La carrera de pirata en alta mar tuvo sus ventajas para Abdi Muse: se compró dos vehículos todo terreno y una casa nueva y se casó con dos mujeres en una semana llena de pasión.
"Estaba regalando dinero a todos los que me encontraba", indicó Muse, de 38 años, quien dijo que obtuvo 90.000 dólares secuestrando barcos frente a las costas de Somalia. "Después de dos meses ya no me quedaba dinero ¿Puede creerlo?", agregó.
Durante años, piratas somalíes como Muse han encontrado un negocio lucrativo asolando las costas del país, donde impera el caos, capturando embarcaciones y negociando rescates.
Empero, estos asaltantes de los mares podrían encontrarse en problemas pronto, pues Estados Unidos y Francia están buscando apoyo internacional para combatirlos.
"Ésta es una señal muy importante y grave para que las naciones del mundo la tomen (a la piratería) seriamente", dijo la comandante Lydia Robertson, vocera de la Armada estadounidense.
Estados Unidos ha encabezado las patrullas internacionales para combatir los actos de piratería frente a la ingobernable costa de Somalia, de 3.025 kilómetros de longitud, la más larga de África y que resulta crucial para algunas rutas marítimas importantes.
Azotada por más de una década de violencia y anarquía, Somalia no cuenta con una armada y el gobierno de transición creado en el 2004 con ayuda de la ONU difícilmente ha podido establecer el control.
Actualmente, Estados Unidos y Francia elaboran un proyecto de resolución en las Naciones Unidas que busca permitir a las naciones perseguir y arrestar a los secuestradores de embarcaciones tras un incremento notable en los ataques, incluido un barco atunero español que fue capturado esta semana por piratas que dispararon granadas impulsadas por cohetes.
También fue secuestrado recientemente un buque de Dubai que transportaba alimentos a esa nación desesperadamente pobre. El barco de carga fue rescatado el martes por fuerzas somalíes que capturaron a siete piratas, pero el barco español y su tripulación permanecen en manos de los asaltantes.
Poco antes, el 4 de abril, otro grupo de piratas tomó el control del yate de lujo francés "Le Ponant" ante las costas somalíes y sus 30 ocupantes fueron tomados como rehenes. Una semana más tarde fueron liberados, al parecer tras el pago de un rescate. Una unidad de elite francesa detuvo entonces a seis de los piratas y recuperó parte del rescate.
Un reporte realizado por el Buró Marítimo Internacional muestra un aumento en la piratería con 49 ataques realizados entre marzo y abril, un 20% más que en el mismo período del año pasado. Además de Somalia, Nigeria es la zona con mayores conflictos. India y el Golfo de Adén compiten por el segundo lugar.
España se declaró esta semana a favor de un dispositivo antipiratería internacional en el marco de la ONU . Tal dispositivo "tendría una misión de vigilancia y control de las zonas marítimas donde se producen actos de piratería", aunque también incluiría un mecanismo de cooperación entre estados para permitir juzgar y extraditar a los piratas.
Al contrario de las películas, la piratería es un azote para el comercio marítimo mundial, especialmente en África y Asia. Francia, EE. UU. y España piden una estrategia global para combatirla.
ELIZABETH A. KENNEDY (AP) y AFP