En palabras de Godoy, "se concentrará en los temas de la ciudad, en llevar a cabo los planes que tiene desde su primer intento en el 2003. No lo veo incursionando en cuestiones nacionales, salvo cuando tenga que ver con ámbitos jurisdiccionales (Riachuelo, transporte o seguridad). Macri va a mantener una actividad política partidaria de mediana intensidad en orden a relacionarse con dirigentes del interior, gobernadores, intendentes, pero más para explorar un proyecto en común que en oposición al kirchnerismo. Los eventuales roces podrían producirse en cuestiones donde priman ópticas opuestas, como en lo institucional".

Godoy no vislumbra un Macri forzando los tiempos sino concentrado en los objetivos en relación con obras y emprendimientos. "Si hace una buena gestión, sumado a una serie de condiciones objetivas, lo veo como un aspirante serio a la presidencia", dispara Godoy. ¿A qué alude el legislador? A que según él "es una ingenuidad creer que alcanza con una buena gestión desde lo subnacional para llegar a ser presidente; existen otras variables pues, como decía Maquiavelo, el político es fortuna y perseverancia". Godoy estima que para que Macri -o Daniel Scioli- pueda tener la oportunidad de competir por el gobierno nacional se tendría que asistir al fin del ciclo político kirchnerista.

"Todo proceso tiene un principio y un fin, éste último no necesariamente relacionado con un fracaso, sino a veces hasta con el éxito cuando la época coincide con un cambio generacional".

En ese sentido, Godoy advierte como señal lo que está ocurriendo en los centros urbanos como Capital Federal, Santa Fe, Córdoba y hasta en la capital de Santa Cruz, donde se refleja un cansancio con el kirchnerismo. "Si ese fenómeno se traslada a las ciudades chicas y zonas rurales, la alternancia puede ser un dato concreto, sin depender de las estructuras". En ese hipotético 2011, muchos ahora kirchneristas -otrora menemistas- serían macristas de la primera hora. (CR)