Ramona Giménez. Forma parte de la comunidad Barrio Qompí, ubicada en Pozo del Tigre, en Formosa. Es pilagá, tiene 38 años y se desempeña como dirigente de la Federación de Comunidades Pilagá.
"Actualmente trabajo para la gente, para la comunidad; es decir: hago lo que para mí es la política. Ayudo a las comunidades a defender nuestros derechos y a hacérselos ver. Siempre participé del Partido Justicialista, es donde estoy trabajando actualmente. También participé del radicalismo y con una propuesta del ARI. Evalúo que en la política hay mucha discriminación, porque la gente blanca parece que piensa que somos ignorantes, hace que nos sintamos inferiores.
"Cuando estaba como candidata para la Asamblea Provincial Constituyente, para la reforma de la Constitución provincial, en 2001, fui a ver a un amigo y le pregunté si me podían apoyar: 'Vos sos mi amigo, me tenés que dar una mano'. Y me dijo que sí. Al otro día, me dijo: 'Che, yo le dije a mi familia que tenemos que apoyarte y me dijeron 'no, cómo vamos a apoyar a esa india, no podemos apoyar a una mujer que es india''. No se pudo llegar a constituir la candidatura. No creo que haya sido por ser mujer, creo que fue por ser indígena. Acá hay más cantidad de gente blanca. Hay pocos aborígenes; hay 400 votantes pilagá en la zona de Qompí y 400 wichís. Un candidato tiene que llegar a 600 votos para entrar a la concejalía (...) Yo sé lo que es el sufrimiento de una persona cuando no tiene nada para comer o cuando la gente la discrimina o cuando se va al colegio y no entiende el castellano.
"Todas esas cosas las viví. Entonces, siempre digo que si puedo llegar a un cargo político, me dedicaría especialmente a las personas realmente necesitadas. Ése es mi sueño".