Su director, el dibujante y escritor Alejandro Aguado, señala que esa "movida" involucra a numerosos autores de los años 90 y otros más nuevos. Y explica a Télam: "La Duendes fue una novedad en una región con escasa tradición en publicaciones especializadas en historieta y humor gráfico".

Esta revista de aparición trimestral intenta reflejar una producción desconocida a nivel nacional, ya que existen -dice Aguado- "libros creados y editados en Patagonia, títulos best-sellers que, si bien trascendieron al exterior, permanecen ignorados en Buenos Aires".

El antecedente de esta revista es "Duendes del Sur", de 1991, también piloteada por Aguado: "Fue la primera revista de historietas de Chubut, editada en Comodoro Rivadavia; aunque la primera en la Patagonia fue 'Alquitrán' de Neuquén". Además, "El Sistema" de Río Negro y "El Humor de la Semana" de Santa Cruz.

"Duendes del Sur" se convirtió a inicios de los 90 en el suplemento "El Espejo. De los dibujantes del sur", del diario "Crónica" de Comodoro Rivadavia, el de mayor tirada de la región central de Patagonia.

Lamenta Aguado que los dibujantes patagónicos, "como ocurre con los de Córdoba, Tucumán o Salta, no trasciendan a nivel nacional debido a que trabajan en revistas regionales. En cambio los de Buenos Aires o ciudades vecinas se conocen a partir de medios gráficos porteños con distribución nacional".

De todos modos, destaca Aguado, un número significativo de autores patagónicos, como Jorge Alderete, colaborador de "Fierro" y "Clarín", o Wachio Zkater, quien trabajó para "D'Artagnan", "El Tony" y editoras norteamericanas como Marvel, Dc Cómics.

La distribución de "La Duendes" es peculiar: "Cada número rota por regiones mes a mes: capital, norte de Patagonia, varias ciudades del interior del país, Chubut y Santa Cruz. Hay que tener en cuenta que al editarse desde Patagonia los costos se incrementan, sobre todo en lo referido al transporte".

Tras señalar que el público lector de la revista va de los 25 años en adelante, el dibujante y escritor agrega que el interés por el género se mantiene pero se modificó el gusto del lector, la edición y la circulación.

"Las revistas impresas ceden a la edición de álbumes y ediciones digitales. El lector está fragmentado por gustos: el manga japonés, con mucha aceptación de los más jóvenes, luego los superhéroes y finalmente lo que se realiza en el país", evalúa.

En esa misma dirección, apunta: "Hoy la tradicional 'escuela de dibujo argentina', reconocida mundialmente, no existe. Persiste cierta subestimación por el género, aunque en gran parte del mundo se lo considere un arte 'mayor'".

"La historieta, además de sus aspectos técnicos y lenguaje específico, integra todos los aspectos de las artes gráficas y plásticas", explica.

Aguado lamenta la marginación del género en suplementos culturales de difusión nacional, que centran su contenido en una supuesta "alta" literatura. Y anota esta paradoja: varios referentes de esa misma literatura son, a la vez, guionistas de historietas como Pablo de Santis o Guillermo Saccomano.

"La situación de los diarios regionales -dice-, que se caracterizaron por abrir sus puertas a los creadores locales, cambió. Las agendas periodísticas de los diarios tradicionales son restringidas, limitándose a reflejar aspectos de los sucesos de la vida cotidiana. En ese contexto los dibujantes no tienen espacio".

Frente a esto, el director de "La Duendes" destaca el papel de pequeñas editoras que crecen publicando álbumes y revistas: "Como las editoras Domus, Thalos, Ex Abrupto y Doedytores. Algo similar ocurre con revistas que sacan historietas, como 'La Mano' y 'Barcelona'". Es indudable que en el "tono" de esta revista trabaja el estilete del sarcasmo. Su humor gráfico, dice su director, "trata de reflejar nuestra realidad a nivel regional y nacional".

"La historieta y el humor gráfico permiten abordar temáticas que desde otros lenguajes resultarían 'serios' o panfletarios. El humor y la sátira se van a acentuar en los próximos números", especifica.

El dibujante, que hoy publica en el "Diario del Corredor" -"un medio nuevo, que comprende a todas las localidades del sur de Chubut"-, no reconoce influencias claras en su dibujo, pero nombra entre sus gustos diversos "al español Miguelanxo Prado, Carlos Nine (un genio), el Altuna de los 80, Alberto Breccia (el de 'Mort Zinder'), el Enrique Breccia de 'Alvar Mayor' y 'El Sueñero', Ignacio Noé (uno de mis maestros), el cordobés Peiró, el humorista Langer o el artista plástico Carlos Alonso". (Télam)