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Sábado 14 de Octubre de 2006
 
 
 
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  El personaje incómodo
 
 

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La estudiosa judía Hannah Arendt estuvo unida a Israel con una relación muy compleja. En 1961 llegó como reportera del "New Yorker" a Jerusalén, para informar sobre el espectacular proceso contra el criminal nazi Adolf Eichmann. Fue entonces cuando acuñó su concepto de la "banalidad del mal".

Eichmann, que fue condenado a la muerte en la horca por su participación en el exterminio sistemático de judíos, no era en su opinión un asesino maligno, sino un simple burgués, un engranaje obediente de la máquina.

En Israel esta posición fue rechazada por muchos como una forma de minimizar sus crímenes.

Además, su tesis acerca de la cooperación de los líderes judíos, los llamados "Consejos Judíos", con los nacionalsocialistas, generó tormentas de indignación.

Los Consejos Judíos (Judenraete) ayudaron en la deportación de sus compatriotas, por ejemplo confeccionando listas para el transporte, y también fueron instrumentalizados en los campos de exterminio.

Con ello, se convirtieron en verdugos de su propio pueblo, según Arendt. El profesor Steven Aschheim, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, experto en la obra de Arendt, cree que es sorprendente que esas afirmaciones de la pensadora generaran entonces tanto escándalo, cuando ese mismo debate ya se había planteado de forma interna y de manera mucho más dura incluso.

Un ejemplo de ello es que tras la guerra miembros de los Consejos Judíos fueron asesinados en venganza por supervivientes del Holocausto. Aschheim cree por ello que es probable que se criticara especialmente a Arendt por "lavar esos trapos sucios frente a la mirada de todo el mundo".

"Se la consideraba (en Israel) como una amenaza, porque como judía era una crítica desde adentro", señala Aschheim. Ella adoptó en ese sentido en un opinión "el papel de la oveja negra de la familia".

También sus comentarios críticos sobre el sionismo generaron indignación en Israel. Sin embargo, su relación con el movimiento no fue en absoluto inequívoca y era muy compleja, cree Aschheim. Siendo joven mostró interés por las ideas sionistas, aunque luego se pronunció a favor de la creación de un Estado binacional para judíos y árabes en Palestina.

Tras la fundación del Estado de Israel advirtió sobre los peligros del nacionalismo, pero en cartas a la escritora estadounidense Mary McCarthy señaló también que nada la afectaba más que una catástrofe en Israel y que no sabía que haría si el país dejara de existir. Apenas hace seis años fue publicado en hebreo su libro "Eichmann en Jerusalén" y volvió a desatarse una discusión sobre sus ideas. Ninguna otra de sus obras ha sido editada en hebreo. "En mi opinión había una especie de boicot contra Arendt", afirma Aschheim. "Para muchos era una enemiga del pueblo judío y del sionismo".

Entretanto hay entre las generaciones más jóvenes una actitud más abierta en la controversia sobre sus ideas, añade Aschheim. Habrá una conferencia con motivo del centenario de su nacimiento, el 14 de octubre de 1906. "Pero el 'establishment' sigue viéndola con una mezcla entre miedo y desdén".

 

SARA LEMEL

DPA

 

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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