Hace pocos años, el Parlamento de Suecia debatió la creación de un feriado nacional que, para su sanción, requería eliminar uno ya existente.

El recuerdo histórico resulta una muestra de que los legisladores nórdicos ya comprendían por entonces los efectos que tiene sobre la productividad general el incorporar al calendario un nuevo día no laborable.

Contrariamente, en la Argentina se propone permanentemente la creación de nuevos feriados, incluyendo el traslado al lunes de alguno de los vigentes -cuando no caen en ese día- como ocurrirá con el 12 de octubre, con el objetivo de "promover el turismo interno y las economías regionales".

Pero al proponer ese voluntarismo político de beneficiar a un determinado sector, los legisladores no tienen en cuenta los efectos que produce en el resto de los sectores y en el propio Estado que, durante ese día, por ejemplo, recaudará menos impuestos.

Además, el traslado a lunes parece una iniciativa a medida para los sectores más pudientes -quizás los propios legisladores- que efectivamente pueden tomarse unas mini-vacaciones durante un fin de semana largo. Desde el objetivo de la promoción del turismo en la Argentina, el procedimiento tampoco contempla la variante que muchos pueden elegir no pasear por el país y optar por viajar al exterior, principalmente al Uruguay.

Nada de lo anterior fue contemplado hace unos días, al debatirse rápidamente el corrimiento del feriado del 12 de octubre -Día de la Raza- al lunes 13, mientras que quedó establecido que, en adelante, se moverá al lunes siguiente ese feriado cuando caiga en sábado o domingo.

De esta manera, los diputados y senadores nacionales blanquearon la situación que se viene dando desde hace años, una suerte de "San Colón" para el jolgorio, pues en cada oportunidad que se produjo algo similar el Poder Ejecutivo envió un proyecto para transferirlo al lunes con el argumento de la "excepcionalidad", que luego, como en éste y en muchos otros casos -como el de los nuevos impuestos catalogados como "transitorios"- se transforma en una regla permanente y difícil de revocar.

Efectivamente, por decreto 750/01 firmado por Fernando de la Rúa "con carácter excepcional" para el año 2001, el Día de la Raza se trasladó del viernes 12 al lunes 8 de octubre, lo cual fue ratificado luego por el Congreso Nacional. En el 2002, por decreto 1.932/02, fue Eduardo Duhalde quien resolvió trasladar "con carácter excepcional" el feriado nacional del 12 de octubre, que pasó al lunes 14 del mismo mes, y al año siguiente el decreto 810/03 resolvió igualmente "con carácter excepcional" el pase del domingo 12, como ahora, al lunes 13 de octubre.

La conmemoración solemne del 12 de octubre, que con carácter de feriado nacional fue establecida por el presidente Hipólito Yrigoyen por decreto del 4 de octubre de 1917 y recogida luego en varias leyes nacionales sobre feriados y días laborables, suscita grandes controversias legislativas.

Así, el día que se conmemora el Descubrimiento de América por Cristóbal Colón enfrenta el revisionismo histórico de varios proyectos legislativos, en los que se propone darle al feriado del 12 de octubre el carácter de "Día nacional del respeto a la diversidad cultural", "Día de la resistencia indígena y de la dignidad de los pueblos originarios", "Día del encuentro de los pueblos" o "Día de la hermandad de las razas humanas".

Pero, además, del traslado "excepcional" que se viene haciendo del tan vapuleado feriado nacional y del debate que genera el celebrar esa fecha, los legisladores han propuesto crear nuevos feriados que, a diferencia de lo que hacen los parlamentarios suecos, en el caso de la Argentina se sumarían a los doce ya existentes.

Entre las propuestas con estado parlamentario están: el 13 de febrero, "Homenaje a la jura de la bandera" que el general Manuel Belgrano y su ejército hizo a orillas del río Juramento, provincia de Salta; el 22 de febrero, "Día de la Antártida Argentina"; el 17 de junio, en conmemoración del "fallecimiento del general Martín Miguel de Güemes"; el 23 de agosto, en "Honor al éxodo del pueblo de Jujuy", del año 1812; el 17 de octubre, "Día de la reafirmación de los valores y derechos democráticos"; y la Semana del Turismo Argentino, el cierre de un puente que permita unificar la fecha conmemorativa de la recuperación de Malvinas correspondiente al día 2 de abril, el cual es feriado trasladable según la ley 23.555, en línea con la Semana Santa cristiana.

En un país como la Argentina, donde muchos promueven la redistribución del ingreso y aspiran a lograr un nivel de bienestar como el de los suecos, sería interesante que los legisladores empiecen por contemplar los incentivos a la productividad.

En ese sentido, los políticos tienen que considerar a la sociedad como un todo, sin beneficios especiales para un determinado sector económico y social, como lo hacen con el corrimiento de los feriados nacionales y con las propuestas de crear nuevos días no laborables.

GABRIEL C. SALVIA (*)

DyN

(*) Presidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).