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Sábado 21 de Octubre de 2006
 
 
 
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  La pasión según un actor salvaje
 
 

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Quien venera a Klaus Kinski ("el hombre salvaje del cine alemán") puede visitar su casa natal en la ciudad polaca de Sopot. La excéntrica estrella de cine nació hace 80 años, el 18 de octubre de 1926, como Guenther Nakszynski en ese balneario, perteneciente entonces a la Ciudad Libre de Danzig (actual Gdansk).

No hay una tumba de Kinski. Según su deseo, su cadáver fue incinerado y la ceniza fue echada al Pacífico, cerca de San Francisco. Murió en 1991 la pequeña localidad de Lagunitas, en el norte de California, donde vivió aislado sus últimos años. Su muerte a los 65 años se produjo de forma inesperada, a causa de un infarto de corazón. Una pequeña comitiva, encabezada por su hijo Nikolai, le dio el último adiós al actor.

Estuvo casado cuatro veces. Tres de sus hijos, Pola, de 54 años, Nastassja, de 47, y Nikolai, de 30, siguieron la profesión del padre. A su hijo, nacido en París y que vive en Alemania, se lo pudo ver por última vez en "Klimt". A Nastassja Kinski, que vive en Los Angeles, se la puede ver en un pequeño papel en la última película de David Lynch, "Inland Empire". Diez años después de la muerte del padre, la actriz lo juzgó duramente: "Yo no veo en él tanto la genialidad artística, sino sólo su obsesión consigo mismo", dijo en ese entonces a la revista "Focus". Agregó que tenía delirios de grandeza y que era egocéntrico.

Kinski fue una estrella de extremos. Fue venerado por algunos como genio y "el mejor actor de todos los tiempos", mientras que otros veían en él a un loco y un ególatra sin escrúpulos. A veces protagonizaba escándalos sobre el escenario, otras veces escandalizaba a los conductores de programas de televisión. En un restaurante de Roma destruyó la vajilla y se trenzó a los golpes con un policía. Insultaba a sus compañeros de actuación y a los directores.

Su relación de amor-odio con el director de cine Werner Herzog pasó a la historia. Herzog describió así esta contradicción: "Era simplemente una peste. Personas como Marlon Brando eran niños de jardín de infantes en comparación con él". Sin embargo Herzog, que documentó sus vivencias con Kinski en 1999 en la película "Mein liebster Feind" (Mi enemigo íntimo), recordó además de las "monstruosas luchas" una amistad "muy, muy profunda".

Rodaron juntos cinco películas, entre ellas "Aguirre, la ira de Dios" (1972), "Nosferatu, fantasma de la noche" (1978) y "Fitzcarraldo" (1982). Siempre se trataba de marginales y solitarios, papeles que un Kinski que trabajaba casi como poseído interpretaba con la mayor intensidad.

Kinski hizo sus primeras experiencias sobre un escenario después de la guerra en un campamento de prisioneros británicos. En los años 50 el joven artista viajó por el país con versos de François Villon o Arthur Rimbaud. Sobre todo en los círculos estudiantiles, los "Kinski-Happenings" tenían mucho éxito.

El hombre con la mirada de loco inimitable y la voz metálica logró su primer fama televisiva como malvado en las adaptaciones de Edgar Wallace.

Rodó unas 200 películas, de las cuales muchas le parecieron según él mismo dijo "para vomitar".

Actuó en spaghetti-western ("Por un par de dólares más") y en comedias de Hollywood ("Buddy, Buddy"). "Cuando uno necesita como yo constantemente dinero, no se puede ser selectivo. Las películas son una gran montaña de estupidez", afirmó Kinski en su última entrevista antes de su muerte en la revista estadounidense "Frisko".

Sin embargo, también rechazó importantes ofertas, como la invitación de Steven Spielberg a hacer de malvado en la aventura de Indiana Jones "En busca de arca perdida". En 1988 volvió a ocupar los titulares con su último proyecto, un retrato del violinista Niccolo Paganini.

Kinski interpretó el papel principal y dirigió también por primera vez. Sin embargo, la película fue eliminada de la sección competitiva en el Festival de Cannes porque al comité de selección le pareció demasiado pornográfica. También causó furor con su autobiografía "Yo necesito amor". Después de tres matrimonios fracasados, Kinski se casó a los 61 años con la italiana Deborah Caprioglio, que tenía apenas 17 años.

El matrimonio duró sólo dos años.

El fin de esta vida dramática fue sorprendentemente discreto. Según las autoridades de Lagunitas, Kinski murió el 23 de noviembre de 1991 a causa de "una muerte completamente natural y pacífica en la cama". La autopsia arrojó que había muerto a causa de un infarto de corazón. El actor sufría hace bastante tiempo de problemas del corazón y arterioesclerosis. (DPA)

 

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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