"El MPN es la expresión de una buena gestión de recursos petroleros en una provincia de enclave que históricamente usufructuó un mercado mayor que es el Alto Valle del río Negro. Si uno mira cómo aumenta la caja de Neuquén, encuentra el financiamiento del MPN, con esa dualidad histórica de ser un partido populista con una política social fuerte y luego, un partido neoliberal. Esto no es distinto de la historia argentina; la diferencia es que fue un partido que supo usufructuar eso en las condiciones ideales para hacerlo.

"Río Negro es una provincia de chacareros que tiene su capital 'fuera' de sí, con un perfil parecido a las provincias cuyanas, siendo además una confederación de ciudades. En realidad, en Río Negro conviven varias provincias.

Ambas provincias gozan de una situación particular con respecto a la Argentina. Son distritos 'outsider' para la política del país. Tienen condiciones para serlo. Las dos tienen partidos provinciales y ambos usufructúan condiciones particulares, entre ellas, un nivel de fragmentación política importante y una oposición dividida. El radicalismo cuenta con la ventaja de que la oposición está distribuida entre las distintas ciudades, de allí que la UCR puede mantener una presencia transversal en todos lados. Las terceras fuerzas, ya de izquierda ya de derecha, son las que en última instancia han garantizado la permanencia del radicalismo. Fue este partido el que manipuló las reglas electorales, con acuerdo de la oposición pero con ventaja para la UCR, y esto se ha mantenido hasta la actualidad".