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Domingo 06 de Agosto de 2006
 
 
 
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  AUTORIDADES BUSCAN EVITAR UN RECALENTAMIENTO DE LA ECONOMIA
  Frenesí constructivo en China
Inversiones en construcción y equipamiento llegaron a los 318.000 millones de dólares. El gobierno evalúa cómo frenar el crecimiento excesivo que puede llevar a una crisis.
 
 

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Los nombres de los proyectos no dicen mucho: “Ciudad Estrella”, “Fincas de Montaña Dingji”, “Rockefeller Center”. Un nuevo cuartel general para la policía de tránsito. Centro Comercial Sunhere capaz de abarcar 123 canchas de fútbol. Pero la multiplicación de obras en Changsha, una ciudad del sur de China a orillas de un río color chocolate que hasta hace poco desconocía la agitación de las zonas costeras más prósperas, es típica del frenesí inmobiliario que preocupa a los planificadores de la economía en Pekín.
Bancos, empresas y funcionarios invierten sumas enormes en viviendas de lujo, centros comerciales, edificios públicos espectaculares y fábricas, lo que ayuda a la economía china a superar la tasa de crecimiento del 10%. Más de dos meses después de sonar la alarma por el sobrecalentamiento económico, Pekín tiene dificultades para aplicar los frenos.
“Las autoridades chinas se afanan por recuperar el control de una economía desenfrenada”, escribió recientemente Stephen Roach, economista de la financiera Morgan Stanley. “China necesita un ajuste de política más serio”. Para destacar la urgencia del problema, la prensa estatal informó que el crecimiento en el segundo semestre alcanzó un vertiginoso 10,9%.
Los bosques de grúas que se perfilan en el horizonte de Changsha son apenas la prueba más visible de un frenesí nacional de inversiones en equipamiento de fábricas y en la construcción que alcanzó los 318.000 millones de dólares a fines de mayo, 30% más que en el 2005.
Se pronostica que las inversiones superarán 1,3 billones de dólares este año, casi la mitad del producto interno bruto de China. Para financiar semejante gasto, los grandes bancos comerciales chinos, con sus saldos de efectivo hinchados por depósitos del gobierno y recientes ofertas públicas iniciales por muchos miles de millones, emitieron bonos por un valor equivalente a 267.500 millones de dólares en el primer semestre. Se teme que una parte excesiva de esos fondos vaya a parar a inversiones superfluas o no rentables, generando el riesgo de préstamos incobrables y, posiblemente, una crisis financiera.
Ahora que China es un motor de la economía global y los inversionistas internacionales se suman al frenesí, semejante caída podría sacudir los mercados mundiales. Aparte de los riesgos en el mercado de bienes raíces, los economistas advierten el crecimiento explosivo de la capacidad de producción en sectores ya saturados.
La industria automotriz china tiene capacidad suficiente para fabricar 8 millones de unidades al año, muy por encima de las 5,7 millones vendidas en 2005. Según el ministerio de Comercio, en el 70% de los bienes de consumo la oferta supera a la demanda. Son factores que contribuyeron a la triplicación de las exportaciones chinas en los últimos cinco años. Changsha, una ciudad de 6 millones de habitantes, gastó 300 millones de dólares en la construcción durante los primeros cinco meses del año, el doble que en igual período de 2005.
Al advertir que el crecimiento muestra escasas señales de bajar del 10,3% alcanzado en enero-mayo, el gobierno intenta una vez más prevenir el exceso de inversiones. En su alerta más reciente, la agencia de planificación del gobierno exhortó a tomar medidas agresivas para ajustar el crédito y limitar las inversiones en bienes raíces y fábricas, y sugirió que se aplicara un impuesto sobre estos gastos.
El gobierno ha prometido nuevamente controlar los préstamos de mediano y largo plazo y limitar la emisión de permisos para el uso de la tierra. Para contener el aumento de los precios de la propiedad raíz, el gobierno ha elevado los anticipos mínimos para préstamos hipotecarios y los impuestos sobre las transacciones inmobiliarias, y ha tomado medidas para obligar a los constructores a ofrecer viviendas a precios más accesibles. También se elaboran leyes para limitar las inversiones extranjeras en el sector inmobiliario.
Por ahora, no está claro si los reguladores podrán superar las resistencias locales y la corrupción que han frustrado medidas anteriores de ajuste. Una ola reciente de escándalos con préstamos en los más importantes bancos estatales indica que los gerentes suelen hacer caso omiso de los controles de riesgo y ceden a las presiones políticas para financiar proyectos locales. Según economistas locales, China debe apartarse de la política actual de usar las inversiones para estimular el crecimiento, y gastar más en Educación y Salud. Este cambio daría a los ahorristas la confianza para gastar la parte de sus ingresos –alrededor del 30%– que depositan en los bancos para satisfacer esas necesidades.

SOBRECALENTAMIENTO

El primer ministro de China instó a la aplicación de medidas urgentes para impedir que el vertiginoso crecimiento cause un sobrecalentamiento de la economía. El gobierno entretanto vaticinó otro crecimiento de dos dígitos en el próximo trimestre, lo que forzaría nuevas acciones que eviten una crisis financiera. “Debemos adoptar medidas contundentes a fin de impedir que un rápido crecimiento de la economía se convierta en sobrecalentamiento'', dijo Wen Jiabao. Wen, también el principal responsable de la economía china, pidió a las autoridades que “controlen” el auge en la construcción y en los préstamos bancarios que empujó el crecimiento del segundo semestre a 11,3%.
El jueves, el gobierno anunció nuevos impuestos a ventas de bienes raíces con la intención de desalentar la especulación. Los dirigentes chinos desean mantener la economía en crecimiento para reducir la pobreza. Pero preocupa que el incremento de la inversión pueda crecer tanto que se salga de control y avive la inflación o comprometa la existencia de empresas con deudas. (AP)

 

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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