arece ciencia ficción pero la idea es que sea una realidad. Los robots, que se utilizan en tantos ámbitos de la industria, en un futuro se encargarán de la lucha antiterrorista en Alemania, según planes del gobierno de la canciller Angela Merkel que desveló días atrás el diario “Frankfurter Allgemeine Zeitung”.
El gobierno tiene previsto destinar hasta el año 2010 unos 123 millones de euros (161 millones de dólares) en el desarrollo de nuevas tecnologías para combatir el gran flagelo de los atentados terroristas.
Robots de vigilancia, detectores de conductas llamativas y escaners de última generación serán producidos para velar por la seguridad de los alemanes, de acuerdo con el proyecto de elaborado por el Ministerio de Investigación.
El gobierno alemán cree que el país es uno de los más seguros del mundo, pero considera al mismo tiempo que las gestiones estatales y privadas para la protección de la población están demasiado “diseminadas” y en parte son obsoletas.
Además, espera crear con este primer intento de movilizar de forma conjunta a autoridades, investigadores y empresas un mercado para las tecnologías de la seguridad, un propósito que ha sido criticado por quienes temen el surgimiento de condiciones de vida parecidas a las de un estado policial.
Según el proyecto de ley, la complejidad de la sociedad globalizada la ha tornado vulnerable. Hoy en día pueden ser adquiridas armas y sustancias peligrosas mucho más fácilmente que antes, y los terroristas pueden conseguir “un gran efecto con medios pequeños”.
Berlín aspira a proteger los espacios sensibles como los espectáculos masivos, la infraestructura y las cadenas de productos mediante la tecnología.

LA DETECCION

Cámaras de vigilancia y aviones espía se encargarán de detectar a terroristas buscados y personas de conducta llamativa, así como de reconocer la “dinámica social” de una masa de personas y enviar la información a las autoridades de seguridad.
Los datos biométricos de las personas, como la forma de la cara y el patrón de la retina y el iris, serán almacenados en los controles de acceso a los lugares sensibles, y los vehículos y los productos serán dotados de sensores para ser protegidos de sustancias nocivas.
La tecnología de radiaciones de teraherzios, que permiten explorar la materia como la ropa, servirá para examinar de arriba a abajo contenedores y personal.

UN APORTE ECONOMICO

El gobierno germano hace hincapié en la necesidad de que en el futuro todos los implicados en una operación antiterrorista pueden comunicarse fácilmente y tengan acceso a bancos de datos comunes en los que, por ejemplo, estén almacenados los planos de construcción de un edificio, algo que hasta ahora no es posible, señala el “Frankfurter Allgemeine Zeitung”.
También prevé automatizar en parte los planes de reacción ante las crisis con la ayuda de los conocimientos de la matemática y la neurobiología.
El gobierno espera impulsar simultáneamente el surgimiento de un mercado de la tecnología de la seguridad y la lucha antiterrorista, un ramo que crece con gran rapidez en el país.
Este sector calcula que facturó en Alemania este año un record de 10.000 millones de euros (13.000 millones de dólares).
La demanda se incrementó después de los fallidos atentados explosivos de fines de agosto a trenes en Renania del Norte-Westfalia.
El hecho de que las maletas-bomba no estallaran fue pura suerte.
Sin embargo, gracias entre otras cosas a las imágenes de video que fueron captadas en las estaciones de trenes, pudieron ser capturados los presuntos autores del presunto ataque terrorista.