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Lunes 11 de Diciembre de 2006
 
 
 
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  GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
  “La edad de oro de los corresponsales”
George Orwell, John Dos Passos, Ernest Hemingway, Martha Gellhorn, son sólo algunos de los intelectuales que se probaron a fondo como periodistas en la inmensa tragedia que azotó a España.
 
 

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En España el aire es inmensamente suave; pero este país conoce ahora un nuevo frío: el de la guerra, el asalto, el hambre, la muerte (...). Ya no hay lugar para el hombre en este país”. Así describía la primavera de 1937 el cronista ruso Ilya Ehrenburg, enviado especial del diario “Izvestia”. Siete décadas después, el Instituto Cervantes recoge su visión y la de muchos otros periodistas de distintos rincones del mundo, en la exposición “Corresponsales en la Guerra de España”.
Preludio de la conflagración mundial que comenzaba a fraguarse, la Guerra Civil española (1936-1939) se convirtió, por un lado, en el campo de experimentación del nuevo armamento que marcaría posteriormente las contiendas modernas y, por otro, en el último enfrentamiento al que acudieron miles de voluntarios extranjeros a luchar por sus ideas.
Esta internacionalidad de la Guerra Civil, que el periodista Herbert L. Matthews definió como varias guerras dentro de una, movilizó a miles de intelectuales y pensadores de todo tipo de tendencias e hizo que los principales periódicos y revistas del mundo enviaran a sus mejores profesionales a cubrir la contienda. Para rendir homenaje a su labor, el Instituto Cervantes ofrece una selección de las 30 mejores crónicas de aquella época, firmadas por reputados escritores y corresponsales como Ernest Hemingway, George Orwell, Antoine de Saint-Exupéry, Martha Gellhorn o John Dos Passos.
En la exposición no sólo pueden contemplarse originales y reproducciones de las crónicas –acompañadas de una traducción al español–, sino que además la muestra está ilustrada y contextualizada con fotografías, carteles propagandísticos de uno y otro bando, imágenes del día a día de los periodistas, libros, documentales, películas e incluso herramientas de trabajo, como una vieja hispano- olivetti.
Episodios como la toma del Alcázar de Toledo, el bombardeo de Guernica o la cruenta batalla de Teruel estremecieron a los corresponsales. “Aquí se fusila como se tala árboles”, titulaba Saint-Exupéry en “L’Intransigeant”. La dureza de esta realidad, convertida en cotidiana, hizo que muchos informadores tuvieran que debatirse entre la objetividad y el compromiso e incluso provocó que algunos decidieran saltar de la máquina de escribir al campo de batalla.
Este fue el caso de George Orwell, que se alistó en el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) y formó parte del frente de Aragón entre enero y abril de 1937. Durante aquella experiencia se germinó gran parte de lo que sería su libro “Homenaje a Cataluña” (1938), donde denuncia con vehemencia el stalinismo y los regímenes totalitarios, una aguda crítica que culminará posteriormente en “Rebelión en la granja”.
Y es que el objetivo principal de la muestra no es tanto analizar la veracidad de lo escrito –en 70 años han corrido ya ríos de tinta al respecto–; se trata más bien de un acercamiento al lado más humano de los corresponsales, al cambio que la guerra provocó en sus vidas y sus ideas, al día a día en el madrileño hotel Florida y, sobre todo, a la intensidad de esa mirada directa sobre los acontecimientos, ya fuera desde el propio frente o desde los pisos más altos del mítico edificio de Telefónica.
Hubo también corresponsales que contemplaron la contienda desde una óptica muy particular. Es el caso de Langston Hughes, poeta, dramaturgo y novelista negro que llegó a España enviado por el diario “The Afro-American” de Baltimore. Sus reportajes se centraron especialmente en los afroamericanos que combatían en las Brigadas Internacionales, los negros que ejercían como médicos y enfermeras para la República o los “moros” , que ocupaban las posiciones más peligrosas en las filas franquistas.
Otro texto singular es la histórica entrevista que realizó el periodista portugués Felix Correia a Franco el 10 de agosto de 1936, la primera que el general concedía tras el levantamiento. Después de publicarse en el “Diário de Lisboa”, el texto fue reproducido por numerosos periódicos de todo el mundo y, años más tarde, cuando la guerra hubo terminado, Correia incluyó esa entrevista en su libro “Quem vem lá?” (1940).
Ahora, las 30 crónicas originales y sus traducciones están recogidas en un amplio catálogo de 240 páginas, donde han colaborado entre otros el historiador e hispanista Paul Preston.
Además, el libro incluye una entrevista con el último de aquellos grandes corresponsales de la Guerra Civil, el enviado especial del “News Chronicle” Geoffrey Cox, de 96 años.
Desde el caso del corresponsal y espía Harold Kim Philby hasta el romance que se gestó entre los periodistas Ernest Hemingway y Martha Gellhorn, “Corresponsales en la Guerra de España” es una mirada diferente sobre aquellos tres años que podrá contemplarse en el Instituto Cervantes de Madrid hasta el próximo 25 de febrero. Una exposición itinerante que ya ha visitado Nueva York y Lisboa y viajará posteriormente a Lyon, Cracovia o Moscú, entre otras ciudades, para conmemorar la época que el historiador Hugh Thomas definió como la “edad de oro” de los corresponsales.

 

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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