La decisión de Welby de poner fin a su vida obligó a los políticos a pronunciarse sobre la eutanasia en Italia y varios de ellos señalaron que este tema debe tratarse lo antes posible en el Parlamento, entre ellos el diputado de los Verdes partido en la coalición de gobierno Angelo Bonneli.
El primer ministro italiano, Romano Prodi, señaló a la radio pública RAI que "el respeto absoluto de la prioridad de la vida es el gran valor que debemos custodiar con todos los medios". El gobierno introducirá en breve el debate de un llamado "decreto del paciente", por el cual las personas podrán dejar establecidos sus deseos para el caso de que ya no les fuera posible expresarlos.
Prodi se dijo convencido de que la legislación "puede llegar hasta cierto punto", pues en casos como éstos siempre hay decisiones que deberán tomar "el enfermo, cuando pueda hacerlo, los familiares, el médico, siempre con respeto absoluto de la prioridad de la vida".
El Partido Radical, al que pertenece el médico que desconectó los aparatos, convocó vigilias en nombre del enfermo en 50 ciudades italianas el pasado sábado.
Su líder, Marco Panella, fue el primero en dar la noticia de su muerte.
Dijo que lo que ha pasado es que, cuando el Estado "no respeta la legalidad de todos", es "la oportunidad y el deber del más humilde dar cuerpo y palabra a la ley legada por el mismo poder".
Desde el conservador Forza Italia, el diputado Enrico la Loggia, destacó que la muerte de Welby es un acto "ilegal" y denunció que el Partido Radical está haciendo "una bárbara instrumentalización del caso" pues, para solicitar un debate en el Parlamento, "hay otras razones y otros métodos". El democristiano Luca Volonté denunció la "escandalosa" instrumentalización que de este caso han hecho quienes están a favor de la eutanasia.