"El ´pato rengo´ no es el presidente o el gobernador que se queda sin poder antes de terminar su mandato y su sucesión no está asegurada por ningún leal (de todos modos, ¿quién cree en los leales?) sino el político que ya sabe que no tendrá acceso al dinero público para continuar siendo un político de primera línea y sabe que las lealtades territoriales se miden en subsidios, viviendas y planes sociales.
"Kirchner entendió esto a la perfección. Muchas veces impresiona como poco entrenado en el discurso progresista que quiere presentar como propio de su identidad y su gobierno, como si no lo hubiera practicado en mucho tiempo y se le mezclaran temas populistas clásicos, invocaciones a la dignidad nacional, autoritarismo, teorías conspirativas, etcétera. Pero está bien entrenado en el conocimiento de esta mecánica económica y territorial del poder. Porque no es un saber que debe recuperar desde el pasado (como quien rescata las imágenes de un sueño, el sueño setentista) sino algo que ha practicado cuando fue gobernador de Santa Cruz. Su olfato del poder es pragmático y se agudizó con la experiencia. Conoce la relación que hay entre fondos públicos y poder.
"Por eso Kirchner no ha impulsado una reforma política, cuya clave es, justamente, el financiamiento de la política. Esa promesa del comienzo de su gobierno tuvo que caer: o una cosa o la otra".
(Beatriz Sarlo en "¿El último avatar?", publicado en el Nº 87 de la revista "Punto de Vista" )