Aleardo Fernando Laría nació en Roca hace algo más de 60 años. Abogado egresado de la Universidad Nacional de La Plata, en los tumultuosos '60 formó parte del núcleo duro que fundó la Federación Universitaria de la Revolución Nacional, la primera organización peronista con poder real en ganar espacio en la universidad argentina. Abogado del Sindicato de Obreros Empacadores de Fruta, tras el golpe del '76 se exilió en España, donde vive y donde se vinculó como letrado con la Unión General de Trabajadores, cercana al socialismo, corriente ideológica de larga lucha por la justicia social en la madre patria.
Vivió, en consecuencia, en términos directos la inteligente ingeniería política que llevó a España a la transición de la sangrienta dictadura franquista a una democracia parlamentaria vigorosa, un proceso que marcó significativamente el espíritu inquieto de Laría y sobre el que modificó percepciones acerca de la política y el ejercicio del poder.
Como señala en el prólogo de su libro, éste es producto de "los pensamientos nacidos como fruto del contraste permanente entre la realidad política argentina y la española", un encuadre que define como "mínima contribución al gran debate nacional pendiente", o sea, la mejora del sistema político argentino.