-¿Qué conclusiones sacaron los estudiantes de la APEC del encuentro realizado tanto en Lima (Perú) como en Puno (Bolivia) y qué recomendaciones realizaron a los gobernantes que se reunieron semanas después?
- Realizamos una conferencia y actividades sociales que reunieron a jóvenes representantes de distintas organizaciones de 15 países del bloque, como Canadá, Japón, Malasia, Filipinas, Singapur, Corea, Estados Unidos, República Popular China, Taiwán, México, Chile, Perú, Rusia y Vietnam. El eje estuvo en el desarrollo sustentable de los recursos de agua de la región Asia-Pacífico, de Chile a Canadá a Australia a Rusia. No eran delegaciones oficiales, sino que representaban a la sociedad de sus países.
-¿Qué alternativas concretas se discutieron?
- Escuchamos presentaciones de expertos de la APEC sobre medio ambiente, con profesores de Chile, Perú y de empresas privadas de todo el bloque. Después de eso, nos dividimos en tres grupos para analizar los ejes "cambio climático", "contaminación del agua" y "la cultura del agua" en los países de la región. Mucha gente vive en lugares que tienen que ver con el agua, empresas turísticas en el océano, las personas en Puno que viven del Titicaca, o ustedes que viven en el Alto Valle, por ejemplo, donde el agua es el eje vital de la actividad económica y social. Yo integré el de cambio climático, y en ese marco visitamos a las islas flotantes del Titicaca, compartimos con las comunidades locales y también suscribimos un documento donde solicitamos a los líderes de la APEC sobre la sustentabilidad de este ecosistema y su relación con la comunidad.
- ¿A qué conclusión llegaron?
- Decidimos que por ejemplo, en cambio climático, las economías más avanzadas deben destinar mucho más dinero, energía y recursos humanos para desarrollar las energías renovables, cosa que hasta ahora no se viene haciendo con la intensidad que queremos. Que estas fuentes puedan ser más baratas para los países menos desarrollados. En la contaminación del agua, analizamos sobre las fuentes que la originan, sin culpabilizar a los países menos desarrollados, pero consideramos que es algo que debe ser revertido si no queremos que pase como en otros países ya desarrollados.
- ¿Y en lo social?
- La apuesta es a una educación mejor, no sólo acá sino en nuestros países, sobre el uso racional de recursos como el agua, en nuestras casas, en las ciudades, cosas de la vida diaria donde podemos hacer mucho por ahorrar y mejorar los recursos, energéticos y de agua, sin contaminar.
-El agua es un recurso estratégico y muchos acusan a países industrializados de intentar controlarlos económicamente...
- Algo de eso se habló. Puno es un ejemplo bueno del tema. Allí no hay mucha interacción del gobierno con ese recurso de agua tan vital. Faltan leyes y regulaciones que permitan un mejor uso comunitario del recurso, que está bastante contaminado. La idea es que el gobierno local tenga más recursos para ocuparse del tema.
- En cuanto al cambio climático, ¿qué dicen los países asiáticos e industrializados, que son grandes contaminantes?
- Se recomendó a los países de la APEC tratar al cambio climático no como algo que asuste e inmovilice, que dé miedo, sino como una gran oportunidad para crear nuevas formas de producción y trabajo que respeten el medio ambiente. Que se invierta en nuevas tecnologías, empresas pequeñas y desarrollo de sistemas "verdes" que mejoren la calidad de vida de la población. Que la crisis sea una oportunidad de cambio.
- Pero en la cumbre lo que más se trató fue de la colosal crisis financiera que se viene. Esta dura realidad económica ¿no deja un poco de lado las preocupaciones ambientales?
- Sí, definitivamente, y es todo un tema para nosotros que estuvimos en esta cumbre, porque los bancos y el sector evidentemente tienen más poder que los grupos ambientalistas. Pero el tema es que nuestros problemas de calentamiento global no van a desaparecer porque no tengamos tiempo y plata ahora para arreglarlos. Se van a empeorar, por eso intentamos que nuestros líderes los vean como un recurso clave de la economía mundial. Si no, vamos a seguir con estos problemas que ya están estallando en todo el mundo.
- ¿Cómo votaste en las elecciones de tu país, EE. UU., desde General Roca?
- En EE. UU. estamos divididos en Estados y en cada uno hay distritos. El mío es el 12, de Carolina del Norte. Tuve que escribir una carta a las autoridades de mi distrito y decirles mis datos y dónde estoy viviendo en ese distrito, comprobar mi firma y darles mi dirección en el extranjero, en este caso de General Roca, diciendo que me interesa votar. Ellos me enviaron en setiembre un formulario para votar, de mi distrito. Por ejemplo, en este caso incluía una consulta popular sobre uso de agua que a mí me interesaba, que también se definía. Además por los candidatos para la Cámara de Representantes (cámara baja) y presidente. Llené el formulario y lo envié por correo regular un mes antes de las elecciones.Y es probable que haya llegado a fines de octubre.
- En Carolina del Norte ganó Obama. Como ambientalista ¿crees que el nuevo presidente tendrá una sensibilidad distinta de Bush, por ejemplo, muy ligado a la industria petrolera?
- Totalmente, yo voté por Obama porque él tiene un programa muy específico sobre energías renovables que es muy bueno, al menos en teoría. Yo le envié un mail a su campaña para decirle que el plan era bueno, porque plantea invertir 150.000 millones de dólares en cinco años y para mí es necesario un poco más, casi 600.000 millones, en diez años de plazo para energías renovables y "trabajos verdes", para que sus efectos se vean a nivel global. De todos modos, es un gran avance.
- Para los que observamos a EE.UU. desde afuera, muchas veces las diferencias entre demócratas y republicanos se ven más como de forma que de fondo ¿cómo es desde adentro?
- En cierta medida puede ser. Porque en lo que ellos piensan sí son muy diferentes, hay una enorme distancia en lo ideológico, pero la dinámica de las elecciones los obliga a ir hacia el centro político, para poder ganar votos. Por eso, aunque estén en la derecha e izquierda, confluyen mucho. Pero hay matices: los demócratas quieren un gobierno fuerte, con poder en la economía y mayor intervención del Estado, con más impuestos. Y los republicanos, lo opuesto, un gobierno más chico y apoyar al mercado libre, que se autorregule. Pero esas diferencias de todo muchas veces significan un gran cambio para muchos países.
- ¿Y en el tema ambiental?
- El gobierno de Bush fue terrible en este tema. No apoyaron nada más que la guerra (en Irak y Afganistán) y descuidaron muchas cosas del medio ambiente. Por ejemplo, eliminaron leyes en favor de animales en peligro de extinción y la ofensiva para extraer petróleo en Alaska. Su idea era si había un poco más de petróleo de Alaska había que sacarlo, a pesar de que está comprobado que la cantidad que se extraería era muy pequeña y sin peso dentro de las necesidades de petróleo en EE. UU., pero con enorme riesgo ambiental.