Hannah Arendt se hubiera sentido seguramente incómoda con la comercialización de su nombre, escribe el politólogo alemán Kurt Sontheimer en su estudio reciente "El camino de una gran pensadora". Según destaca, hay numerosas escuelas Hannah Arendt, calles Hannah Arendt, trenes Hannah Arendt, premios Hannah Arendt y muchas cosas más. Para Sontheimer, la filósofa germano-estadounidense nacida hace 100 años, el 14 de octubre de 1906, es por su pensamiento independiente uno de los pocos íconos entre los teóricos políticos del siglo XX. Hannah Arendt, nacida en Hannover, huyó de Alemania en 1933 por ser judía junto con su primer marido y su madre. Murió a los 69 años de un infarto como ciudadana estadounidense en su casa de Nueva York. En una conocida entrevista televisiva en 1964 con el alemán Guenter Gaus dijo: "El pensamiento comienza con el nacimiento y acaba con la muerte". Se necesita "no sólo la cabeza sino también el corazón, es decir de la comprensión, de la capacidad de reconocer lo especial, lo casual, lo no previsto por la razón". Arendt consiguió una gran popularidad involuntariamente con sus comentarios sobre el proceso de Jerusalén contra el criminal nazi Adolf Eichmann. Desató fuertes controversias cuando dijo ver encarnada en el organizador burocrático de Auschwitz a la "banalidad del mal" y sacó a debate la colaboración en el Holocausto de los llamados Consejos Judíos. Incluso amigos íntimos le dieron la espalda porque consideraban que Arendt trataba de restar importancia a los asesinatos masivos perpetrados por los nazis y por el contrario actuaba con dureza contra los judíos. Con una distancia de 40 años, los pensamientos de Arendt de aquel entonces acerca de la naturaleza del mal y sobre los sistemas políticos en general son considerados duraderos y de nuevo actuales. "El clima del postmodernismo y de la política de identidad, así como la búsqueda de una concepción del mundo no ideológica y postotalitaria han dado a su pensamiento una nueva relevancia y vitalidad", escribió Steven Aschheim en un libro sobre la polémica en torno a Eichmann. Además del nazismo, Arendt estudió después de la Segunda Guerra Mundial sobre todo el estalinismo y escribió al respecto en 1951 la que es considerada su obra principal: "Los orígenes del totalitarismo". Continuó completando el libro hasta 1966 y con ello se convirtió en una importante fuente de inspiración para los estudiantes de 1968. De todas maneras, mantuvo la distancia frente a éstos, debido a su pensamiento crítico por principio con las ideologías. Hannah Arendt recibió en 1951 la ciudadanía estadounidense y se sintió hasta su muerte ciudadana del país. Por ello, después del debate sobre su libro de Eichmann, puso en el centro de su actuación la crítica a la política estadounidense, un sistema que en principio contaba con su apoyo. "La mentira en la política" fue el título de su crítica a las explicaciones oficiales de Washington sobre la guerra de Vietnam. La base para ello fue la publicación en 1971 de los documentos conocidos como "Papeles del Pentágono" por parte de Daniel Ellsberg, quien trabajaba por aquel entonces en el Departamento de Defensa estadounidense. Estos probaban que el gobierno venía preparando la guerra sistemáticamente desde hacía tiempo, mientras que en público afirmaba lo contrario. "Aquí la mentira se presenta en el manto de la publicidad, que encuentra sin embargo su límite en que no se pueden comprar sin más las opiniones y puntos de vista políticos", escribe Arendt. Cuando han pasado ya 35 años de la publicación de los documentos, Ellsberg recibirá el 8 de diciembre en Estocolmo por su coraje civil uno de los cuatro Premios Nobel Alternativos. Hace pocas semanas, el periodista estadounidense Bob Woodward publicó un libro con pruebas sobre mentiras sistemáticas de la administración de George W. Bush sobre la guerra de Irak. Ambos sucesos destacan la actualidad del pensamiento político de Hannah Arendt, quien se distanció de cualquier sistema firme y de todos los "ismos" y siempre trató de mirar hacia adelante. "Una característica de la actuación humana es que siempre comienza algo nuevo", escribe en "Vita Activa". |