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Domingo 24 de Septiembre de 2006
 
 
 
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  AJEDREZ
  Un cisma que ya es historia
Cuando Gari Kasparov abandonó enojado la Federación Internacional de Ajedrez y creó la Asociación Profesional de Ajedrez, se fracturó todo lo concerniente a competencias internacionales, rotura que hoy se está saldando.
 
 

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El cisma en el ajedrez, provocado en 1993 por el ansia de dólares y poder del entonces campeón mundial Gari Kasparov, llegan a su fin en la estepa del sur de Rusia, tras trece años de caos e incertidumbre.
Kasparov era, en aquellas fechas, el rey indiscutible. Había arrebatado el título a su mítico compatriota Anatoly Karpov en 1985 y lo había revalidado en 1986, 1987 y 1990.
Pero el “Ogro de Bakú” estaba descontento con la cuantía de los premios. Presionó todo lo que pudo, pero perdió la batalla y decidió finalmente abandonar la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) y crear, junto con el gran maestro británico Nigel Short, una organización rival: la Professional Chess Association (PCA) –Asociación Profesional de Ajedrez–, que a partir de entonces organizó sus propios campeonatos del mundo. El cisma del ajedrez acababa de empezar.
El primer campeonato del mundo de la PCA lo disputaron en 1993 sus fundadores Kasparov y Short, a 20 partidas. El ruso, que sólo perdió un duelo, ganó por 12,5-7,5 puntos.
Kasparov había sido desposeído de su título de la FIDE, pero el ruso se siguió calificando como campeón del mundo “clásico”, porque su campeonato seguía la tradición del enfrentamiento de dos hombres.
El propio Kasparov era el organizador único de “su” Mundial. No ponía el título en juego hasta que no encontraba patrocinador y acordaba con su rival las condiciones de dinero y escenario. Así, su primera defensa fue en 1995 ante al indio Viswanathan Anand.
El ruso se dedicó entonces a más lucrativas partidas. Fue la época de esplendor de sus enfrentamientos contra las máquinas “Deep Blue”.
El título de la PCA fue suyo hasta que lo perdió en Londres en 2000 frente a su compatriota Vladimir Kramnik, quien también heredó gustoso el título de campeón mundial de ajedrez “clásico”.
Ante el desafío de la PCA, la FIDE se movió rápido. Además de arrebatar el título a Kasparov, reestructuró su Mundial: el objetivo era atraer al mayor número posible de grandes maestros y hacer que su “facción” triunfase sobre los “rebeldes”. A partir de 1993 los campeonatos del mundo se comenzaron a disputar por el sistema del K.O., al estilo de un Grand Slam de tenis, con la participación de 128 jugadores.
El primer campeón de la Federación Internacional fue Anatoly Karpov (1993-1999), seguido del ruso Alexander Chalifman (1999-2000), el indio Viswanathan Anand (2000-2002), el ucraniano Ruslan Ponomariov (2002-2004), el uzbeko Rustan Kasimdzhanov (2004-2005) y el búlgaro Vesselin Topalov (2005), que cerrará para siempre esta lista de campeones.
A pesar del enconado enfrentamiento entre ambas organizaciones, durante largos años la FIDE no regateó esfuerzos por lograr un choque de reunificación. Pero sus intentos tropezaron siempre con la misma piedra que había provocado el cisma: las exigencias, en general económicas, de las partes interesadas.
Esta vez, sin embargo, las condiciones para la reunificación se dieron. Kasparov, el padre fundador de la PCA, tiene ahora 43 años y no sólo se retiró oficialmente del ajedrez, sino que volvió casi por completo la espalda al tablero. Sus esfuerzos se concentran ahora en la política, donde encabeza la oposición a Vladimir Putin y aspira un día a ocupar la presidencia de Rusia.
La reunificación provocó una gran satisfacción sobre todo en la FIDE. “Nuestros esfuerzos se vieron justificados en el verdadero espíritu de nuestro lema ‘gens una sumus’ (somos una familia)”, afirmó triunfante Kirsan Ilyumzhinov, presidente de la FIDE.
Otro que no ocultó su alegría fue Karpov, satisfecho de que después de largos años “vuelva el orden” al mundo del ajedrez.
“Ya era hora de que la FIDE pusiera orden y que tuviéramos un sólo rey”, afirmó el ruso sobre el futuro heredero de la que un día fue su corona, que se conocerá el 12 de octubre cuando concluya el Mundial unificado en Elista, capital de la república rusa de Kalmukia. Karpov aprovechó además para pedir que se ponga fin al “experimento” del Mundial multitudinario.
“La Federación Internacional no debería organizar más experimentos por sistema K.O. y en el futuro determinar el campeón, como es tradición histórica, sólo en la lucha entre dos rivales. Por tanto, el duelo es de gran trascendencia”.

 

   
VICENTE TORRES
DPA
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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