RIO NEGRO WEB
REGISTRARSE
TITULOS SECCIONES SUPLEMENTOS OPINION CLASIFICADOS SERVICIOS NUESTRO DIARIO PRODUCTOS ONLINE
podio RURAL DEBATES GUIA OCIO eH! HOGAR ESPECIALES ON LINE ECONOMICO CULTURAL ENERGIA
  Sábado 15 de Marzo de 2008  
 
 
>>Ediciones ANTERIORES
   
 
  \"Yo no escribo en contra de mi naturaleza\"
 
 

Click para ampliar

Con dos o tres cosas muy importantes las que expresa Fabián Casas cuando escribe. En primer lugar, le dice que no a la literatura entendida como monumento, como tótem intimidante al que peregrinar y ante el cual agachar la cabeza y pedir permiso para decir lo que se tenga ganas de decir y publicar lo que se pueda publicar.

También dice que como uno de estos días puede que el mundo llegue a ese punto en que "nos van a tener que reconocer por la dentadura", o sea que puede ser que el fin esté cerca, lo mejor que hay para hacer mientras se espera, sin prestar tanta atención al fatal desenlace, es contar historias y escribir poemas.

En su caso, no hacerlo sería una conspiración contra la propia salud ("si no escribo me enfermo", dice). Lo otro que dice Casas -y tal vez sea parte de lo que resume mejor su literatura- es que, para él, la única diferencia entre un buen cuento y un buen poema es de índole musical y no tiene tanto que ver con la forma: "Primero escucho una música en el oído. Esa música es una frase. Si es larga, ya sé que da para un cuento; si es más corta, lo más probable es que sea una poesía. No encuentro otra diferencia entre qué es cuento y qué es poesía".

Casas nació en Boedo hace 42 años. Como periodista, trabajó en el diario "Clarín" y participó del desarrollo del diario deportivo "Olé". Es poeta, cuentista y ensayista. Su posicionamiento dentro de la literatura argentina comenzó bien desde abajo. En revistas de escasa circulación, algunas de las cuales lo tuvieron como impulsor, y en editoriales chicas en las que dio a conocer sus poemas y relatos.

Es dueño de un estilo directo, con el que suele escribir sobre su juventud y los mitos que de ella se desprenden. Casas logra algo que parecería sencillo: hacer universal lo que

le sucede a los pibes que se juntan en la esquina de un barrio de Buenos Aires. Como lo plantea con mucha belleza, logra que lo entiendan todos. Esas historias suyas valen para Moscú y para Lomas de Zamora.

Es, además, un hincha fanático de San Lorenzo de Almagro. A tal punto que debió recibir atención médica después de una goleada que Boca le propinó a su club el año pasado. Ese día fue a la cancha con su padre y, después de tratar de explicarse lo inexplicable, de no encontrar respuestas y de seguir con el pecho estragado por la irracionalidad del resultado, se sometió a un cóctel de analgésicos y whisky para mitigar los efectos de esa tarde patibularia. "Terminé en el Hospital Alemán", dice con el rotundo desprejuicio que ostenta para llegar siempre por el camino más corto a la esencia de lo que elige contar.

Escribe desde los 11 años y propone que tal vez ahí esté la clave para entender la engañosa sencillez de sus textos, el despojo de su prosa diáfana por momentos tan rápida e iluminadora como sus poemas.

Cuando se le pregunta, Casas no avanza mucho más allá en las explicaciones sobre el origen de su estilo. Insiste en que para él lo importante es escribir.

-Yo creo que detrás de cómo escribo están el tiempo de escritura y el de lectura. También escucho mucho cómo habla la gente. Y supongo que el habla de mis amigos del barrio fue muy estimulante para mí. Hay una máscara y un estilo formados por todas estas cosas -dice.

Lo cierto es que el barrio, esas voces que fueron las de Casas y sus amigos en Boedo, son una constante de su obra. Una muestra sustancial de esto la dan los relatos reunidos en "Los Lemmings y otros" (Santiago Arcos Editor; hay una segunda edición de 2007), textos atravesados por ciertos fogonazos biográficos que llevaron a los desprevenidos a pensar que la fluidez con que se lee el libro es producto de la veracidad de lo que se narra. Más apropiado sería decir que en esos textos está la verdad de la poesía, una verdad que se escabulle de las definiciones, una verdad imposible de decir que se asemeja tanto al vacío y que sin embargo tiene vida propia.

-El primer relato de 'Los Lemmings...' lo escribí en Iowa -en EE.UU., a donde fue tras recibir la beca Fullbright y donde participó del Programa Internacional de Escritores de esa ciudad-. Fue una semana en la que no paraba de llover. Tenía una idea en la cabeza y la escribí de un tirón y salió el primer relatito. Simplemente eran anotaciones para no olvidarme y al final quedó así. De a poco mis relatos se fueron organizando en torno a un centro. No tengo una estructura premeditada, van saliendo así. Yo trabajo y corrijo. Hay poemas míos que tienen 30 correcciones.

-La poesía está muy presente en tus cuentos.

-Yo siento que siempre escribo poesía. No podría hacer una distinción. Para mí la literatura también es una construcción colectiva. Yo escribo con todos, con los muertos y con los vivos. Me gusta mostrarle lo que escribo a la gente que va a decir la verdad de lo que piensa. Después, por supuesto, yo tomo las decisiones.

Hace seis meses publicó su último libro, "Ensayos bonsai" (Emecé), una recopilación de artículos escritos durante 10 años y publicados previamente en "Diario de Poesía", en el suplemento de cultura de "El Ciudadano" de Rosario, en las revistas "Otra Parte" y "La Mano" y los blogs "El señor de Abajo", "Mal Elemento" y "El Remisero Absoluto".

Son textos rápidos, que cumplen en ofrecer nuevas lecturas de canónicos y viejos consagrados como T.S. Eliot, Ezra Pound, Kart Vonnegut y William Faulkner ("un crack"), entre muchos otros. Y por otra parte, abren cierta puerta a nuevos autores y a otros conocidos a menor escala, que influyeron en la poesía que escribieron y escriben en Buenos Aires algunos de los poetas que ahora tienen entre 40 y 50 años. Entre esos autores, que destaca Casas, se encuentra Ricardo Zelarayán ("intraducible y verdadero ídolo de las nuevas generaciones poéticas"), protagonista encubierto de un texto hermoso titulado "Función social de la poesía", incluido en "Ensayos...".

Adelante, al medio y sobre el final, en ese mismo libro, están los nombres de Paul McCartney, Sid Barret, Robert De Niro, César Aira, Samuel Beckett, Osvaldo Soriano, Roberto Bolaño, Washington Cucurto y el fútbol y Boedo y San Lorenzo de Almagro, como una sucesión de diapositivas afiebradas de noches en las que es necesario ir al centro de las cosas y como hoja de ruta de las lecturas y los días de Casas de un buen tiempo a esta parte.

-El primer ensayo tiene también casi diez años -cuenta-. Después los fui escribiendo sin intención de publicarlos. Lo que pasa es que en un momento Emecé quería publicar algo mío y lo único que tenía era esa acumulación de textos. Y Santiago Llach, que es un amigo y un poeta y un editor adjunto de Emecé, me dijo: "Publiquémoslo". Él fue el ingeniero de sonido de ese libro. Digo: él vio que eso era un libro. Los bonsai tienen una urgencia -dice Casas-. Pasaba algo y yo quería dar opinión sobre eso, para aclarármelo a mí. Algunos los escribí en cinco horas, en medio de otros laburos, de un tirón, como un impulso. Y otros en dos semanas.

-En el libro, como en otras partes de tu obra, hay un gran respeto por algunos autores consagrados, pero a la vez proponés, en la forma de contar o en los temas, una desacralización de la literatura.

- Yo quiero que la gente vea que también se puede escribir así. Equivocándote, repitiéndote. No pretendo que nadie me discuta, no me gusta esa perfección. La otra vez me encontré con un crítico y me decía: "¿No te preocupan los flancos débiles?". No, a mí no me preocupa nada de todo eso, me interesa que la gente vea los flancos débiles y también lo mejor que tiene el libro. La gente se enferma por querer tener la última palabra. Además, yo no puedo ir en contra de mi naturaleza. Si yo en mi vida cotidiana hago algo que me hace mal, lo termino pagando con enfermedad. Yo no escribo en contra de mi naturaleza. La escritura para mí es algo vital. Yo hago karate, también. Y paseo con mi perro dos horas todos los días. Porque lo siento así. A los 42 años, no quiero hacer cosas que no me interesen. Si no escribo como soy, se me vuelve como enfermedad.

-En "Ensayos bonsai" hay un rescate interesante de Carlos Castaneda ("Las enseñanzas de Don Juan", entre otros) ya no como antropólogo sino como novelista.

-Yo estudié filosofía. Estudié filosofía oriental y también la rama más esotérica de la filosofía, y ahí entra Castaneda en mi vida, que está apaleado por todos los críticos. Y esto tiene que ver con lo que hablábamos recién: si yo realmente respetara lo que dice el status quo acerca de cuáles son los autores sobre los que no se puede escribir bien, no hubiera escrito sobre Castaneda. Pero entonces no sería yo. Para mí es un gran escritor.

-¿Cómo definirías el momento de la literatura argentina actual, el auge de nuevos narradores?

-Me parece que está todo supervivo. Está bueno que existan nuevos narradores, que te critiquen y te modifiquen con sus críticas y sus lecturas. Pero a mí me gusta pensar la literatura sin anteponer nacionalidades. Para mí Faulkner, desde el punto de vista de la cercanía que siento con él, es argentino. Cesar Vallejo también, por el mismo motivo, sería un poeta argentino. Son escritores que tengo todo el tiempo presentes. Como a (Witold) Gombrowicz, por supuesto Borges, Cortázar en algunos momentos, Arlt y Rodolfo Walsh, un tipo extraordinario tanto por lo que escribió como por lo que vivió.

-¿En qué estás trabajando ahora?

-Con los ensayos se publicó todo lo que escribí. No tengo nada más que yo considere que está para publicar. Después tengo una especie de novela, en tres partes, pero que no puedo terminar de construir todavía. Y algunos relatos que debo seguir trabajando.

Fabián Casas, sobre el final, habla de Eloísa Cartonera, la editorial que emplea a, precisamente, cartoneros en Buenos Aires, donde se hacen libros con tapas de cartón y que ha publicado, entre muchos otros nombres, a Ricardo Piglia, Alan Pauls, Fogwil, Enrique Lihn, Marcelo Cohen y César Aira.

-El proyecto es de Cucurto. Yo sólo colaboré con los medios de comunicación, en cómo hacer que el proyecto pegara como pegó. Lo que nos importaba era cumplir con esa función social. Y también dar a conocer autores que las grandes editoriales no publican pese a que en muchos casos tienen los derechos de sus libros. Publicar autores fundamentales de otros lados de Latinoamérica y hacer circular lo que se está escribiendo también en Buenos Aires. Una operación rápida, como de guerrilla. De ataque y repliegue. Y que los libros se lean.

   
   
 
 
 
Alternativ@s en Facebook Encontranos en Facebook
Alternativ@s es el espacio para que organices tus salidas culturales, conozcas a los artistas de la región y mucho más. Ingresa.
Salud
  Violencia de género: Noticias que salvan vidas Amnistía Internacional lanzó en Argentina un manual para el abordaje periodístico sobre el tema.
Salud
  Por la licenciada Laura Collavini
1 "Esto es una película, no me puede estar pasando"
2 Millonaria operación para construir un lujoso hotel en Bariloche
3 Unter define, con otros números, si levanta o ratifica el paro
4 "Uno de ellos dijo: 'Venimos de laburar, matamos a un viejo'"
5 VISTO Y OIDO EN NQN
1 Unter define, con otros números, si levanta o ratifica el paro (14)
2 "Esto es una película, no me puede estar pasando" (10)
3 El oscuro camino de la plata de Temux (10)
4 Millonaria operación para construir un lujoso hotel en Bariloche (10)
5 De todo menos conciliación tras la querella de Rodríguez a Soria (8)
 

En las rotondas tiene prioridad quien circula en ellas a menos que haya señalización en contrario.

  Vea imágenes enviadas por nuestros lectores. Ustedes también puede participar CLICK AQUI.
 
»Contenidos, microprogramas y archivos multimedia. Una manera distinta de abordar la realidad.
Podcasts
»Un espacio destinado a compartir reflexiones, ideas, conocimientos, y mucho más, ingresá!
Blog eh!
Blog Mediomundo
Blog Vientos de Cine
Blog Hijas de Eva
Blog Fuera del Expediente
Blog En defensa propia
Blog Plantas y Mascotas
El blog del Coya
Lo mejor del dia
Blog Cronicas de la Moda
 

Río Negro on line te invita a que compartas tus imágenes. Sumate!

  El espacio de los pescadores. Envíen sus fotografías!
  Vea Imágenes de lectores
Sea protagonista de la Información. Click para enviar Imágenes.
  •Edición especial Rio Colorado
•Edición especial Río Negro
  ¡Nero gratuito!
Una de las herramientas más prácticas y rápidas para la grabación de CDs y DVDs
 
AIC Autoridad de Cuencas
AIC Autoridad de Cuencas
 

Link:
» Tapa Impresa
» Titulares
» Registrarse
» Ayuda
» Contáctenos

» Publicidad ONLINE

 
»A un año de la tragedia que conmovió a Neuquén
»La democracia que no llega a los parajes rurales rionegrinos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  Diario Río Negro
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina.
Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
  Todos los derechos reservados | Copyright 2007 |CERTIFICA