| | Fue de aquellos que estaban en primer plano en tiempos en que hasta cantar era un problema. Jorge Cafrune no parecía un gaucho, era un gaucho con todas las letras.
Por eso, además de su legado musical, Cafrune desnudó la intolerancia en épocas de furia en la Argentina, tiempo en que le imputaron tener un canto “ideologizado”, como si tener ideas propias fuera un delito.
Jorge Cafrune fue el típico criollo que quería conquistar el mundo y apeló al atuendo bien gaucho para meterse de lleno en cuanto pueblo se proponía. En España por ejemplo, antes de conocer su música, lo admiraron por ser el primer folclorista que se animaba a llegar con esa ropa: bombacha, sombrero, botas. Sorpresa, admiración, respeto, en ese orden; eso generó Cafrune en España, objetivo que se planteó apenas dominó voz y guitarra, apenas hizo del folclore su idioma.
El 8 de agosto de 1937 nació Jorge Cafrune en Perico del Carmen (Jujuy) y, apenas tuvo edad, repartió su vida entre los surcos de la tierra, las cosechas, los caballos y su guitarra –comprada a los 10 años por 25 pesos de ese entonces–, socia entrañable de aventuras que sólo pretendían instalar el folclore como idioma de una marginada franja de argentinos.
Y Cafrune, hombre de canto y de ir a los grandes festivales con la misma modestia que a las peñas de la escuela, se presentaba siempre con la misma fórmula: “Soy hombre de campo”.
Jorge Cafrune se dio el lujo de fundar, junto a “Tutú” Campos y el “Coya” Vaca, los inolvidables Cantores del Alba, grupo en el que no estuvo mucho tiempo, y dejó el ritmo creciente de Buenos Aires para volver al norte del país. En el medio, un tiempo en Brasil y muchos temores, temores por lo complejo que era vivir en la Argentina, pensar como él pensaba, cantar con acento crítico y llevar ese aspecto “nada agradable”, como lo definían desde el poder. Cafrune recorrió el país completo a caballo, itinerario que nadie jamás se había propuesto ni se propuso después de él.
Cafrune no sólo decía, también hacía.
El final de su vida llegó cuando planeó una gira ecuestre de Buenos Aires a Yapeyú en la provincia de Corrientes. Realizaba esta hazaña para adherir a los 200 años del nacimiento del Libertador San Martín. Mientras cabalgaba en las afueras de Buenos Aires, el 1 de febrero de 1978, fue atropellado por una camioneta, recibiendo heridas que le causaron la muerte.
Hasta la fecha este accidente no está resuelto o, mejor dicho, es uno de los tantos hechos oscuros que el país jamás pudo aclarar.
Cafrune, una voz que orilló lo único. |
JORGE VERGARA
