Granaderos
Los soldados especializados en lanzar granadas se llamaron granaderos y constituían batallones de elite. La granada más antigua de la que se tiene conocimiento es un rudimentario depósito redondo de barro lleno de pólvora y provisto de una mecha que fue fabricada en Italia en 1427. Su nombre proviene de su parecido con la fruta y su utilización se generalizó en Francia en los siglos XVI y XVII. Los granaderos eran, por lo general, los soldados más altos y poderosos del regimiento y esto tenía que ver con su mayor perspectiva visual, la potencia de lanzamiento que les daban sus largos brazos y la buena contextura física.
El perfeccionamiento del mosquetón dejó obsoletas estas unidades, que conservaron su denominación y mantuvieron su perfil físico, como su reputación de bravura y tropa de elite.
Mambrú era Marlborough
Durante la Guerra de Sucesión Española, un capitán del ejército inglés derrotó en varias ocasiones a los franceses; su nombre era John Churchill, primer duque de Marlborough. En la batalla de Malplaquet los franceses perdieron, pero creyeron que el duque había muerto en combate. Para celebrarlo, le compusieron una canción burlesca con una tonada que se cree que data de la Edad Media, cuando los ejércitos europeos marcharon hacia Jerusalén para pelear en las cruzadas. La pieza comenzaba con el familiar estribillo: "Marlborough se fue a la guerra/ Mironton, mironton, mirontaine/ Marlborough se fue a la guerra/ Nadie sabe cuándo vendrá". A fines del siglo XVIII, la composición fue resucitada por la nodriza del hijo de Luis XVI y la reina María Antonieta, que disfrutaba mucho de la pieza, la puso de moda en Francia como canción infantil. Con los españoles llegó a América, donde se fonetizó el nombre.