Ricardo Russo, reumatólogo pediatra y médico principal del Servicio de Inmunología del Hospital Garrahan, asegura que los estudios que se están haciendo para desentrañar la artritis están dando resultados. "Cada vez conocemos mejor los genes que predisponen la aparición de esta enfermedad. Lamentablemente aún se ignora el factor desencadenante de la artritis", le cuenta a "Río Negro". Luego profundiza sobre cómo afecta a los niños, explica qué se puede hacer y subraya que hay que "concientizar a la población acerca de la existencia de esta afección y sus características tempranas". Para eso recomienda una consulta temprana y "el no abandono de los tratamientos médicos ortodoxos en búsqueda de soluciones mágicas por parte de la medicina alternativa, ya que no existe ninguna solución mágica para esta enfermedad", advierte.
¿Qué es la artritis reumatoidea juvenil?
Es una enfermedad inflamatoria crónica que causa sinovitis sostenida en una o más articulaciones en un individuo menor de 16 años de edad. La inflamación articular origina dolor, incapacidad funcional, alteraciones de músculos y ligamentos, contracturas y en ocasiones (dependiendo del tipo de artritis juvenil del que se trate) compromiso de vísceras (pericarditis, pleuritis, aumento del tamaño del hígado, el bazo o los ganglios linfáticos), fiebre, erupciones cutáneas y otros síntomas. Se conocen mejor los genes que la predisponen, pero aún se ignora el factor desencadenante. Según una de las hipótesis, se trataría de virus.
¿Cuántos chicos con ARJ se atendieron en el Hospital de Pediatría "Garrahan" durante el 2008?
Alrededor de 500, de los cuales 50 lo hicieron por primera vez. Se trata de una afección que va en aumento en los últimos años. Lo que crece es el diagnóstico de la enfermedad (no su verdadera incidencia). Sin embargo, todavía la mayor parte de los niños con ARJ en nuestro país no está diagnosticada.
¿Cuáles son las consecuencias en los niños?
Esta enfermedad hace que el niño afectado falte frecuentemente a clase, no se integre a su grupo social en forma exitosa y llegue a la edad adulta con menores probabilidades de ser una persona con capacidades laborales y vocacionales íntegras. Hay que tener en cuenta que los problemas en la escuela también pueden incidir en la respuesta al tratamiento.
¿Por qué?
El niño reumático suele tener problemas de movilización, ausentismo, falta de motivación y empobrecimiento de su autoestima. También es posible que la respuesta del maestro o la escuela al niño sea incorrecta y que se generen actitudes negativas desde los educadores por interpretar la pasividad de su educando como falta de interés. De esta manera, no se atienden adecuadamente las necesidades del paciente, pudiéndole ocasionar reacciones negativas.
La ARJ suma conflictos en la adolescencia, una etapa que de por sí ya es compleja.
Sí. El adolescente con esta enfermedad les agrega una serie de problemas a aquellos inherentes a esta etapa de la vida, como pueden ser alteraciones del crecimiento físico y psicológico, alteraciones de la maduración sexual, pobre autoimagen, baja talla, dependencia de la familia, miedo acerca del futuro, problemas educacionales y de inserción laboral.
¿Por qué aparece en los chicos esta enfermedad más bien asociada a personas de edad avanzada?
Esta enfermedad aparece en cualquier edad de la vida, desde los primeros meses hasta la ancianidad, aunque es más común en la tercera y cuarta década de la vida. Se debe a un (o más de uno) defectos en el sistema inmune, cuyos orígenes están en la información genética y en desencadenantes ambientales. Estos errores o defectos pueden manifestarse en cualquier momento, dando lugar a la inflamación sinovial y la aparición de síntomas.
¿Qué se puede hacer ante esta enfermedad?
Muchas cosas. Lo primero es consultar sin pérdida de tiempo a profesionales con experiencia en la materia. Hoy día existen tratamientos muy eficaces que si bien no curan la enfermedad, controlan la actividad del sistema inmune, haciendo que desaparezcan los síntomas. Este tratamiento medicamentoso debe acompañarse siempre de una buena terapia física, para prevenir o corregir deformidades o limitaciones musculares o articulares.
¿Qué síntomas deben motivar una consulta?
Si el niño deja de caminar, asir objetos o desarrollar alguna actividad que ya desarrollaba, se debe pensar en esta posibilidad de ARJ. La inflamación o el dolor de una o más articulaciones que se sostiene por varios días, la fiebre y la erupción cutánea que no tiene causa o que persisten a pesar del paso de los días o el uso de antibióticos deben hacer sospechar una artritis juvenil.