Pietro Gallo fue un médico nacido en Venecia, Italia, que como partisano luchó contra el régimen fascista y un día decidió buscar nuevos horizontes en América. En julio de 1952, llegó a Chos Malal con la idea de quedarse cinco años, aunque nos dejó recién 17 años más tarde.
Mi primer contacto con el Dr. Gallo fue a través de testimonios de pacientes de Tricao Malal y la costa del Curileuvú, los que relataban con admiración, respeto y gratitud, episodios protagonizados por este médico en tiempos de pioneros sanitarios. Más tarde, a esas referencias se fueron sumando las de compañeros de trabajo, que no sólo destacaban aspectos profesionales, sino fundamentalmente humanos, vinculados con la búsqueda constante de justicia y equidad. La primera agente sanitaria de nuestra zona, Pocha Alvarez, lo recuerda así: "El Dr. Gallo era muy parejo, no tenía diferencias, si lo llamaba una mujer de la chacra iba y si lo llamaba alguien de apellido también...".
Hasta la década del 60 no había ni odontólogo ni radiólogo ni bioquímico en el hospital, Gallo entonces, además de atender pacientes en consultorio y operar, hacía los análisis y las radiografías y hasta extraía muelas, aprovechando lo aprendido en su Venecia natal, donde había abandonado un promisorio futuro profesional. Siendo durante muchos períodos el único médico del norte neuquino, también salía al campo cuando se lo requería y, aun en condiciones de muchas limitaciones y desafiando no pocos obstáculos, intentó siempre hacerse cargo de cuanto paciente necesitase asistencia, resolviendo las dolencias.
Gallo fue un hombre de una vitalidad deslumbrante que no se limitó sólo a hacer su trabajo de médico, también se destacó en actividades sociales, educacionales y deportivas. Siempre atento a las necesidades de los más humildes, en su casa pernoctaba gente de campo que llegaba a Chos Malal a quienes muchas veces daba de comer. En la pileta que hizo construir en el predio de la casa de calle Urquiza, aprovechando el canal, acudían muchos niños chosmalenses en los días de verano.
Fue un pionero y, aunque no fue el primer médico de Chos Malal, sí fue el primero en quedarse tantos años, muchos de los cuales estuvo sólo, debiendo afrontar situaciones complicadas que asumió con decisión y coraje, con dedicación por sus pacientes, sin discriminación de ningún tipo. Fue un profesional criterioso a la hora de asumir conductas médicas, según cuentan sus colegas, y un ciudadano comprometido, generoso, solidario y austero que nunca abandonó sus ideales de juventud.
En 1969 dejó Chos Malal para trasladarse a Neuquén capital donde ejerció sus funciones de médico en el Hospital Neuquén. Muchos de sus pacientes chosmalenses y familiares de éstos lo siguieron a Neuquén buscándolo para seguir siendo asistidos por él, lo cual habla a las claras del prestigio que supo cosechar a lo largo de su estancia en la zona norte.
Pietro Gallo fue un puente en la historia de la salud en Chos Malal. Fue de alguna manera el paso de la medicina científica artesanal de pocos recursos, de frecuente soledad profesional y en muchos momentos casi heroica, a la propia de una etapa distinta, de mayor exigencia técnica tanto en lo sanitario como en lo administrativo.
El Dr. Gallo nos dejó físicamente el 7 de noviembre de 2006; falleció en un hospital público argentino, como cuenta su hija Patricia: "Donde quería estar". Sirvan estas líneas como justo homenaje a un médico que resulta un ejemplo para todos los trabajadores de salud y al que la comunidad de Chos Malal y la zona norte le estará siempre agradecida.
(*) Médico. Chos Malal
DANIEL ESTEBAN MANOUKIAN (*)