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Domingo 09 de Septiembre de 2007
 
 
 
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  elecciones en el interior: cordoba
  Apuntes sobre una mudanza
Las urnas del domingo pasado ratificaron que el bipartidismo tradicional del sistema político de esta provincia (peronismo - UCR)  va llegando a su fin y se disuelve de la mano de nuevos actores.
 
 

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no hay espacio para la incredulidad.
Sucedió lo que era racionalmente previsible que sucediera: el bipartidismo entre UCR y PJ que durante décadas signó la política cordobesa va camino a la historia.
Este es el dato esencial que, en clave de análisis de poder, arrojan las elecciones del domingo anterior en esta provincia de la cual Sarmiento escribió en “Facundo”: “Córdoba no sabe que existe en la tierra otra cosa que Córdoba; ha oído, es verdad, decir que Buenos Aires está por ahí; pero si lo cree, lo que no sucede siempre, pregunta: ‘¿Tiene universidad?’”.
En esta Córdoba de más de 3 millones de habitantes, un PBG de más de 5.000 millones de dólares y 2.400.000 electores, que haya o no conteo de voto por voto para dilucidar con seguridad quién ganó la gobernación –si Juan Schiarettti en nombre de Unidos por Córdoba o Luis Juez por el Frente Social– no cambia en absoluto la fractura del tradicional bipartidismo. Este quiebre se había insinuado y comenzado a consolidarse hace cinco años, cuando la desbordante y estereotipada personalidad de Juez irrumpió en la escena política con perfil propio y polémico. Blandiendo un manojo sencillo de ideas, un discurso donde converge lo vulgar con destellos de ingenio y respaldando su accionar en una relación muy directa con la gente, Juez comenzó a ser un protagonista de primer rango en este sistema político.
Y desde ese anclaje ganó la todopoderosa intendencia de Córdoba capital.
Pero es ahora, vía la elección del domingo, que está claro que en la lucha por la mayor cuota de poder –la gobernación– hay dos fuerzas absolutamente nuevas. Y que, como resultado de esta irrupción, quedan marginados de esos dimes y diretes los dos partidos que desde febrero del ’46 se disputaban con regularidad de relojero suizo aquel tramo del poder: radicales y peronistas.
Ahora, ¿nuevas por qué?
Veamos.
• Porque tanto Unidos por Córdoba como el Frente Cívico succionan mucho del peronismo pero cosechan, y no en poca cantidad, mucho del radicalismo.
• Ambas fuerzas suman el respaldo de alianzas construidas con sectores y organizaciones sociales que les posibilitan ampliar sus inserciones territoriales.
• Las dos atraviesan verticalmente la sociedad cordobesa, repartiéndose en ese trayecto lo que era si no en términos absolutos al menos preeminencia muy significativa de peronistas y radicales, aquéllos gravitando en la clase media baja y trabajadores y éstos en las clases media y media alta.
Un claro ejemplo de la nitidez que tiene este corte transversal lo dan los resultados de Córdoba capital, una ciudad de 1.500.000 habitantes en la que el Frente Cívico se quedó con la intendencia. Y en la carrera para gobernador, su líder –Juez– logró más puntos que su candidato para el Ejecutivo municipal. Ambos triunfaron tanto en sectores urbanos de clase media y media alta como en espacios definidos por la presencia de trabajadores fabriles, cuentapropistas y bolsones de pobreza y marginación.
Vía los cortes transversales en cuestión, en Córdoba capital el gran perdedor fue la Unión Cívica Radical. No logró situarse segundo en la carrera por la gobernación, en la que fue superado por el juecismo por más de 20 puntos. Y su elección en la capital fue definitivamente mala. De todas maneras, ratificó su gravitación en el interior de la provincia. En ese espacio mantiene más de 200 intendencias y comunas, un andamiaje de poder que, sin embargo, no le alcanza para seguir titularizando uno de los polos del bipartidismo. De todas maneras, de cara a las urnas del domingo anterior, el radicalismo cordobés demostró organización y vocación por dejar de ser una “vela que se extingue”, como se le señaló desde el PJ hace un año.
Es más: su candidato a gobernador, Mario Negri, pensó en una mejor elección. No se dio, pero suma como capital el liderar el avance a la conducción del partido de docenas de hombres y mujeres jóvenes dispuestos a dignificar la presencia de esa fuerza en la escena política.
Por ahora ese objetivo sirve, se consiguió. Pero para traducir ese logro en pieza que revitalice el poder del partido resta un camino incierto.
Rostro a rostro con el Frente Social está Unidos por Córdoba. Eso dice una lectura descarnada de la conformación que llevó como candidato a Juan Schiaretti. Es una fuerza que se vertebra en matriz peronista sostenida por la orgánica del PJ y su peso en materia de militancia, dirigencia y adherencia tradicional. Pero Unidos completa su perfil con sectores llegados a su seno en el marco de la transversalidad dibujada y alentada por el kirchnerismo, al cual responde.
De la mano del parricidio que el kirchnerismo ejecuta sobre el peronismo, de cara al futuro Unidos puede terminar siendo una fuerza referencial del justicialismo.
Un peronismo cordobés que en la lucha por la decisiva intendencia capitalina se desgranó en tres vertientes: el juecismo, Unidos y la candidatura de Olga Ruitort.
El primero aplastó. Resignó a las otras dos franjas a menos del 14% promedio para cada una.
Mucho darán que hablar estas elecciones de Córdoba.
Esa Córdoba de “irreductible especificidad”, como la suele definir el historiador Cesar Match. En un interesante trabajo, Match llevó en 1922 a los estudiantes del tumultuoso barrio Clínicas a respaldar la candidatura a diputado del “Loco” Enrique Badessich, “un “poeta” extravagante que vestía ropas de papel, corbata voladora y sombrerazo y ululaba por las esquinas. Candidato por el “Partido Bromosódico Independiente”, alcanzó a obtener una banca –aunque su diploma luego fue rechazado– tras la consigna de implantar la República Cordobesa, donde imperasen el amor libre y la supresión del Ejército.
Si la verdad también aflora en la voz de los “locos”, Badessich expresó –con su República de Córdoba– un impulso latente, un filón nunca cristalizado que atravesó los distintos discursos sobre Córdoba a lo largo de su historia: el de su irreductible especificidad y proyección.

   

CARLOS TORRENGO
ctorrengo15@yahoo.com

   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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