Por LARRY JAGAN
Miles de pobladores de la etnia karen se han visto obligados a huir a través de la frontera hacia Tailandia en las últimas semanas debido a la ofensiva del Ejército de Myanmar (ex Birmania).
Los soldados y una milicia pro gubernamental llamada Ejército Democrático Budista Karen (EDBK) atacan la zona en un último intento por acabar con la Unión Nacional Karen (UNK), que lucha por la independencia desde hace 60 años.
Los fuertes combates y el fuego de mortero han obligado a más de 4.000 pobladores a buscar refugio en el país vecino. Y día a día llegan más. "Si la lucha continúa, al menos tendrán que escapar otros 8.000 a través de la frontera o bien morir a manos de los soldados", según el secretario general de la UNK, Zipporah Sein.
Algunos refugiados se aglutinan en un templo unos pocos kilómetros dentro de Tailandia, donde se encuentran bien pero no tienen forma de cubrir necesidades básicas, según las ONG humanitarias. "Se fueron con lo puesto", dice Kitty McKinsey, del Acnur. En su mayoría son mujeres y niños.
El éxodo comenzó después de que la milicia pro gobierno dijera a los jefes de los poblados que querían reclutar más soldados y porteadores. "Sabíamos lo que eso significaba, que todos los hombres con capacidad física serían usados de una forma u otra y además tendríamos que darles dinero y comida", explica Pa Naw Naw, de 41 años.
La UNK es uno de los varios grupos de Myanmar que se han enfrentado contra la junta militar gobernante. Pero la mayoría de las otras agrupaciones rebeldes ya tiene acuerdos de cese del fuego con el gobierno.
Por eso, la insurgencia karen podría estar librando su última batalla. "Pelearemos hasta el final", dice David Thakerbaw, su portavoz.
En la frontera, los pobladores se preparan para más combates. "Todo lo que queremos es que nos dejen solos en paz y poder volver a nuestros hogares", pide Pa Kyaw, 30 años.