¿Veinte años sin Borges ? No. Veinte años más con su obra. Cuando la creación borgeana se independizó de la carcasa de carne y hueso que fue la figura de su autor, se expandió se expande libremente. Libre de las interpretaciones a las que la ataron las declaraciones circunstanciales de la persona que la concibió. Libre de los rencores ocultos de quienes la rodearon. Así va logrando que ya todos sus lectores la valoremos por sí misma, por lo que ella es, por las múltiples inquietudes que nos plantea y por la perfección de su forma. Una vez más la palabra, como el amor, vence a la muerte. La obra de arte vive, más allá de los tiempos y de los espacios, universalizada, perenne. Se habrá perdido todo, nos queda la palabra... "Si en las letras de rosa está la rosa"... en la perfección y la belleza de sus escritos sigue un Borges del que nos queda la esencia: una producción a la que bien puede aplicarse aquel perfecto verso de "Fundación Mitológica de Buenos Aires": "... la juzgo tan eterna como el agua y el aire". |