LA PAZ (DPA).- El litio es un cotizado metal que se utiliza para la industria electrónica y su demanda va en aumento en esta época en que se apuesta por la energía limpia. La mitad de las reservas mundiales están en los salares de Uyuni en Bolivia, Atacama en Chile y Hombre Muerto en Argentina.
El salar de Uyuni, en el sudoeste de Bolivia, de 10.000 kilómetros cuadrados de extensión, alberga unos 100 millones de toneladas de litio, que representan cerca del 50% de las reservas mundiales, según estimaciones del gobierno de Bolivia. La francesa Bolloré ya planteó un programa de industrialización del litio, pero el gobierno del presidente Evo Morales tiene en carpeta propuestas de empresas surcoreanas, japonesas, chinas, brasileñas e iraníes.
Sin embargo, Bolivia, a través de una empresa estatal, apunta en la primera etapa a la producción de salmueras y carbonato de litio. Para la segunda etapa requiere de fuerte financiamiento externo para producir cloruro de litio, litio metálico y baterías. Morales concretó en una visita reciente a Seúl con su colega surcoreano, Lee Myung-bak, un acuerdo de explotación de litio a cargo de una empresa estatal en alianza con Korea Resources Corporation.
El litio es un componente básico de las nuevas baterías e indispensable para la industria electrónica de Corea del Sur, sede de multinacionales como LG o Samsung, empresas que importaron hace dos años un volumen de 5.000 toneladas de litio. Se trata de un metal plateado, blando y liviano que ahora es considerado estratégico para tecnologías digitales que incluyen teléfonos, computadoras portátiles, insumos informáticos, militares, médicos y para la industria de los automóviles eléctricos. Bolivia necesita una inversión de 450 millones de dólares para producir en los próximos tres años unas 30.000 toneladas anuales de carbonato de litio.
Los analistas económicos señalan que parte del retraso boliviano se debe a intereses contrapuestos de los gobiernos de Venezuela, Cuba e Irán, que son aliados de Evo Morales, porque la industrialización del litio puede reemplazar al petróleo producido por iraníes y venezolanos y al níquel de los cubanos.
Los dirigentes cívicos del departamento boliviano de Potosí se convirtieron en el primer obstáculo a superar, porque en 1993 impidieron un acuerdo con la empresa Lithium Corporation of America (Lithco) para explotar el litio del desierto blanco de Uyuni. La explotación de dichos recursos habría significado para Bolivia un ingreso de 1.200 millones de dólares y unos 2.000 nuevos empleos directos en 40 años, además de los efectos multiplicadores en el resto de la economía.
La minería representa en la actualidad la segunda fuente de divisas extranjeras de Bolivia, después del gas natural. Las exportaciones mineras alcanzaron en el período de enero a mayo unos 1.212 millones de dólares contra 1.076 millones de los hidrocarburos, según datos del Banco Central de Bolivia.
Otro mineral raro a ser explotado en Bolivia será el uranio, que se halló en la mina Cotaje del departamento de Potosí. El ministro boliviano de Minería, José Pimentel, descartó que sea una prioridad explotar uranio. Sin embargo, Irán en agosto expresó interés en identificar yacimientos en el sudoeste de Bolivia.
MARIO ROQUE CAYOJA
DPA