-¿Quién se queda con la Casa Blanca?
-Los demócratas, Barack Obama. Me parece que esa tendencia ya está muy firme.
-¿Qué significan los demócratas en política exterior para América Latina?
-Mayor diálogo, más matices a la hora de definir, de diagnosticar.
-Usted ha dicho, hace poco, que a esta relación hay que sacarle maniqueísmo. ¿Qué proyección tiene esa expresión?
-La de quitarle juicios rápidos; prejuicios incluso. Cuando yo me refiero en esos términos para puntualizar algunos aspectos de la relación puntual de Estados Unidos con algunos países del continente, me estoy refiriendo a que no sólo es maniquea la mirada de la administración Bush en relación con esos países sino que esta mirada tiene reciprocidad de la misma naturaleza en la dirigencia de esos países para con Estados Unidos; son visiones muy ideologizadas.
-¿Bush versus quién, por caso?
-Hugo Chávez, fundamentalmente. En ese vínculo se da un ida y vuelta muy maniqueo.
-Pero Bush ha convivido gran parte de su gestión con gobiernos de centroizquierda en América Latina y se llevó bien, más allá de diferencias puntuales.
-Sí, es cierto. Lo que sucede también es que la política exterior de Estados Unidos, al menos con Bush, no tiene el continente como prioridad. Y no es menos cierto que hay un creciente rechazo a la política exterior global de Estados Unidos, que se da especialmente en cómo se encaró el conflicto con Irak. Este rechazo se expresa en Latinoamérica y Europa. Y son cuestionamientos, resistencias, rechazos, que no protagoniza, como siempre, sólo la izquierda: hay mentiras y arrogancias de la administración Bush que han terminado desacreditando causas justas. Quiero agregar algo: que Latinoamérica no sea una prioridad para Washington implica, por un lado, un hecho positivo, ya que la región mantiene aceptables niveles de gobernabilidad y de criterio en el manejo de cuestiones públicas. Pero eso no significa que EE. UU. deba desentenderse.
-En Latinoamérica se ve a Obama muy cercano a lo que fue en política exterior John Kennedy, aun a sabiendas de los distintos tiempos y circunstancias. ¿Es así?
-Lo que sí puede esperarse por parte de Obama, en el marco de esa comparación, es cooperación, mucha cooperación con la región. Más allá de la suerte de la administración Kennedy, eso fue sin duda lo que la marcó muy definidamente: el cooperar.
(*) Director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, Washington. Ex asesor de Bill Clinton.