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Domingo 16 de Julio de 2006
 
 
 
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  LAS CUENTAS FISCALES DE LAS DISTINTAS JURISDICCIONES COMIENZAN A MOSTRAR PUNTOS DEBILES
  Aumenta la incidencia de fondos nacionales en las provincias
Hay un deterioro en las cuentas provinciales frente a la solidez de Nación. Esto genera fuerte dependencia del poder central y quita facultad para decidir.
 
 

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La tumultuosa salida de la Convertibilidad que tuvo que soportar la economía argentina sobre finales de 2001 marcó una bisagra en el comportamiento de las cuentas fiscales tanto para las provincias como para la Nación.
En ese momento, los indicadores en ambos sectores no dejaban demasiado margen de maniobra y el desempeño fiscal, sobre todo el de las provincias, distaba mucho de tener precisamente esa característica de solidez necesaria para el desarrollo del Estado.
En este sentido, la devaluación de la moneda nacional actuó como un bálsamo para las cuentas provinciales y nacional, ya que a partir de la reactivación económica primero y un crecimiento sostenido después, hubo una fuerte recomposición de los números vía recaudación de impuestos que aumentó la disponibilidad de recursos.
Este mayor circulante en las arcas del Estado sirvió en muchos casos para reactivar la obra pública que había permanecido estancada o se desarrollaba en una proporción insignificante, otorgar aumentos de salarios a los empleados públicos, e incrementar el número de agentes en las jurisdicciones, entre otros gastos.
Es decir que al crecer la masa de dinero disponible, los distintos gobiernos provinciales se vieron tentados a un gasto mayor, en la mayoría de los casos con escaso o nulo control. El resultado de este manejo indiscriminado de los fondos ha comenzado a generar algunos inconvenientes en las finanzas provinciales, ya que algunos líderes provinciales comienzan a ver con preocupación que con el actual nivel de gastos será imposible cumplir a futuro con todos los compromisos vigentes.
Y aquí comienza el problema porque, cuando los números no cierran, el Estado provincial se transforma en dependiente del poder central por la asistencia que éste debe brindarle, y pierde poder de decisión en todo sentido. Un reflejo de ello es un reciente informe realizado por la consultora abeceb.com que consigna que uno de los rasgos destacados de la evolución de las variables macroeconómicas de los últimos años estuvo dado por los abultados excedentes fiscales obtenidos tanto por el gobierno nacional como por las provincias.
Sin embargo, a partir del 2005, las cuentas de las jurisdicciones comenzaron a evidenciar signos de deterioro, mientras que las nacionales siguen acumulando superávit por encima del 3% del PBI.
Esta situación, continúa diciendo el informe, combinada con el incremento de ingresos del gobierno central no coparticipables, provocó que ganaran peso las transferencias a provincias manejadas en forma discrecional por la Nación.
Si bien la coparticipación creció en los últimos años a tasas elevadas, a la par de la recaudación nacional, se puede observar que lo hizo a un ritmo menor que los giros no automáticos. Por caso, en el 2005 los fondos destinados a las provincias en forma automática se incrementaron interanualmente un 23%, muy por debajo del 53% alcanzado por los manejados por el gobierno central. En el acumulado a mayo de 2006, dichas tasas se ubicaron en 17% y 27% respectivamente.
De esta manera, en los últimos años se elevó la participación de las transferencias discrecionales, ubicándose en los últimos años por encima del 30% de los giros automáticos, mientras que entre 1998 y 2002 dicho coeficiente fue del 21%.
Otros indicadores que muestran esta tendencia son la participación de los giros automáticos en la recaudación total y de las transferencias discrecionales en las totales. El primer coeficiente promedió el 34% entre 1998 y el 2001, mientras que en los primeros cinco meses del 2006 se redujo al 30%, tocando el piso del 27% en el 2002. Ello evidencia la menor relevancia de los fondos que se dirigen automáticamente a las jurisdicciones en relación con la recaudación nacional. Las retenciones a la exportación y el impuesto al cheque son las principales causas de esta evolución.
Por el lado del peso de las transferencias discrecionales en el total de giros a provincias, se puede observar que entre 1998 y el 2002 se ubicó en torno al 18%. Esta ratio se elevó al 24% en el acumulado a mayo de este año. Dicha variable indica la mayor incidencia de las decisiones nacionales sobre las cuentas de los gobiernos subnacionales.
En este contexto de debilitamiento de la solidez fiscal provincial, resurgió el debate por la reforma del Régimen Federal de Coparticipación. Restringiendo la discusión al tema del reparto de fondos entre las jurisdicciones, se puede afirmar que la disputa se encuentra en torno a la distribución de un 10% de la coparticipación –la principal impulsora por ganar puntos en el coeficiente de reparto es la provincia de Buenos Aires, en detrimento de la Nación y de otras jurisdicciones–.
Teniendo en cuenta la masa de recursos coparticipados durante el 2005, el monto que se debería redistribuir asciende a cerca de $ 4.900 millones. Dicha suma representa el 45% de los fondos transferidos discrecionalmente por la Nación el año pasado.
De esta manera, si se fijara un criterio de distribución automático de estos recursos entre las provincias, se solucionaría parte de la discusión en torno al reparto de fondos entre el gobierno central y las jurisdicciones. Sin embargo, el primero no está dispuesto a resignar la libertad que tiene en cuanto a la distribución de los mismos. Más allá de lo mencionado, quedaría pendiente la definición del reparto del monto en cuestión entre las provincias, en comparación con el uso que actualmente le está dando la Nación.
Por otra parte, considerando que en el presente dichos recursos son transferidos a las provincias, más allá del cambio de destino de las distintas jurisdicciones, en términos consolidados no se solucionaría el deterioro de sus cuentas.

FINANCIAMIENTO

Otro factor que evidencia la dependencia de las jurisdicciones al gobierno central es la estructura de la deuda de las primeras. Desde fines del 2002, con la culminación del canje de deuda provincial por BOGAR, la Nación se convirtió en la principal acreedora de las provincias. De esta manera, desde ese año concentra más del 50% de los pasivos de los gobiernos subnacionales, trepando al 67% en junio de 2005.
También contribuyeron a este acrecentamiento la firma de los sucesivos programas de asistencia financiera acordados entre ambos niveles de gobierno. Se debe tener en cuenta que desde el 2002, la Nación fue la única fuente de financiamiento para las jurisdicciones.
Originalmente, estas líneas de crédito eran a tres años y su capital se ajustaba por CER. Sin embargo, a partir del impacto que comenzó a tener la inflación sobre estas deudas implicó que se modificaran estas condiciones para los mencionados acuerdos a partir del 2005. Por lo tanto, las nuevas líneas de crédito son a ocho años y son la cláusula de ajuste del capital por CER.
Se puede concluir que se conjugan una serie de factores que colocan al gobierno central en una posición de firmeza relativa frente a las provincias. De esta manera, es probable que los recursos distribuidos discrecionalmente por la Nación entre las jurisdicciones continúen incremen- tándose y no se registren avances en términos de la reforma del Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos.
Por el lado de la deuda, la fortaleza financiera de la Nación permitirá que se sigan renovando anualmente las líneas de crédito hacia las provincias, más allá de que algunas de ellas comiencen a realizar emisiones de deuda con acreedores privados.

Transferencias automáticas crecieron 24,6%

Las transferencias automáticas de recursos nacionales a las provincias alcanzaron en junio los 4.276,5 millones de pesos, un 24,6% más que en el mismo mes del año pasado.
Los montos transferidos, que en junio fueron levemente menores que los de mayo, cuando se giró 4.390,2 millones gracias a la recaudación record de algo más de 14.300 millones, aumentaron 843 millones de pesos en concepto de coparticipación a lo largo del año y treparon un 46,9% en comparación con junio de 2004, según consignó un informe de la consultora Economía y Regiones.
Mientras las provincias del Noroeste registraron el mayor incremento en términos de participación en el total distribuido, la provincia de Buenos Aires recibió apenas 8% más de dinero que en junio de 2005, con una inflación superior acumulada en el mismo período.
El trabajo subraya que durante los primeros seis meses del año los envíos a las provincias crecieron a tasas anuales cercanas al 20%, con la excepción de abril, cuando se giró un 2,6% menos de recursos que el 2004.
Los dos motores de las transferencias fueron IVA y Ganancias, de los cuales se coparticipa el 89 y 64% respectivamente, y que crecieron a tasas superiores al 20% en el último año.
A nivel regional, salvo las provincias de la Pampa Húmeda, todos los distritos del país “han aumentado su participación sobre el total de los recursos distribuidos”.
“La región Patagónica aumentó su participación en 0,3 puntos porcentuales, Cuyo en 0,4 y las regiones Centro y NEA en 0,7 puntos porcentuales”, señala el trabajo y agrega que la región NOA fue la que tuvo el mayor incremento al aumentar 0,9 puntos porcentuales.
Describe que “la región Centro concentró el 22,5% de las transferencias, la región Pampeana el 21,4%, la región NOA el 20,4 y el NEA el 15,6%”. “Las regiones Patagónica y Cuyo son las que menos recursos concentran, recibiendo el 10,5 y 9,7% del total, respectivamente”.
En lo referente a las variaciones interanuales, todas las las regiones presentan aumentos entre el 10% (región Pampeana) y el 30% (regiones Cuyo, Noreste y Noroeste argentinos).
Tomando las cifras de las variaciones interanuales por provincias, se tiene que los mayores incrementos se registraron en las jurisdicciones de Salta y Formosa, con el 31%, “mientras que la menor variación interanual (8%) se registró en la provincia de Buenos Aires”.
El trabajo da cuenta de que “en la mayoría de las jurisdicciones se observan variaciones del orden del 30%”.
“La leve variación interanual de la provincia de Buenos Aires (y por ende la disminución en la participación de la región Pampeana) se debe a que durante la primera quincena de junio ’06 se completó el Fondo al Conurbano Bonaerense, mientras que durante 2005 dicho fondo se completó hacia fines de junio”, explicó la consultora Economía y Regiones.

 

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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