NEUQUÉN (AN)- La Cámara Primera dará a conocer hoy la sentencia por el caso del asesinato de Diego Becerra, el joven que fue estrangulado y quemado cuando agonizaba.La semana pasada en su alegato la fiscalía pidió que condenen a los imputados Lino Rodríguez y Nicolás Saso a prisión perpetua por “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, ensañamiento,para ocultar otro delito y con la participación de un menor”. Los defensores, en tanto, reclamaron que los absuelvan o, en el caso de Rodríguez, le apliquen el mínimo de la pena por homicidio simple.
Una vez conocido el fallo, el abogado que representa a la familia Becerra, Marcelo Hertzriken Velasco, presentará en el juzgado del Niño y el Adolescente una acusación formal contra el menor de edad, identificado con las iniciales D.C., a quien se atribuye una participación activa en el crimen.
Becerra (28), oriundo de la ciudad mendocina deMalargüe, trabajaba en una compañía petrolera de Neuquén. Allí lo conoció Rodríguez (22), quien trabó amistad con él y se enteró de que había cobrado una indemnización de 12.000 pesos.
De acuerdo con la acusación, Rodríguez planificó quitarle la tarjeta de débito para apoderarse de esa suma. Buscó cómplices: a su cuñado, a Saso (los dos le dijeron que no) y al menor de edad, quien el 20 de octubre de 2007 lo acompañó a la casa de Becerra.
El joven mendocino se negó a entregar la tarjeta (que por otra parte no tenía en su poder porque la había olvidado en Malargüe), y Rodríguez le apretó el cuello hasta hacerlo desvanecer.
Luego, según los fiscales Rómulo Patti y Sandra González Taboada, lo cargaron en el Fiat 1 propiedad de la víctima. Rodríguez le pidió ayuda a su cuñado, quien le repitió que no se quería ver involucrado en el hecho, y luego a Saso.
Acompañado por éste y por el menor D.C. fueron hasta Planicie Banderita donde otra vez estranguló a Becerra. Luego roció su cuerpo con nafta que sacó del mismo auto y lo prendió fuego. Más tarde quemaron el vehículo.
Los defensores Gerardo Tejeda y Juan Carlos Ríos Iñíguez cuestionaron la confesión del menor, que se produjo en presencia de su padre, de un policía, pero no del juez. Fue la llave que permitió hallar el cuerpo y cerrar el caso, pero para entonces ya había otros elementos que comprometían a Rodríguez con el asesinato.
La lectura de la sentencia fue anunciada para hoy al mediodía, y estará a cargo de los jueces Mario Rodríguez Gómez, Luis Fernández y Carlos Sierra.