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Domingo 06 de Agosto de 2006
 
 
 
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  ENTREVISTA A MADELAINE ALBRIGHT
  “Irak puede terminar en un desastre”
La ex secretaria de Estado de la administración Clinton critica  contenidos de la política exterior del gobierno de George Bush y estima que se está desvirtuando el concepto de democracia.
 
 

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n su nuevo libro “The Mighty and the Almighty: Reflections on America, God and World Affairs” (El poderoso y el Todopoderoso: reflexiones sobre Estados Unidos, Dios y política exterior) , usted admite haber subestimado el rol que llegaría a jugar la religión en los asuntos exteriores.
–Las personas no estaban preparadas para eso. Yo no lo estaba. Crecí con el modelo del actor racional en la política exterior. La idea de que uno está tratando con alguien que atraviesa por procesos racionales y no por procesos espirituales.
–Uno podría argumentar que es totalmente racional ser espiritual.
–No. Racional quiere decir lógico, no basado en la fe. Un actor racional calcula la relación costo beneficio de las cosas.
–Usted fue entrenada para tratar de contener al comunismo que era ateo.
–Personas de mi generación, que fueron entrenadas en historia y política, siempre dirían: “La política exterior es muy complicada y, si usted involucra a Dios, es más complicada aún”.
–Sí, lo sabemos desde el conflicto palestino que usted trató, con tanto ahínco, de resolver. Como la secretaria de Estado durante el gobierno del presidente Clinton, ¿qué siente cuando lee los diarios hoy en día?
–Enferma. Un montón de cosas en las que nosotros trabajamos por ocho años se han deshecho. Es muy duro.
–¿Cuál considera usted que es el error más grande de esta administración?
–Lo que realmente me preocupa es que esta democracia está convirtiéndose en una mala palabra, porque es identificada con cuestiones como ocupación e imposición. Yo estoy por la democracia, pero imponer la democracia es un oxímoron. Las personas tienen que elegir la democracia y ésta tiene que surgir desde abajo.
–¿Vio a Saddam Hussein como una amenaza para este país?
–El fue un hombre horrible. Pero no pensé que fuera una amenaza inminente para los Estados Unidos. Uno puede ir a la guerra con cualquiera que le disguste. Pienso que Irak puede terminar siendo uno de los peores desastres de la historia política exterior americana.
–Sin embargo, usted y ‘Condi’ Rice, la actual secretaria de Estado, fueron educadas por el mismo profesor –Josef Korbel, un diplomático checo quien fue decano de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad de Denver y que resultó ser su padre.
–Lo que me gusta de ella es que continúa dando crédito a la gran influencia que mi padre tuvo sobre su persona. Es notable que este profesor checo, emigrante haya formado a dos secretarias de Estado.
–Me imagino que usted la conoce desde hace largo tiempo.
–Mi padre murió en 1977. Yo estaba en casa y había muchas flores, y entre ellas había una cerámica con la forma de un piano. Le pregunté a mi madre quién lo había enviado: “Es de parte de la estudiante favorita de tu padre, Condoleezza Rice”.
–Usted fue criada como católica pero se enteró en los 90 que sus padres se habían convertido del judaísmo y que tres de sus abuelos fueron asesinados por los nazis. ¿Se ve a sí misma como judía ahora?
–No. Yo fui bautizada. Mi nombre es en realidad Marie Jana. Me pusieron ese nombre por la Virgen María. Así es como crecí. Es muy difícil cambiar totalmente cuando tienes 60 años.
–Es decir, usted todavía se siente católica en su corazón.
–Me siento una mixtura entre católica y espiscopal, la religión de mi ex esposo.
–Se ha transformado en un cliché decir que una mujer poderosa espanta a esposos y amantes. ¿Piensa usted que esto es cierto?
-Creo que nunca hubiera sido secretaria de Estado si hubiera estado casada. Pero amé el hecho de tener un matrimonio. Y estuve casada durante 23 años. Estaba muy triste cuando terminó.
–¿Se casaría otra vez?
–Lo dudo.
–¿Por qué no?
–¿Por qué?
–¿Por tener a alguien junto a usted?
–Tengo mucha compañía. Estoy en mis 69 años y tengo tres hijas, tres yernos y seis nietos. No estoy pensando en encontrar a un hombre. Y realmente no puedo imaginar quien allá afuera podría estar interesado en alguien como yo. Soy intimidante ¿no lo cree?
–No me gustaría tener que luchar contra usted.
–Hago ejercicios tres veces por semana y puedo levantar 50 libras con las piernas en la prensa del gimnasio.

(Traducción: Claudio Andrade)

Hoy tiene 70 años.
Y mantiene inalterable su gusto por lucir, inexorablemente, un alfiler de diamante en la solapa de sus suéteres, trajes y bléiseres rojos.
“Madelaine es enormemente polémica”, sentencia la periodista Shere Hite en su serie de reportajes “Mis mujeres favoritas”. Luego, acota: “La critican tanto de derecha como de izquierda. los programas de televisión la obligan a defender políticas indefendibles de los Estados Unidos y su biografía es tan dramática como puede serlo una película. Su padre, Josef Korbel, era diplomático en la antigua Checoslovaquia y desempeñó puestos en Belgrado, Londres y Praga antes de emigrar con su familia en 1938. De hecho, ella fue educada en el catolicismo para evitar la persecución nazi. A la familia le fue otorgado “asilo político” en los Estados Unidos –no se los consideró inmigrantes– y sus padre encontró trabajo en la Universidad de Denver. No obstante, en 1997 ella averiguó que, en realidad, era judía, aunque la hubiesen educado como católica, y que sus abuelos murieron en el campo de concentración de Auschwitz.
Como secretaria de Estado extirpó sus “instintos partidarios”, pero ni bien volvió al llano se lanzó de lleno a la militancia en el Partido Demócrata.
Hoy trabaja con ahínco para que en las elecciones parlamentarias de noviembre, los demócrata inflijan una dura derrota al poder del republicano George Bush.
Ferviente alentadora de estrechar al máximo los lazos entre su país y la Unión Europea, Albright sostiene que la política exterior de Clinton fue formulada desde una creatividad que “jamás será posible en los republicanos”.

La rubia del alfiler

 

   
DEBORAH SOLOMON
“The New York Times”
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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