ESTAMBUL/BEIRUT.- Los hombres homosexuales viven en el mundo árabe bajo el imperio del miedo. En Irak las milicias chiítas torturan hasta la muerte a los gays y en Arabia Saudita se arriesgan a recibir latigazos.
En los países árabes también hay políticos, actores y artistas cuya homosexualidad es un secreto a voces. Pero si decidieran salir del armario, incluso estas personas famosas se expondrían al escarnio y el castigo penal.
Las lesbianas son en estas sociedades patriarcales un tabú tal que del tema no se habla.
El Líbano es hasta ahora el único país árabe en el que algunos gays y lesbianas admiten públicamente su orientación sexual.
En Siria, donde los homosexuales pueden ser condenados por "comportamiento indecente" a penas de entre seis y doce meses de cárcel, al menos existe desde hace un tiempo una web que se ocupa de sus reclamos.
La mayoría de los árabes dan argumentos religiosos para su rechazo de los homosexuales, algo que comparten tanto la mayoría musulmana como la minoría cristiana. "El fenómeno de la homosexualidad se ha extendido entre los hombres jóvenes en todas las regiones de nuestro país desde la invasión estadounidense, y nosotros les decimos que con su comportamiento traen la vergüenza sobre nosotros", afirma el jeque Hassan al Asari ante los creyentes en la mezquita de Kufa. Miles de personas escuchan las palabras de Al Asari, seguidor del predicador radical Muktada al Sader.
Hasta dónde llega este odio de raíces religiosas quedó documentado en agosto pasado en un informe de Human Rights Watch titulado "Quieren exterminarnos". En el reporte, iraquíes homosexuales hablan de comandos de exterminio que torturan, mutilan y asesinan.
El hecho de que algunos de los enmascarados que atacan a los homosexuales violen a sus víctimas parece a primera vista un contrasentido. Pero en Turquía y en el mundo árabe existe la idea de que sólo es homosexual y afeminado aquel que en el sexo tiene un papel "pasivo". El "activo" no pierde su masculinidad.
En Turquía los homosexuales no pueden hacer el servicio militar, pero sólo es considerado tal un hombre del que se compruebe que haya "adoptado el rol pasivo" en una relación sexual. Los países del Cercano Oriente tienen también dificultades para nombrar la homosexualidad. Como el amor por alguien del mismo sexo es un tabú tan grande, la mayoría de los árabes sólo se refiere a gays y lesbianas con insultos o hablan de un "comportamiento anormal".
En los Emiratos Árabes, las relaciones "anormales" son castigadas con hasta tres años de cárcel. En Arabia Saudita, el más conservador, a un hombre que se maquilla y lleva ropa de mujer se le llama de forma burlona "hija de los jeques".