Andrew Charalambous es un multimillonario del sector inmobiliario londinense cuyo compromiso con la lucha contra el cambio climático lo ha llevado a montar la primera discoteca ecológica del mundo.
Situada en Londres, se trata de un local diseñado según estrictos criterios ecológicos que ya abrió sus puertas y espera ser un referente en todo el mundo.
La discoteca ofrecerá licores orgánicos servidos en copas de policarbono y funcionará con energía renovable, informó el vespertino "Evening Standard". Hay planes para instalar un sistema de agua reciclada para los baños y se aprovechará incluso la energía que generen quienes bailen en la pista para convertirla en electricidad.
La entrada costará unas 10 libras. Eso sí, para los más ecológicos es gratis: quienes sean capaces de demostrar que han llegado hasta allí a pie, en bicicleta o en transporte público no tendrán que pagar nada.
Vía telefónica desde Londres, el empresario explica que su nuevo bar está totalmente diseñado para hacer un bien por el planeta.
En la barra, el barman no servirá los licores tradicionales, explica. "El licor es orgánico y se sirve en copas reciclables".
Lejos de tener un sistema de luces y sonido que gaste miles de watts para funcionar, el club cuenta con una pista alimentada con la energía que generan con su movimiento los jóvenes. "Cuando la gente baila produce energía. Ellos se mueven en el centro de una pista y generan electricidad", afirma el empresario.
Charalambous explica que la plataforma de baile tiene una serie de bloques generadores de electricidad sensibles al movimiento, que al ser golpeados por los pies de los danzantes producen energía que cubre cerca del 60% de la fuerza que requiere el lugar. "Con eso damos vida al DJ, a la música, que es lo mejor del planeta", dice el dueño.
La idea de crear un antro verde surgió para hacer conciencia entre la juventud británica de los problemas ambientales, asegura el ecologista durante la entrevista.
Y confía en que el nuevo club será bien recibido. "Los jóvenes están felices con la idea. Hay que hacerles ver que los daños a la Tierra afectan a la gente", subraya. El empresario reconoce que, por ahora, diseñar y construir un espacio como éste ha sido caro y complicado, pero dice que posteriormente los demás países imitarán su centro que, mientras tanto, sólo es "el modelo" de club nocturno. Por eso invita a otros países a formar bares como el suyo.