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Domingo 01 de Octubre de 2006
 
 
 
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  NUEVAS TENDENCIAS
  Cuando las modificaciones al cuerpo no tienen límites
No satisfechos con el ‘piercing’ y los tatuajes, cada vez más personas experimentan con cambios radicales en su cuerpo: cuernos, lenguas bífidas e imanes en las manos son cada vez más pedidos. Riesgos y polémica.
 
 

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Allen Falkner tiene una lengua poco común. Es bilingüe... y no por hablar dos idiomas sino porque tiene la lengua dividida por la mitad, y cuando la saca parece la lengua bífida de una serpiente.
La alteración -junto con otras- que se ha hecho el texano de 36 años podría parecer espeluznante, pero es común para los adeptos a las modificaciones corporales extremas.
Es una tendencia que ha ido creciendo paulatinamente durante una década, atrayendo a más seguidores ahora que los tatuajes y las perforaciones se han vuelto más comunes.
“Decididamente creo que cada vez hay más interés’’, dijo Falkner, propietario de una tienda de Dallas de tatuajes y perforaciones llamada Obscurities.
Las modificaciones corporales extremas presentan una vasta serie de alteraciones, incluyendo algunas que son ilegales en Texas y otros sitios.
 Algunas personas se implantan cuernos en la cabeza.
Otros se instalan imanes en las manos para crear un “sexto sentido’’ y sentir los campos magnéticos. Otros se remodelan las orejas para hacerlas puntiagudas
“La gente desea ser diferente, especialmente los más jóvenes’’, conjeturó Luis García, enlace internacional de la Asociación de Perforadores (Piercers) Internacionales, que no asume ninguna posición oficial sobre las modificaciones. “No es distinto a hacerse perforar el ombligo’’.
Falkner experimentó con varios métodos e instrumentos que incluyeron escalpelo y cordeles.
Ya se había hecho hacer numerosos tatuajes y perforaciones y dijo que se modificó más el cuerpo en parte por motivos estéticos y en parte para ver si podía hacerlo. Falkner maneja varios espacios en la internet dedicados al tema y dijo que recibe correos electrónicos de personas interesadas.
Por su parte García dijo que la gente le suele pedir implantes, lenguas bífidas, cicatrices u otros procedimientos en su tienda de Filadelfia.
Como varios programas de televisión muestran con frecuencia las tiendas de tatuajes y como cada vez se ven más perforaciones, más gente busca procedimientos para dar un paso más allá’’, dijo García. “He recibido preguntas de gente desde los quince años’’, dijo García, pero aclaró que no satisface pedidos de menores por motivos legales.
Tampoco lo hace la mayoría de los comercios establecidos de tatuajes y perforaciones.
 Las modificaciones extremas están prohibidas en algunos estados, incluyendo Texas y Delaware, que prohíben específicamente la división de la lengua. Pero otros procedimientos similares caen dentro de una zona incierta de la ley. Muchos artistas no los quieren hacer por temor a demandas o problemas de seguros, dijo García.
“Decididamente es clandestino’’, dijo. “Todos los que hagan implantes en sus comercios están corriendo un gran riesgo’’.
Afirmó que las consecuencias para la salud son el principal obstáculo a esa práctica. García se hizo remover sus implantes pectorales transdérmicos -un tipo de implante debajo de la piel pero que sobresale- después de algunos años.
Explicó que “tuve un par de infecciones molestas y una irritación constante’’.
Falkner también se hizo quitar algunos implantes de la muñeca porque constantemente se golpeaba o enganchaba en objetos. Doug McBride, vocero del Departamento de Texas de Servicios de Salud Estatales, dijo que las alteraciones clandestinas y no profesionales podían acarrear problemas.
“Si esto lo hace gente no calificada usando equipos e instalaciones no higiénicas ni asépticas, aumenta el riesgo de infección’’, advirtió. Bill Johnson, secretario de la Alianza de Profesionales del Tatuaje, coincidió en que las modificaciones más extremas y experimentales probablemente no son buena idea.
“Mi opinión personal es que es demasiado peligroso’’, dijo Johnson, cuyo grupo no asume ninguna posición oficial sobre la práctica. Muchos entusiastas de las modificaciones corporales no consideran para nada las consecuencias para la salud, dicen los expertos. García aconseja a los interesados a “pensarlo bien, porque no es tan fácil revertirlas como efectuarlas’’.
Pero muchos no creen que los obstáculos de salud o legales reduzcan la tendencia. Dicen que el impulso a ser diferente y creativo seguirá llevando a la gente a intentar modificaciones más extremas. “Está evolucionando al extremo en que a veces me asusto pensando en cuál será el próximo paso’’, concluyó García.  En internet: http://www.safepiercing.org/

 

   
SHEILA FLYNN DALLAS
AP
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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