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Domingo 03 de Septiembre de 2006
 
 
 
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  MOTIVOS DEL GOBIERNO NACIONAL PARA DIALOGAR CON LOS EMPRESARIOS
  “Enamorando” a los extranjeros para que inviertan
Actualmente se asiste a una consolidación de inversiones y de proyectos anunciados. La movilización de capitales de argentinos en el país realzaría la tasa de crecimiento.
 
 

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BUENOS AIRES.- El gobierno nacional asumió el desafío para el tiempo que le queda de gestión de traer más inversiones. “Estamos enamorando a los extranjeros”, proclamó Alberto Fernández, jefe de Gabinete, para lo cual asevero que fueron generadas “las condiciones de estabilidad y reglas claras para el desarrollo de proyectos desde el sector privado”.
Mientras tanto Néstor Carlos Kirchner, presidente de la Nación, atemperó sus consuetudinarias arremetidas contra empresarios de los más diversos sectores, pero permitió que semejante actitud la mantuviera Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior. Este, además, siguió imponiendo arbitrarios “acuerdos” de precios y cambios en las reglas de juego, como las restricciones a las exportaciones de carnes, que probablemente afectaron inversiones. Por si no fuera suficiente, Osvaldo Guglielmino, procurador del Tesoro, dispuso en julio pasado, por solicitud del Poder Ejecutivo Nacional, que Comercio Interior sea la única autoridad competente en el país para controlar las operaciones de fusiones y adquisiciones de empresas que superen los 200 millones de pesos, conforme lo previó la ley de Defensa de la Competencia.
Julio de Vido, ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, planteó la necesidad de captar inversiones. Y si bien señaló que se desean y anhelan las extranjeras, advirtió que “simplemente movilizando el capital atesorado que los argentinos tenemos en el país, estaremos en condiciones de financiar las que realcen nuestra tasa de crecimiento”.
El aumento de la inversiones en términos nominales y en relación al Producto Bruto Interno, resulta indispensable para mantener el ritmo de crecimiento en el largo plazo. En el segundo trimestre de 2006 se ubicó en el 21%, interanual, según el Ieral, de la Fundación Mediterránea. Los principales componentes que influyeron en esa evolución, fueron: la construcción, que representó el 61%; maquinarias y equipos, el 24,7%, y material de transporte, 14,3%.
Las medidas impositivas y financieras implementadas recientemente para facilitar el acceso a las viviendas de las personas con menor poder adquisitivo, que ahora las alquilan, fueron consideradas “bienintencionadas” en la Cámara Argentina de la Construcción, pero “no demasiado interesantes para las empresas”. Como los alquileres están muy por debajo de las cuotas que surgirían de los créditos hipotecarios destinados a comprar los inmuebles arrendados, no faltaron opiniones para que las diferencias sean cubiertas con subsidios del Estado. Sobre la marcha, se resolvió que tres bancos oficiales –de la Nación, Provincia de Buenos Aires y Ciudad– presentaran nuevas líneas, con plazos de hasta 30 años y una baja en el costo financiero total.
La publicitada “estabilidad macroeconómica y financiera” es consecuencia del “sostenimiento de un régimen consistente con un proceso de recuperación de la inversión productiva financiado con ahorro interno, al que contribuyen tanto el sector privado como –por primera vez en muchos años– el público, junto con una política monetaria y financiera prudente”, dijo Felisa Miceli, ministra de Economía y Producción.
Entre los factores que estimulan las inversiones, Miguel Peirano, secretario de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa, destacó la sustentabilidad del crecimiento macroeconómico y los incentivos y regulaciones, como los créditos para sectores productivos a tasas subsidiadas; la devolución anticipada del IVA sobre bienes de capital; la amortización acelerada de las inversiones, y la devolución del IVA técnico cuando se efectúen nuevas inversiones.
La ministra Miceli aseguró que continuará aplicándose la Ley 25.924 de Promoción de Inversiones (el próximo llamado se anunció para el 15 del actual). El régimen determinó un tratamiento fiscal especial para las inversiones en bienes de capital nuevos –excepto automóviles–, que revistan la calidad de bienes muebles amortizables en el impuesto a las ganancias, siempre que se destinen a la industria manufacturera y las obras de infraestructura, excluidas las civiles.
En el Consejo Federal de la Producción, los representantes de las provincias evalúan medidas para incentivar las inversiones en las regiones menos desarrolladas, con el propósito de lograr un crecimiento más equilibrado. A todo esto, la principal habitante temporaria del porteño Palacio de Hacienda prometió seguir recorriendo el interior para que cada provincia tenga su proyecto de desarrollo, apuntalado por los instrumentos del gobierno nacional, que lanzó propuestas energéticas, como la nuclear, y productivas, vinculadas, por ejemplo, con la nanotecnología.
Datos relevados por el Centro de Estudios para la Producción (CEP) demostraron que en los primeros cinco meses de este año, las firmas nacionales y extranjeras llevaban adelante o continuaban proyectos de formación de capital por 8.638 millones de dólares, monto equivalente al 88% del total comprobado en 2005.
Más allá de las inversiones previstas para este 2006 por el sector financiero y las actividades primarias, que rondarían el 1% del total, las principales estarían destinadas a:
* Infraestructura (38%), como las de Aeropuertos Argentina 2000 y Faena Group; viviendas, y, en comunicaciones, las de Telefónica, CTI y Telmex. En transportes, la chilena Tecniagua pareció dispuesta a reactivar el ferrocarril entre Mendoza y Chile y Aerolíneas Argentinas a incorporar nuevos aviones y construir una nueva sede.
* Industria manufacturera (28%), sobresaliendo en metales básicos aquellas para ampliar las producciones de Aluar, Siderar, Tenaris-Siderca y la ahora brasileña Acindar. En automotores, las de Peugeot, Volkswagen, Daimler Chrysler, General Motors, Ford y Toyota, para producir más y presentar nuevos modelos, como así también de autopartistas, en tanto se prolongue el acuerdo alcanzado por la Argentina y Brasil, en junio último, para regular el comercio bilateral hasta 2008. En alimentación, las de Bunge, Cargill, Aceitera General Deheza, Noble (uno de los grandes “traders” mundiales de granos que aquí construye un complejo portuario), Cervecería Quilmes, Paladini, Los Grobo, Puerta Austral (procesadora de pescado en Tierra del Fuego), Mastellone y de la canadiense Saputo.
* Actividades extractivas (25%), con Repsol YPF; la angloaustraliana Río Tinto; las canadienses Triton, Wheaton River Minerals y Silver Standard Resources, y la brasileña Vale do Rio Doce, entre otras.
* Comercio y servicios (8%), con aperturas en distintos puntos del país de Carrefour, Disco, Musimundo, Cencosud, Dinosaurio e IRSA. Continuarían las inauguraciones o ampliaciones de cadenas hoteleras nacionales y grupos locales.
La CEP no evaluó las fusiones y adquisiciones (F&A) para este año, por no conocerse con anticipación. Por informaciones posteriores de las firmas involucradas, ya se concretaron las del 50% de la local Citelec (controlante de Transener), por Eton Park (Estados Unidos) a Petrobras (Brasil), en 60 millones de dólares; Colorín, por Materies Paints (Francia) a Biarsa (grupo Bemberg), en 30 millones; Barugel Azulay, por Saint Gobain (Francia) a Biarsa, en unos 22 millones; Córdoba Shopping, por IRSA al grupo Roggio, en 20 millones; el 24% de Milkaut por Bongrain (Francia) a Vialat (de Bethia, de Chile), en 7 millones, y Hotel Continental por Nargram (Argentina) a Gamena, en 4,5 millones, entre otras.
De Vido prometió a la Unión Industrial Argentina estudiar la posibilidad de incentivar la reinversión de utilidades de las Pymes, prevista en un proyecto de ley al parecer frenado en el Senado de la Nación por su costo fiscal.
Si la economía siguiera creciendo, sería imprescindible ampliar las fronteras productivas mediante inversiones, en las que serían claves las nuevas tecnologías y las mejoras en la educación. Directivos de las compañías más grandes de la Argentina coincidieron, durante un reciente foro empresario, en que no frenarán sus planes por los comicios de 2007, cuando las inversiones ascenderían a 7.000 millones de dólares. De Vido estimó para entonces una evolución de la economía superior al 8%.

Kirchner prefiere hablar de “reindustrialización”

BUENOS AIRES.- “Se consolida el perfil industrial que queremos darle al país”, dijo Néstor Carlos Kirchner, presidente de la Nación, que ya no habla de una recuperación sino de una “reindustrialización”. Debe recordarse que durante la década pasada se agudizaron los procesos de “desindustrialización” y de reestructuración regresiva del sector manufacturero local, que se iniciaron a mediados de los 70 del siglo pasado, como documentaron los economistas Matías Kulfas y Martín Schorr.
Mantuvo entonces prácticamente el mismo tamaño que un cuarto de siglo antes, aunque con otro perfil productivo, menos fabril que el vigente durante la fase sustitutiva y acentuando la pérdida de uno de los atributos que la caracterizaron durante el reemplazo de las importaciones: su carácter propulsor sobre el resto de las actividades económicas. Hasta padeció las consecuencias de una primarización y desofisticación, por la apertura comercial que provocó una desintegración productiva, en especial en las pequeñas y medianas empresas. Semejante situación ocasionó una fuerte disminución en la cantidad de obreros ocupados y una regresividad distributiva.
La producción, por otra parte, se fue concentrando en una cantidad reducida de grandes empresas y no faltaron transformaciones en los liderazgos, que se manifestaron en un aumento en el grado de extranjerización.
Recrear la “Argentina industrial”, fue mucho más que una expresión de deseos formulada por Héctor Méndez, cuando asumió la presidencia de la Unión Industrial Argentina, en junio de 2005. Sugirió al gobierno que aplicara regulaciones y medidas orientadas a incrementar la competitividad y mejorar la política fiscal, el costo del crédito, el financiamiento a largo plazo y el respeto por las normas laborales y el medio ambiente.
 Méndez recomendó la coordinación de los organismos competentes para no superponer acciones y, asimismo, estimular la educación, el conocimiento y la investigación científica. En ese sentido, señaló que las acciones gubernamentales deberían tomar en cuenta el ámbito regional, el comercio exterior y las negociaciones internacionales.
Mientras Felisa Miceli, ministra de Economía y Producción, comenzó a promover la constitución de un banco del Mercosur, el 20 de julio último, en la UIA no olvidaron que el año pasado, quien la precedió en el porteño Palacio de Hacienda, Roberto Lavagna, relativizó la idea de crear una entidad similar al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (Bndes). Evocó el altísimo costo fiscal que implicó el cierre del Banco Nacional de Desarrollo (Banade), en 1993, con “una cartera de 5.737 millones de dólares de créditos incobrables” e insistió en que si algo garantiza la reindustrialización es la consistencia de la política macroeconómica.
Claro está que aún subsiste el régimen de promoción fabril para pocas provincias, a cargo de la Nación, por lo que algunas de las no beneficiadas implementaron los suyos, asumiendo los costos de las exenciones impositivas para las pymes y los nuevos emprendimientos sectoriales.

Flujos de capital con
rol significativo

BUENOS AIRES.- Luego de una paulatina reactivación de las inversiones, tras la salida de la convertibilidad y la devaluación del peso en el 2002, las anunciadas por las empresas confirmaron que continuarán teniendo una participación importante en la evolución de la economía durante este 2006.
El Centro de Estudios para la Producción (CEP) relevó grandes proyectos privados, nacionales y extranjeros, ejecutados o en vías de ejecución, que se hicieron públicos por su magnitud o trascendencia.
Mientras algunos de los que se concretan este año se citaron en otro lugar de este informe especial, corresponde recordar que en el 2005 llegaron a 14.105 millones de dólares, casi un 30% más que en el 2004, y que en el período 2002/2005 el crecimiento fue del 368%.
 Los movimientos del año pasado, se atribuyeron a:
* Formación de capital, o sea inversiones por 9.403 millones (67% de las totales), un alza de más del 14% respecto de 2004, que encararon empresas para mejorar sus resultados con plantas completamente nuevas; agrandando las existentes, y adaptándose a la elaboración de nuevos bienes o servicios y a mejorar la calidad y la gestión.
Las operaciones se conocen como “greenfields”, cuando involucran nuevas plantas o instalaciones completas, o ampliaciones, de hacerse sobre las preexistentes. Las destinadas a infraestructura sumaron 3.208 millones (34% del total); industria manufacturera, 2.728 millones (29%); actividades extractivas, 2.393 millones (25%); comercio y servicios, 987 millones (10%), y actividades primarias y sector financiero, 88 millones (1,2%).
* Fusiones y adquisiciones (F&A), abarcan cambios relevantes en la estructura de propiedad de las firmas y alcanzaron los 4.702 millones (33% de las totales), frente a 2.799 millones de 2004, por lo que subieron casi el 70%. Después de lo ocurrido en el 2002, los capitales extranjeros mostraron mayor predisposición para adquirir empresas.
En el 2005, las F&A fueron lideradas por la industria manufacturera (37% del total), las actividades extractivas (36%), el sector financiero (11%), infraestructura (10%), comercio y servicios (4%) y actividades agropecuarias (1%). Las operaciones más relevantes fueron en petróleo y gas; materiales para la construcción; bancos y servicios financieros; alimentos y bebidas, y construcción.

MIGUEL ANGEL FUKS

 

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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