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Sábado 02 de Diciembre de 2006
 
 
 
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  El Salmón con el sello de Nebbia
 
 

Andrés Calamaro acaba de editar su nuevo álbum "El palacio de las flores", producido por Litto Nebbia y en que junto con el ex Los Gatos confeccionó una obra de una singular belleza que está muy encima de lo producido por la tribu rockera local, con excepción de Gustavo Cerati.

En ese rol asistencialista, Nebbia llevó a Calamaro a su estudio Del Nuevo Mundo y lo rodeó de eximios y afines instrumentistas como Daniel Colombres en batería (y con el que Andrés ya compartió giras), Ariel Minimal aportó su talentosa guitarra y Federico Boaglio se hizo cargo del bajo.

Pero además sumó a viejos amigos: Vicentico cantó en una canción, los Bersuit Daniel Suárez y Germán "Cóndor" Scarbatti aportaron sus voces, mientras que Ciro Fogliatta se asoció con su órgano.

La producción contiene 17 canciones, dos de ellas covers, cuatro compuestas a dúo, cuatro de Nebbia, entre ellas un instrumental, y el resto es propiedad del Salmón.

El disco abre con el primer single "Corazón en venta", que nos muestra la mejor versión vocal de Calamaro en mucho tiempo en una canción alegre apoyada en el piano de Nebbia.

En la letra, Calamaro se refiere a su regreso: "Se dice de mí que nunca vuelvo/ y siempre me estoy yendo a ningún lugar/ que tengo que parar de navegar/ ya me di cuenta/.../", con que procura resumir los años en que los amigos y el público lo cuidaron para que volviera a tocar.

Luego lo sigue el valsecito "Mi bandera", que sobre un colchón de violines y flautas cubre una frase acuñada en tiempos de Deep Camboya: "Mi bandera es la madera de cualquiera que escuche el tilín de su corazón/ Voy siguiendo el ejemplo del salmón/ sólo creo que en mi propia dirección/ y en la verdad. Me perdí el tren de los demás/.../".

En "Mi Bandera", Calamaro dice "no se trata nada más que de vivir", deformando una frase y el título de una canción de Litto Nebbia.

La frase "El tilín del corazón" estuvo a punto de titular el disco que debería haber seguido al Salmón, pero el camino de los excesos y la decisión de Calamaro de recluirse impidieron su concreción.

En tercer lugar aparece el tema que da título al CD y que es una de las mejores canciones del disco con una prosa tremendamente porteña, urbana como pocas, en la que el músico habla de su juventud, de un chico al que no le gustaba la pelota, pero al que el papá de un compañero lo llevó a ver al Independiente de Bochini y Bertoni.

En esa canción Calamaro fija una postura que lo devuelve a su lugar de pertenencia cuando de reconoce como "rockero, de potrero, ricotero y rioplatense", en tiempos de romance con el Indio Solari.

Para envidia de Luis Miguel y todos sus "Romances", Nebbia le dio a Calamaro una pieza orquestal espectacular para la versión del bolerazo de Armando Manzanero, "Contigo aprendí", en la que el Salmón suena como el fallecido cantante argentino Daniel Riolobos y constituye casi un homenaje.

El sello de Nebbia se detecta claramente en "El compositor no se detiene", canción de su autoría, en la que junto a Calamaro se refieren a esos tiempos febriles en que los músicos no cesan de componer.

Otras dos canciones importantes son "Punto Argentino", una rumbita típicamente Rodríguez en la que Calamaro vuelve a meterse con una descripción de la argentinidad con mayor sapiencia que la que expresó la Bersuit.

Y en una definición política, Calamaro buscó la forma de homenajear a los desaparecidos y los conscriptos muertos en la Guerra de Malvinas. "¿Te digo quiénes son los argentinos de las argentinas?/ Los que se llevaron a ninguna parte o a las Malvinas/.../".

La que quizás entre en el lote de las mejores del año es la composición de Nebbia "Cuando una voz sea de todas", en la que Vicentico, Calamaro y Nebbia se refieren al oficio del cantante.

Siguiendo la línea de "El Cantante" de Rubén Blades, los tres compositores pop entre ellos dos de los mejores exponentes que dio la generación de los '80, junto a Scarbatti y Suárez, hablan sobre la importancia de aquel que se para frente a un micrófono.

"Tratamos de hacer sonar lo que está en el corazón/ una voz que sea de todos/ por eso quiero cantar/lo que más me hace sentir libre, fuerte y orgulloso/...", compuso el veterano artista rosarino.

El disco también incluye canciones como "Patas de rana", "Tengo una orquídea", "Corte de Huracán", "Miami", "Lo que nunca se olvida"1, "La Apuesta" y "Ser feliz".

ADRIAN MOUJAN

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
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