| Como una alarma, la noticia corrió por mail en las redes de mujeres: la revista “Feminaria” dejaba de salir. Desde 1988, “Feminaria” es una valiosa publicación periódica de teoría feminista, crítica y literatura de mujeres que viene resistiendo heroicamente los sacudones de la economía nacional. Dos veces al año publica ensayos, bibliografía, entrevistas, narrativa y poesía producida por colaboradoras como Rossana Rossanda, Márgara Avervach, Safina Newbery, Tununa Mercado, Margo Glanz, Marta Vassallo, Eva Giberti o Gabriela Mizraje. Su desaparición significaba la pérdida de un espacio insustituible para los estudios y las experiencias de las mujeres. Pero fue una falsa alarma. Lea Fletcher, su creadora y directora, ya estaba resignándose a que los artículos estuvieran disponibles sólo en la web, cuando recibió la propuesta salvadora. A través del grupo Pañuelos en Rebeldía, la distribución de “Feminaria” entre redes de organizaciones feministas iba a estar garantizada en los países de América Latina. El problema que había hecho sonar la alarma era de costos, como es frecuente en todo emprendimiento independiente. “Uno de nuestros problemas –dice Lea Fletcher– ha sido siempre la distribución. En otros países trabajamos mucho con canje, pero para otros países es caro también, es mucho más caro que hacer un ejemplar de la revista. Siempre ha sido así pero ahora es ridículo, cuesta dos o tres veces más. Que esté en internet, en un sentido es bueno y en otro sentido es malo. Hablando con Diana Maffía, le decía que yo estaba preocupada por el sitio de Feminaria, qué iba a pasar cuando yo me muera. Me dice ella: ‘Eso es muy sencillo, no te vas a preocupar más’ (risas). Por eso es tan importante que siga saliendo en papel. Internet es maravilloso porque tenés acceso a información que de otra manera no, pero no es una cosa u otra. Tiene que haber ambas cosas”. LEA ESCRIBE “Comenzó a existir en su forma actual de una manera un poco accidental”, recuerda. “Yo comencé a hablar con varias personas pensando en ser colaboradora en un suplemento o en una revista. No soy periodista, pero alguna que otra nota podía escribir. Eso fracasó rotundamente porque nadie tenía interés en poner dinero en una cosa así, que es una lástima. Y así, hablando y hablando, un día estábamos en casa con un par de amigas y mi marido, que estaba en la cocina que linda con el comedor, asoma la cabeza y dice: ‘¿Cuál es el problema, chicas?’ Y, el dinero. Y él dice que no hay problema, la fundación FyM va a resolver todo. Fletcher y Mangieri, el apellido de él (más risas)”, explica. “Fue un chiste porque nosotras todas pusimos dinero en sacar la revista durante varios años. Puesto que yo no soy periodista y ninguna del grupo lo es, bueno, comenzamos a hacer otro tipo de revista. Que tiene una parte importante de teoría y reflexión feminista, notas y entrevistas y siempre cuentos y poesía de mujeres”, señala. A partir del número 7, la sección de literatura se expandió hasta la mitad de la revista “porque no había ninguna posibilidad, excepto por Purocuento que al rato dejó de salir, de publicar producción de mujeres, incluida crítica y teoría literaria”. FEMINISMO, FEMINISTAS Definida claramente como feminista, la publicación “es sobre mujeres”, declara su directora. “Un número tuvo un artículo sobre la obra de Borges, desde óptica de género más que feminista, pero nosotras queremos siempre una óptica feminista. No es que no nos interese la óptica de género pero nuestra preferencia es que sea feminista. No nos molesta en absoluto que escriban hombres pero queremos que el objeto de estudio sea la obra de una mujer”. En una breve declaración de principios, “Feminaria” dice no limitarse a un único concepto de feminismo, y Lea Fletcher aclara: “Los conceptos de feminismo varían según con quién hables. Y nosotras mismas, dentro del grupo, no compartimos el mismo concepto de feminismo. Además algunas otras revistas que han existido en la Argentina han sido muy unifocales y no queríamos eso. Queríamos mostrar la amplitud y la variedad que hay en el feminismo”. ¿Y hay tantos feminismos como mujeres feministas hay?, escucha al otro lado del teléfono Lea Fletcher. De nuevo se ríe francamente y acuerda: “Sí, y qué bueno es eso”. LA ELEGIDA Nacida en Estados Unidos, está en el país desde 1981 y todavía se le nota el acento grin-go cuando charla por radio CALF-UNC una tarde que anuncia primavera. Su nombre, Lea, (se pronuncia “li”) parece el imperativo del verbo “leer”. Ella replica: “Escriba”, por su dedicación a la escritura. Integra, con José Luis Mangieri, su compañero, poe-ta y editor del legendario sello La Rosa Blindada, la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA). Y con María Negroni, Alicia Steimberg y Angélica Gorodischer, entre otras autoras, la asociación Sudestada y la Red de Escritoras Latinoamericanas (Relatar). Lea Fletcher es doctora en Letras, investigadora y ensayista. Escribió “Una mujer llamada Herminia”, sobre Herminia Brumana, y “Narrativa de mujeres argentinas, siglos XIX y XX” y compiló “Mujeres y cultura en la Argentina del S. XIX”. En 1992 recibió el premio Alicia Moreau por su labor como investigadora, editora y feminista; en 1999, el Julio Cortázar de la Cámara Argentina del Libro, como directora de “Feminaria”, y en 2000 el Premio 8 de Marzo Margarita Ponce, de la Unión de Mujeres Argentinas, por su aportes a la teoría de género. Charlando, Lea Fletcher es expansiva y alegre, de un entusiasta buen humor. Así, pudo empezar a publicar la revista que es hoy única en su género en Argentina, después de que la sección de mujeres de “Tiempo Argentino”, que dirigía María Moreno, desapareciera con el diario y antes de que “Página 12” incorporara ‘Las 12’ en su edición de los viernes y de que abriera Librería de Mujeres. Mujeres para leer Sostenida por “patrocinadoras amigas” y por las propias realizadoras de la revista, “Feminaria” está dirigida por Lea Fletcher. En el consejo de dirección están la poeta Diana Bellesi, la doctora en Filosofía Diana Maffía y la especialista en Ciencias Políticas Jutta Marx. Alicia Genzano, Marcela Castro, Silvia Jurovietzky y Márgara Avervach también forman parte del equipo. El número 17-18 fue dedicado a la resistencia y la tortura de las mujeres durante la dictadura militar en Argentina y Chile. Pero también la amistad entre mujeres, el sexismo en el lenguaje, mujer y teatro, posmodernismo y relaciones de género, nueva poesía italiana, mujer y poder político, escritoras y escritura, maternidad y legitimidad social, la economía con una mirada feminista, sexo y género en los tiempos de cólera neoconservadora, son otros temas abordados en la revista en estos ocho años de regular aparición. A principios de noviembre estará finalmente en la calle la edición de papel del número 30. Los primeros ocho números, que están agotados, pueden leerse de manera gratuita en el sitio web de la editorial: http://feminaria.com.ar. Feminaria editora se presentó en 1992 con la traducción del libro “Feminismo/postmodernismo”, de Linda Nicholson, y lleva publicados una veintena de títulos de Ursula Le Guin, Diana Bellesi, Haydée Birgin, Francine Masiello, Isabel Monzón y otras. (M.R.) |