El 20 de marzo de 1968, 142 estudiantes de la recién fundada Universidad de Nanterre, en las afueras de París, ocuparon una parte de esa casa de estudios para protestar contra la detención -ese mismo día- de un estudiante por haber participado en una manifestación contra la Guerra de Vietnam en la capital francesa.
Esta acción de protesta, organizada por un anarquista llamado Daniel Cohn-Bendit, apodado "Dany el Rojo", bastó para desatar una ola de disturbios sociales que estuvo a punto de causar la caída del gobierno del presidente Charles de Gaulle y que terminó por transformar profundamente la sociedad francesa.
Las repercusiones del movimiento conocido en Francia como el "Mayo del '68" fueron tan profundas que Nicolas Sarkozy, durante su exitosa campaña para conquistar la presidencia de Francia, prometió "liquidar su herencia de una vez por todas".
Esa herencia tuvo sus orígenes en una sala de conferencias de la Universidad de Nanterre, donde los ocupantes, encabezados por "Dany el Rojo", crearon el Movimiento 22 de Marzo. El 3 de mayo la policía irrumpió por primera vez en la historia en la Universidad de La Sorbona para disolver una reunión de unos 300 estudiantes convocada en solidaridad con sus colegas de Nanterre. Los estudiantes que protestaban contra la acción policial levantaron barricadas en el Barrio Latino. La respuesta de la policía fue tan brutal que provocó la furia de muchas personas que estaban observando la escena, lo que contribuyó en buena medida a generar los acontecimientos siguientes. Un testigo escribió más tarde: "Miles de personas nos ayudaron a construir las barricadas. Mujeres, trabajadores, transeúntes y personas vestidas con pijamas formaron cadenas para transportar piedras, madera y hierro. La mayoría de nuestro grupo éramos personas que nunca antes se habían encontrado. Éramos seis estudiantes, diez trabajadores, algunos italianos y cuatro artistas. Ni siquiera conocíamos los nombres de los otros". Esta vez, la reacción de la policía fue aún más brutal, dando lugar a una batalla campal en el centro de París que se prolongó durante toda la noche.
Tres días después, el movimiento de protesta adquirió una nueva dimensión cuando los sindicatos convocaron a una huelga de 24 horas en apoyo de los estudiantes. Un millón de personas desfiló por las calles para reclamar, entre otras demandas, la excarcelación de dirigentes estudiantiles, una reforma del sistema universitario y aumentos salariales. Una semana después unos ocho millones de trabajadores franceses se declararon en huelga, en la protesta laboral más grande en la historia de Francia.
De Gaulle se encontró con la crisis política más grave que vivía el país desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. En un discurso dijo que dimitiría si sus propuestas para resolver la crisis no eran aceptadas en un referéndum. Pocos minutos después de terminar su discurso se desataron disturbios en París, Lyon y Estrasburgo. Tras varios días de silencio, De Gaulle declaró "No voy a dimitir" y convocó a elecciones adelantadas para junio, que fueron una victoria para De Gaulle y sus aliados. En su libro "Mayo del '68, contado a quienes no lo vivieron", el periodista y cineasta Patrick Rotman escribió que "el gran movimiento democrático y libertario de mayo del '68 parece haber terminado con la elección del Parlamento más conservador en mucho tiempo".
Sin embargo, la herencia de Mayo del '68 iba mucho más allá de las elecciones. El gobierno anunció importantes reformas para el sistema educativo, los sindicatos comenzaron a desempeñar un papel importante en la vida económica del país y no mucho tiempo después se aprobaron leyes que legalizaron la homosexualidad, el control de la natalidad y el aborto.