| A qué atribuye su triunfo sin necesidad de alianzas, mientras que el Frente Justicialista de Liberación cosechó el apoyo, oculto en muchos casos, de la mayoría de las fuerzas locales? –El triunfo del Movimiento Popular Neuquino se debe a la confianza del pueblo en la seguridad de que se a va a continuar desarrollando una política de progreso con orden y seguridad para todos y sin la menor discriminación. También ha contribuido a este aplastante triunfo la actitud prepotente de jerarcas políticos y sindicales que, subestimando la madurez del pueblo neuquino, pretendieron –con amenazas– torcer la voluntad electoral expresada el 11 de marzo. –¿El triunfo del Movimiento Popular Neuquino implica un enfrentamiento con el Movimiento Justicialista? –No tiene por qué implicar un enfrentamiento que no sea el lógico de la confrontación electoral, como el ocurrido en los últimos comicios. En lo que hace a nuestras relaciones con el movimiento, mal puede haber enfrentamiento cuando nosotros, desde 1955, hemos actuado dentro del movimiento peronista. Cuando constituimos el Movimiento Popular Neuquino, hace 10 años, lo hicimos sobre la base de la doctrina peronista, pero sin aceptar órdenes de ningún burócrata de Buenos Aires. Desde entonces, sólo nos basamos en nuestra Carta Orgánica, en la opinión de nuestros afiliados y en las decisiones de nuestras autoridades, libremente elegidas por las bases. Esa es la base ideológica de un partido provincial y federalista como el nuestro. Dentro de ese marco, nos suscribimos a la doctrina peronista. –Como partido provincial independiente, al margen de la disputa electoral, ¿cuáles son los puntos de coincidencia con el nuevo gobierno nacional y cuáles las áreas de posibles conflictos? –Las áreas de coincidencia se dan en todo aquello que sea nacionalizar los resortes básicos de la economía: depósitos bancarios, comercio exterior y demás medidas que tiendan al desarrollo de las industrias de base, pilares de toda política de liberación. Además, concordamos con todas las medidas tendientes a incrementar la distribución de los beneficios con los sectores laborales. Los posibles puntos conflictivos dependerán de la política federalista que aplique el gobierno nacional. Durante la campaña electoral no he advertido, por parte del Frente Justicialista de Liberación, demasiado énfasis en la defensa de los principios federalistas. –Durante la campaña electoral para el ballottage, el secretario general del Movimiento Justicialista, Juan Manuel Abal Medina, lo acusó de “traidor”. ¿A qué atribuye ese cargo, cuando su movimiento no forma parte del Partido Nacional Justicialista? –En esas acusaciones, hay una base de incomprensión de los postulados del Movimiento Popular Neuquino, muchas veces enunciados: aplicamos la doctrina justicialista de Juan Perón, pero no formamos parte del Partido Nacional Justicialista. Dentro de este marco, no acepto los agravios y las imputaciones efectuados por Abal Medina y otras autoridades del Partido Justicialista. –¿Qué actitud adoptarán, en la provincia y en el Parlamento, respecto de las medidas de cambio proyectadas por Cámpora? –Neuquén va a apoyar todas las medidas de liberación nacional y además alentará para que se cumplan. Estamos de acuerdo con todo lo que conduzca a un socialismo criollo, eminentemente nacional y dirigido por los peronistas. Seguimos diciendo que no nos asusta ningún cambio, por profundo que parezca, mientras sea argentino. –¿Cómo definiría el federalismo que propicia el MPN en esta etapa política que se abre en el país? –Para nosotros, el federalismo es justicia, conseguir trato igualitario ante el poder central, opinar sobre nuestros problemas y usar en algo nuestras riquezas. En Neuquén y en otras provincias patagónicas, tenemos humillantes situaciones de colonia en un país que es, a su vez, dependiente. Aportamos elementos vitales para la Nación –gas, petróleo, electricidad–, pero nada redunda en nuestro beneficio: no se hacen inversiones en la zona, salvo las indispensables para llevar nuestras riquezas y concentrarlas en el gran puerto. Ese trato colonial nos convierte en argentinos de tercera clase. Todos esos temas serán reactualizados en el gobierno popular que todos esperamos para terminar con el padecimiento del interior del país. El cuadro que describo nos impulsa a luchar contra la dependencia interna y externa. Creemos, como lo afirmamos en nuestra campaña, que no habrá liberación nacional con provincias oprimidas. |