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Domingo 02 de Julio de 2006
 
 
 
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  POR LOS RECURSOS NATURALES DISPONIBLES Y EL IMPACTO DE MEDIDAS
  La foresto-industria ofrece la oportunidad de crecer
Se estiman inversiones industriales de 1.500 millones de dólares hasta el 2008. En plantaciones se pondrían 30 millones anuales y se duplicarían las exportaciones.
 
 

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BUENOS AIRES.- Las experiencias alcanzadas en países desarrollados respecto de la conformación de complejos madereros basados en recursos naturales (como en el caso de Finlandia) o de grupos de fábricas de muebles que trabajan en redes (Italia) pueden ser indicativas sobre la dirección hacia la cual avanzar en el desarrollo sectorial en la Argentina. Así lo expuso Carlos Gabriel Maslatón, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti), convencido de que dichas experiencias son irrepetibles por particularidades históricas, políticas, económicas y culturales y, también, dejan enseñanzas:
* Valorizan la dimensión local y las sinergias de la cooperación.
* Destacan un modelo de crecimiento e inserción internacional basado en las calidades de la fuerza de trabajo y de los productos y la elevada capacidad de innovación.
Maslatón sostuvo que es preciso establecer una estrategia de desarrollo que permita la conformación de “clusters” (grupos) en torno a los recursos forestales primarios y potenciar los encadenamientos hacia productos de mayor valor. Con abundancia y calidad de recursos naturales y una diversificada dotación de trabajadores, técnicos y otros profesionales, aseveró que la estrategia no debe limitarse a “la extracción y procesamiento más simple de los recursos forestales, sino potenciar las múltiples actividades que tienden a aglomerarse en torno a los mismos”. En forma simultánea, será fundamental “integrarlas con los proveedores de maquinarias y equipos, desarrollando los servicios y bienes complementarios que se puedan hacer eficientemente en cada región”.
Con la intención de estimular las ventajas competitivas fabriles, incrementando el valor agregado de los bienes y servicios involucrados, el comercio internacional, el empleo y el eslabonamiento productivo, por la resolución 148/2003 de la Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña Empresa se implementó el “Programa de los foros nacionales de competitividad industrial de las cadenas productivas”. Una de ellas es la foresto-industria, por disponerse de:
 * Patrimonio forestal natural de 33 millones de hectáreas; implantado, más de un millón, y 5 millones que no compiten con usos intensivos y pueden agregarse.
 * Industrias con mucho conocimiento del oficio.
 El punto de partida del programa está constituido por una visión estratégica de posicionar a la Argentina como un polo foresto-industrial sustentable; empezar a trabajar en una mayor diferenciación de productos; incorporar más diseño de calidad, y, en definitiva, valor agregado.
El plan de acción 2005-2007 fue anunciado por Roberto Lavagna el 17 de febrero del año pasado, cuando era ministro de Economía y Producción. Se basó en la existencia de un mercado mundial en expansión, con productos de base forestal certificados, que respetan normas del medio ambiente, por lo cual se aprobaron las siguientes medidas con financiamiento nacional e internacional:
* Investigación y desarrollo focalizado en la genética y los sistemas extensivos e intensivos.
* Plan nacional de manejo de fuego.
* Certificación nacional compatible con pautas internacionales.
* Producción de aserrados dirigida a manufacturas y muebles de madera.
* Fortalecimiento de la capacidad gerencial en las pequeñas y medianas empresas.
* Reconversión y diferenciación productiva.
* Promoción de desarrollo sustentable en recursos forestales nativos.
* Capacitación.
 La Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa destinó el año pasado 25 millones de pesos para subsidiar la tasa de interés de las micro, pequeñas y medianas empresas, que contribuyen a generar innovaciones, crean puestos de trabajo, canalizan capacidades emprendedoras y satisfacen necesidades sociales.
El marco jurídico está conformado por las leyes 25.080 de inversiones para bosques cultivados, complementaria del régimen de promoción de plantaciones de 1992, y 25.509 de derecho real de la superficie forestal. Aparte, existen medidas adoptadas por las provincias.
A quienes invierten en el negocio forestal, el gobierno nacional les brinda estabilidad fiscal durante 30 años, con devolución del impuesto al valor agregado de la adquisición de bienes de capital, amortización del gravamen a las ganancias, reintegro del 80% del costo de la forestación lograda y concediendo una tasa de retorno del 11% anual. Casi siempre y en diferentes épocas, la efectivización de los pagos de los incentivos fue reclamada por los productores. No faltaron intentos por reordenar el sistema de la ley 25.080, que hasta desencadenaron polémicas por supuestas irregularidades en los desembolsos estatales.
 En la Secretaría de Agricultura coincidieron con la Asociación Forestal Argentina, a fines de 2005, en que el país llevaba 30 años de atraso en materia forestal y admitieron demoras en el “Programa de apoyo a la mejora de la competitividad de las Pymes del sector foresto-industrial” y la puesta en marcha de la segunda etapa del “Proyecto forestal de desarrollo”. Tampoco pasó inadvertida la denuncia de la Fundación Vida Silvestre Argentina acerca de que anualmente se pierden en el país 250.000 hectáreas de bosques, por la conversión de ecosistemas en tierras de cultivo.
Inversiones del orden de 1.500 millones de dólares fueron previstas desde el año pasado hasta el 2008, pero Lavagna vaticinó que entre 2008 y 2012 habría otras por 3.000 millones adicionales. En plantaciones se esperaban no menos de 30 millones anuales. En exportaciones, calculó que se duplicarían las de base forestal en el 2008 y se triplicarían en el 2012, cuando treparían a 3.000 millones. Semejante desenvolvimiento generaría 400.000 nuevos empleos.
Entre los problemas del sector, la Cámara de Fabricantes de Muebles, Tapicerías y Afines (Cafydma) señaló “la falta de mano de obra calificada porque durante los años de la convertibilidad la industria no incorporó ni formó trabajadores”. En el 2005, se firmó un acuerdo que involucró al Instituto Nacional de Educación Tecnológica (Inet) para desarrollar la “Red de formación profesional-sector madera y mueble”.
Por entonces había en el país 4.900 aserraderos, fábricas de aberturas y carpinterías y 2.640 fábricas de muebles (fueron las que quedaron de las 5.000 que había antes de la apertura económica de los ‘90). En su mayoría Pymes, casi la mitad estaban en el área metropolitana; el 17% en la provincia de Santa Fe, y el 12% en la de Córdoba. Trabajaban al 70% de su capacidad instalada, facturaban 1.400 millones de pesos anuales y ocupaban a 19.000 empleados, según la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (Faima).

Exportar con mayor valor agregado

BUENOS AIRES.- El sector forestal argentino ofrece la oportunidad de un crecimiento muy importante, según subrayó la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica) en un estudio encomendado a la Fundación Okita. En el 2003 había más de 33 millones de hectáreas de bosques nativos con gran número de especies de maderas duras y semiduras. En su mayoría se destinaban a la construcción y 15 para fabricar muebles de calidad. Había otras que podían utilizarse en productos con valor agregado, pero se advirtió que no se aplicaban tecnologías adecuadas.
El “Primer inventario nacional de bosques nativos” demostró que había amplias extensiones de tierras aptas para la forestación y que en los últimos años se plantaron árboles de rápido crecimiento, apropiados para la industria celulósico-papelera y de tableros, por lo menos en una primera etapa.
 El Estado asignó diferentes subsidios a lo largo del tiempo, principalmente para plantar pinos, eucaliptos, sauces y álamos, que registran la citada evolución y en ciertas zonas exhibieron incrementos record. Asimismo, se están obteniendo cada vez más variedades genéticamente mejoradas.
En Misiones, Corrientes, Entre Ríos y el Delta se encuentran más de la mitad de las plantaciones que abastecen a las fábricas celulósico-papeleras y de tableros. Sin embargo, la disponibilidad de maderas aptas sobrepasa la capacidad instalada de las industrias.
Las demandas internas de papeles de diario, de impresión y para escribir fueron atendidas sólo parcialmente por las firmas existentes, por lo que aumentaron las importaciones en la última década del siglo pasado, pese a las medidas promocionales instrumentadas.
 La industria del mueble cuenta con una estructura de fábricas pequeñas y medianas en distintas zonas e incorporó, también, maderas de plantaciones. Jica mencionó que hasta preparar su estudio no había conseguido una corriente significativa de exportaciones, pese a su experiencia y capacidad. Por eso recomendó que alcance escalas de producción para atender las demandas de los mercados externos. La formación de grupos de empresas para producir con estándares adecuados se consideró conveniente para lograr ese objetivo. En el 2003 ya había iniciativas coordinadas por la Fundación Export.Ar, en la que participan la Cancillería y entidades empresarias.
  Con respecto a la producción de madera aserrada, se consideró un paso necesario el mejor manejo de las plantaciones. A su vez, el proceso fabril deja un volumen importante de residuos utilizados por las plantas de celulosa y de tableros.
En cuanto al aspecto ambiental, la aplicación del Protocolo de Kyoto definió que la captura de carbono mediante la forestación y reforestación tiene principio de implementación en el marco del CDM (mecanismo de desarrollo limpio). Asimismo, el manejo sustentable de los bosques nativos ofrece la oportunidad de mejorar su condición como sumideros de carbono.
 Existe legislación nacional aplicable a los bosques y los cultivos foresto-industriales, que regula los recursos naturales o el ambiente en general, la flora, los bosques, la tierra forestal así como las inversiones y que incluyen disposiciones fiscales. Por la estructura federal en la Argentina, la Jica recordó que deben tenerse en cuenta las leyes de la provincia donde se invierta y hasta las ordenanzas del municipio correspondiente.

Posibilidades de ser gran productor

BUENOS AIRES.- Pese a que aún no juega un rol preponderante en el mercado forestal internacional –estimado en 140.000 millones de dólares–, en la Agencia de Desarrollo de Inversiones señalaron que la Argentina tiene “posibilidades para posicionarse como un importante productor”.
Por la creciente superficie implantada con un alto rendimiento y el tipo de cambio más favorable, la Dirección de Forestación de la Secretaría de Agricultura destacó que, en alguna medida, el sector pasó de tener un perfil exportador de rollizos y madera aserrada a otro con mayor valor agregado (molduras, tableros de fibra, partículas y muebles). Incluso efectuó colocaciones en destinos no tradicionales –China, países del Caribe, Corea del Sur y Taiwan– por el mayor dinamismo reflejado por la madera y sus manufacturas, el carbón y, en menor proporción, las pastas celulósicas, el papel, el cartón y los extractos curtientes.
Las ventas al exterior aún se concentraban el año pasado en maderas y sus manufacturas (87%) y asientos y muebles (13%). Brasil era el principal comprador de partes y piezas, que su industria convertía en muebles y exportaba. En la Faima calcularon entonces que un metro cúbico de madera de pino en partes se cotizaba a unos 340 dólares y el mismo volumen, transformado en muebles, a 1.000/1.100. Las operaciones con estos últimos abarcaron los estándares, en eucalipto y pino plantado, y los de alta calidad, con tableros y especies nativas, y llegaron a medio centenar de países, de los cuales 5 absorbieron el 85%: los Estados Unidos, Chile, Italia, Uruguay y España.
Fábricas Pymes de Buenos Aires, Córdoba, Formosa, Mendoza y Santa Fe despacharon embarques por 250.000 dólares, en agosto último, a raíz de acuerdos con 8 compradores norteamericanos que asistieron a la muestra “Proyecto de exportación de muebles al mercado de los Estados Unidos de América, con la incorporación de diseño original”, organizada por el Consejo Federal de Inversiones.
El Distrito Industrial del Mueble y la Madera de Santa Fe es el resultado del consenso entre 300 firmas, instituciones intermedias, la Universidad Nacional del Litoral y las autoridades municipales de Esperanza, Rafaela, Avellaneda y San Jerónimo Norte. Lo impulsaron la Cámara de Industriales Madereros y Afines de Esperanza (Cimae) y la Oficina de Cooperación Italiana en Buenos Aires, para desarrollar el potencial productivo y sostener e incrementar los niveles de crecimiento y garantizar una mayor competitividad.
Las fundaciones BankBoston y Export.Ar iniciaron en setiembre de 1998 un programa destinado a la creación y desarrollo de consorcios de exportadores (al 31 de diciembre de 2005 había 41 que nucleaban a 300 firmas). Los viajes al exterior para participar en ferias y exposiciones permitieron que establecieran contactos con posibles importadores. Los de muebles, son: Gema, de Buenos Aires, constituido en enero de 2001, cuyas 8 integrantes concretaron el año pasado operaciones por 340.000 dólares, y Cañada de Gómez (Santa Fe), que actúa desde diciembre de 2004 con 5 establecimientos y que en idéntico período vendió por 10.000. En 2005, se agregó el Grupo Exportador de Madera (Genoa), de Jujuy, compuesto por 11 integrantes, que cerró transacciones por 129.000.
El Consorcio Exportador de Muebles, Maderas y Accesorios (Coemma) es el resultado de la articulación institucional entre la Municipalidad de San Martín (Buenos Aires) y actores que conforman el cuadro productivo local, la Universidad Nacional de San Martín; la Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa y el Polo Tecnológico Constituyentes del Instituto Nacional de Tecnología Industrial. Por la relación con el Distrito Industrial del Mueble de Altolivenza (Pordenone, Italia) se otorgan becas y buscan contrapartes y programas asociativos. Sus 9 Pymes hacen sillas, pisos, herrajes y muebles de estilo y algunas vendieron a Chile, China, los Estados Unidos, Paraguay y Puerto Rico.
A la muy incompleta reseña, puede incorporarse el dato de que a fines de 2004, se armó un grupo en el Chaco, con 10 firmas que fabrican pisos, aberturas y tirantes para la construcción.

 

   
MIGUEL ANGEL FUKS
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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