 17,1%, frente al 14,5% que había registrado en todo el 2005, mientras que la inflación fue de 11% en los 12 meses a junio. Coto, con 18.000 empleados en su firma, tuvo un duro cruce con el presidente Néstor Kirchner cuando la inflación galopaba a toda velocidad a fin del año pasado y el gobierno presionaba a las empresas para que congelaran precios de bienes básicos. El 2005 cerró con una inflación del 12,3%, superando todas las proyecciones y poniendo en guardia al gobierno de un país donde un tercio de la población es pobre. Pero, tras una serie de acuerdos con minoristas y con diferentes sectores de la economía para frenar los aumentos de precios, la inflación habría comenzado a desacelerarse. Para este año los analistas esperan una inflación del 11%, una cifra que luce moderada frente a pronósticos que auguraban un techo del 20%. “Nos han dicho desde el gobierno que ayudemos a controlar la inflación (...) y de hecho lo hemos hecho, los índices marcan que estamos teniendo éxito en eso y, en todo lo que el sector pueda colaborar, lo va a hacer”, dijo Coto. “La relación (con el gobierno) es muy buena, después de algunas cuestiones nos reunimos todos y hay respeto mutuo”, describió el empresario. El gobierno asegura que no “enfriará” la economía para desalentar la demanda y controlar los precios. Pero el Banco Central forzó una subida en las tasas de interés para absorber dinero del mercado y moderar los precios. |