Tal como lo dijeron los candidatos en la última campaña, la ciudad necesita salir de la zozobra permanente y entrar en una etapa de crecimiento "programado y sustentable". Pero el cimiento institucional ayuda poco, cuando reinan las normas incumplidas y los debates postergados.

Éstos son algunos de los asuntos en espera que el gobierno de Icare no resolvió y Cascón, en su provisionalidad, se abstiene de abordar.

" El Centro de Congresos y Convenciones, prometido desde hace más de 10 años. Todas las gestiones ante la provincia y la Nación para obtener financiamiento están en foja cero.

" Reforma tributaria. Icare la anunció más de una vez pero jamás la envió al Deliberante. Mientras tanto, persiste el reparto desigual de cargas con una tasa de servicios que graba por igual a un hotel cinco estrellas y a una pequeña vivienda.

" Transporte público. El gobierno de SUR dijo que promovería la recontratación directa con las actuales prestadoras, pero no dio paso alguno en ese sentido. La oposición quiere definirlo por licitación. Mientras tanto, el servicio funciona desde hace dos años con contrato vencido.

" Puerto San Carlos. Es un atractivo turístico natural, por ubicación y fisonomía; sin embargo, está inconcluso y parcialmente clausurado. El municipio aspira a pactar nuevas condiciones con el concesionario, pero pasa el tiempo y la negociación nunca cuaja.

" Isla Huemul. Única excursión lacustre de jurisdicción municipal. Está inactiva desde hace cinco años. Hubo proyectos para licitar y varias promesas de reactivación. Pero hoy sigue olvidada.

" Institutos de participación popular. Están consagrados en la Carta Orgánica, pero vienen atrasados; entre ellos, el consejo de planeamiento estratégico, el presupuesto participativo y la banca del vecino.

" Política de viviendas. Es la demanda social más generalizada y menos atendida en toda la ciudad. El Banco Municipal de Tierras hasta aquí fue un fracaso. La relocalización de los vecinos de la barda del Ñireco, comprometida en el 2004, también sigue postergada.

" Tránsito. El microcentro está desbordado, así como los accesos viales. Exige reformas estructurales hasta ahora no planteadas.

" Déficit de obra pública. Asfalto, cloacas, terminal de ómnibus, gimnasios, rotondas, ensanches y redes pluviales avanzan a un ritmo muy inferior a la demanda y al crecimiento de la población. No hay planes serios para torcer ese rumbo.