En Colombia los narcotraficantes encontraron una nueva forma de transportar la droga utilizando submarinos. Una cadena de televisión colombiana ha mostrado cómo varios hombres emergían de un sumergible de fibra de vidrio diseñado para trasladar la carga y dejaban que la nave se hundiera en el Pacífico. Los agentes antidrogas, tras rescatarlos del bote salvavidas, hallaron restos de cocaína en sus ropas pero, a falta de más pruebas, tuvieron que dejarlos en libertad sin presentar cargos contra ellos.
El capitán de navío Gustavo Ángel estimó que el contenido del submarino rondaba las diez toneladas y que la droga "iba a ser distribuida en el mercado internacional".
A medida que las autoridades redoblan esfuerzos para detener avionetas y lanchas planeadoras los traficantes aguzan su ingenio y usan sumergibles para trasladar la cocaína: tras haber utilizado aviones y lanchas rápidas de largo alcance para la exportación de drogas desde el país, considerado el primer productor mundial de cocaína, recurren a naves que viajan bajo el agua sólo con tubos de respiración y un mini-equipo de navegación que sobresale de las olas.