"Somos productores de imaginación. En ese sentido, siempre he sostenido que los latinoamericanos -y, muy particularmente, los del Sur; y en esto sumo también a México, los argentinos, los chilenos, los uruguayos y los mexicanos- que no podemos nunca dialogar de igual a igual en términos de tecnología o en materia de discusión científica, sí lo podemos hacer en el terreno de la imaginación. Tenemos más imaginación, tenemos más riqueza literaria, tenemos un lenguaje mucho más rico. Y ahí es donde somos mejores".