BEATRIZ SARLO
Sinónimo de formación académica de primer nivel, fue una pésima estudiante universitaria.
"Hasta los quince años fui una chica completamente adaptada a la institución. Todas mis inadaptaciones institucionales vinieron después, en la universidad no estudiaba y fui una pésima alumna.
"Cuando terminó el secundario, ¿sabía claramente qué quería estudiar?
"No sabía bien. Primero me fui a Filosofía. Pero me bocharon en Introducción a la Filosofía y entonces me dije: 'No sirvo para Filosofía' y me paso a Letras.
"Quién diría...
"En la universidad, mi relación con la institución se quebró. Me interesaba más el mundo que rodeaba la facultad: las galerías de arte, el teatro. Eran los '60. Ni siquiera me interesa la política".
(Pág. 318)
MARCELO LEMA
Ex CEO de IBM, triunfó en el mundo de microprocesadores y chips gracias a su formación humanística.
"Estamos en una realidad globalizada. Se pueden capitalizar los recursos que tengas en todo el mundo para cubrir una oportunidad del mercado en cualquier otro lugar del planeta. En una realidad tal es esencial comprender cómo funciona el mundo.
"Y las armas para eso se las dio su carrera humanística.
"Exactamente. Me las dio la formación general. (...)
"En su historia es notable la sistematicidad y la alineación. ¿De dónde nacían? Porque en su familia no había una tradición ni académica ni corporativa.
"Todo lo que mis padres pudieron darme fue una orientación general: que la educación podía ser relevante y que el lugar a donde podías llegar lo determinabas sólo vos. Pensemos esto: el mundo actual es un mundo caracterizado por discontinuidades de todo tipo. Sólo sabés que hay cosas que van a ser relevantes y fundamentales. Por ejemplo, que el mundo va a ser más globalizado nos guste o no, que la tecnología va a jugar un rol cada vez más importante y que la educación va a ser un diferenciador".
(Pág. 172)
GREGORIO KLIMOVSKY
Referente indiscutido en el campo del saber más riguroso: la filosofía del conocimiento y la matemática. Nunca obtuvo su título universitario de grado.
"En el secundario se convirtió en 'un muy buen alumno, alumno de 10'. Pero aclara: 'Tampoco de ser el vago. Yo tenía un ingenio que no me explico'. El profesor Igartúa explicaba muy bien pero tenía 'algunas concepciones erróneas': exigía una carpeta. 'Siempre odié esa exigencia'. Y se las ingenió para no hacerla. Lo aprobaron igual".
(Pág. 159)
DANIEL NOVEGIL
CEO de Ternium, Grupo Techint, empresa que agrupa a tres gigantes: Siderar de la Argentina, Hylsa de México y Sidor de Venezuela.
"¿Cómo se le ocurrió a un chico de clase media trabajadora, en una época en que los posgrados no estaban tan generalizados, hacer un máster afuera?
"Había muy pocos argentinos que seguían estudiando en el exterior y los que lo hacían tenían algún legado paterno o porque tenían mucha plata.
"Exacto. Entonces, ¿cómo fue en su caso?
"Siempre tuve en la cabeza que tenía que tener niveles de excelencia. No estaba tan generalizado pero quería ser el mejor.
"(...) Las profesoras de inglés estaban en todos los barrios. Yo llegaba del colegio y mis amigos se iban a jugar fútbol a la esquina. Yo agarraba los brolis y me iba a estudiar inglés a la profesora del barrio. Salía y todos me cargaban".
(Pág. 238)
TOMAS ABRAHAM
Es una de las voces más originales de la filosofía actual en la Argentina.
"Creo que es mucho más importante lo que pasa en la casa que lo que pasa en la escuela. Y no es una cuestión de horarios nada más. Es el trato con los padres. Qué relación tenés con tus padres".
(Pág. 37)
GABRIEL CAVALLO
Camarista
"Cuando era chico había dos temas. Primero, que era asmático. Eso me puso en una posición de discriminación respecto de los otros chicos. Mis viejos me sobreprotegían y yo me sentía como discapacitado. (...) El otro tema es que yo soy metodista.
"¿Qué implica ser metodista?
"La iglesia metodista es una rama de la iglesia protestante en los EE. UU. Me dio una formación muy liberal y muy disciplinada. Y en un país mayoritariamente católico, los metodistas son una minoría.
"(...) Eso me hizo ver la vida desde otro lado. Tenía que oponerme al pensamiento mayoritario".
(Págs. 58 y 59)
