INGENIERO JACOBACCI (AJ).- "Como agua bendita". Así calificaban ayer los productores de la Región Sur rionegrina a la lluvia que se registraba en toda la zona y que generaba un poco de alivio para aplacar la complicada situación de la zona a raíz de la intensa sequía que la afecta desde hace casi dos años.
La lluvia comenzó a caer alrededor de la medianoche del martes cubriendo una franja de este a oeste desde Pilcaniyeu hasta las cercanías de Valcheta y de norte a sur desde La Esperanza hasta el Paralelo 42. En promedio, se llevaban registrados más de 20 milímetros de agua caída.
"Esto es una bendición. Estábamos esperando un poco de agua porque si no nos íbamos a quedar sin animales. Un poco de humedad va a venir muy bien para que renazca un poco el verdín que es lo que más alimenta a los corderos. Ojalá la lluvia continúe por varios días", señalaron eufóricos algunos ganaderos e este medio.
Es que la gran sequía que afecta a la zona desde hace casi dos años, ha sumergido al sector en una de las crisis más importantes de la historia. Desde mayo no llovía y la escasa nieve que se registró durante el invierno no alcanzó para aplacar la aridez y permitir la recuperación de los espejos y napas de agua.
A las mortandad de más de 700.000 ovejas, la baja calidad y cantidad de kilos de lana producidos y de corderos durante la presenta zafra, se le sumaba un futuro poco alentador, de continuar la sequía.
Las altas temperaturas que se venían registrando en el último mes y los vientos estaban profundizando aún más la situación.
En las zonas más altas y calurosas, como la Meseta de Somuncura, las aguadas y jagüeles estaban al borde de desaparecer y la mayoría de los arroyos se habían secado. De continuar el tiempo seco, se avizoraba un futuro cercano muy desalentador.
"Las aguadas se secaron hace varios meses. Para poder salvar los pocos animales que nos quedaron habíamos invertido más de 50.000 pesos en una perforación para darle agua a los animales pero también se nos estaba secando y teníamos que reforzar llevando agua del pueblo. Ojalá esta lluvia permita la recuperación de las vertientes", detalló una vecina de Sierra Colorada, cuya familia tiene un campo en la zona de "laguna la cancha", en cercanías de Ramos Mexía.
Si bien el más beneficiado es el productivo, desde todos los sectores se le dio la bienvenida a la lluvia. Quienes transitan habitualmente por la zona, se esperanzaban con un mejoramiento de las rutas y caminos vecinales, cuyos estados en general son calamitosos. La falta de humedad es una de las justificaciones de los organismos viales -Viarse y Vialidad Nacional- ante los constantes reclamos de los habitantes para que repasen y dejen en condiciones normales de transitabilidad la ruta Nacional 23 y las provinciales 5, 6, 8 y 76, entre las de mayor circulación de la Región Sur.
Si bien al cierre de esta edición la lluvia había cesado, el cielo permanecía nublado y el pronostico anunciaba nuevas precipitaciones.