Son casi 700 relatos y era un "proyecto delirante", a decir del autor de "Las venas abiertas de América Latina". Y aclara que no hay fuentes bibliográficas, ya que no tuvo más remedio que suprimirlas porque ocuparían más páginas que la obra en sí. Es algo así como una historia universal, "y perdón por el atrevimiento", agrega. "Yo puedo resistir todo menos la tentación", decía Oscar Wilde, y confiesa Galeano que ha sucumbido a la de contar algunos episodios de la aventura humana en el mundo desde el punto de vista de los que no han salido en la foto. Por decirlo de alguna manera, se trata de hechos no muy conocidos. Tras cuatro años Galeano publica esta obra, en la cual revisa la historia de la humanidad hasta hoy y lo hace desde la óptica de los hechos y de las personas menos conocidas. Como dice el subtítulo del libro, se trata de una historia casi universal, de un inventario general del mundo que aparece iluminado por este escritor capaz de enlazar lo cotidiano, lo poderoso y la denuncia con lo más sencillo, con el humor o con la más exquisita ironía. "Espejos" es más que la mirada de un escritor que no quiere voltear la cabeza para otro lado, es la de aquellos que no tuvieron tiempo o espacio para contar su historia porque ya estaba contada de antemano, ánimas en pena que ahora tienen su oportunidad.

" "Correspondencia Perón-Cooke". John William Cooke; compilado por Eduardo Luis Duhalde. Tomo II. Buenos Aires: Ediciones Colihue, 2007. 627 págs. La edición de cartas privadas como libro implica una ceremonia transformadora: lo que se concibió como un acto íntimo, cargado de aquellos significantes presupuestos por el metalenguaje en la complicidad interpretativa de su destinatario, desaparece. Lo privado se convierte en público: recuérdese en Francia la edición de la correspondencia Sartre-Beauvoir. El tema no necesita presentación. Lo destacable es que es prácticamente inexistente en nuestra historia un diálogo político de la envergadura del que mantuvieron por una década Perón y Cooke.

" "Trópicos adentro". En "Revista Humboldt". Bonn, Instituto Goethe, 2008. La palabra "trópico" desencadena en los europeos una especie de reflejo visual: afloran playas con palmeras, de aguas de azul turquesa, selvas de verdor esmeralda o la samba de Río. Símbolo y meta de nuestras añoranzas: el folleto turístico de los trópicos. Y, en su reverso, el infierno verde, deforestación y decadencia. Vida desbordante y, a la par, ruina.