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Sábado 29 de Julio de 2006
 
 
 
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  Dios en los medios
  El caso Maradona

En internet se puede bajar un capítulo completo del libro en el sitio http://www.vivirenlosmedios.com.ar/

 
 

Yo estoy en el medio de todos, cruzadito de brazos, como si estuviera en una subasta y alguien con un martillo dijera a ver, a ver... ¿Quién ofrece más? No soy una mercancía, soy un jugador de fútbol".

Tras el alejamiento de Delem, el técnico de Argentinos Juniors, Maradona se cruzó duro en los medios con Próspero Consoli. El presidente del club había dicho que Delem hacía distinciones entre los jugadores y que Maradona llegaba tarde a los entrenamientos. "Es un empleado más del club", dijo el veterano presidente. Maradona respondió desde "El Gráfico" con una nota titulada "Esta es mi verdad", defendiendo a Delem y explicando los motivos por los cuales el técnico era más permisivo con él. También dijo que se sentía ofendido por no haber sido consultado antes de echar a Delem, ya que él tenía derecho a opinar porque había dado "la vida" por el club y había jugado infiltrado para cumplir con los amistosos que le reportaban dinero a Argentinos. "Yo soy consciente de que soy un empleado más del club. ¿Qué, ellos son los que mandan? Perfecto, pero yo pregunto, ¿quiénes son los que entran en la cancha? Hasta hace no mucho hablaba del "Argentinos de Maradona". ¿No merecía Maradona entonces que le preguntaran qué pensaba?

Enojado Maradona se ausentó a un par de entrenamientos y amenazó con no volver si Delem no era reincorporado. Finalmente el problema se resolvió y Maradona le dio todo su apoyo al nuevo técnico, Miguel Angel López.

A fines de 1979, todos los premios y elogios fueron para Maradona. Ganó los Olimpia de plata y oro (al mejor futbolista y deportista del año, respectivamente) y también los botines de oro y de plata que Adidas entregaba al mejor jugador y al goleador del campeonato local. En una encuesta que realizó "El Gráfico" sobre los mejores números diez de la historia del fútbol argentino, cinco de ocho grandes glorias del fútbol votaron por Maradona y el resto lo ubicó en el segundo lugar.

Pero con los elogios desmedidos llegaban también las polémicas, siempre mediáticas. Tras perder por penales un cuadrangular de verano, un grupo de hinchas de Argentinos Juniors silbó al equipo y Maradona contestó: "La gente va al fútbol paga una entrada y se cree que tiene derecho a gritar lo que se le antoja. Seguro que a ese que grita, la mujer no lo deja salir nada más que los domingos para ir a la cancha y entonces se desahoga, insulta y se tranquiliza y vuelve a su casa hecho un corderito". Y no perdió la oportunidad para denunciar que "hay demasiados intereses en juego. En el fútbol profesional se quiere ganar de cualquier manera, pasan muchas cosas feas".

Maradona ya decidía cuándo y a qué medio daba entrevistas. Guillermo Blanco le preguntó si le gustaba dormir "más de la cuenta" y le reprochó que por su impuntualidad tuvo que postergar dos veces la entrevista con Franz Beckenbauer (que después "El Gráfico" publicó en tapa). Natalio Gorin, que recién ingresaba a la redacción de la revista, recuerda: "Viene el Cosmos a Buenos Aires con Beckenbauer y, el día previo al partido en cancha de Vélez, cenó todo el plante del Cosmos en Los años locos, de la Costanera. Nosotros, junto a Blanco, habíamos arreglado una nota con ellos dos, pero Maradona no fue. ¡Lo dejó plantado a Beckenbauer! Un tipo que si bien estaba en la final de su carrera, había salido campeón del mundo en el 74. Trasladado a hoy, es más o menos lo mismo que Tevez no vaya a un encuentro pactado con Maradona. Diego ya era un personaje distinto. Después se encontraron dos minutos el día del partido en el vestuario de Vélez. Pudimos sacar un par de fotos y fue tapa".

 

La década de los 80 será toda suya

Apenas arrancó la década de los 80, el vicepresidente del Barcelona de España, Nicolás Casaus, declaró: "Maradona es lo mejor que he visto. Sueño con ficharlo para mi club. La década de los 80 será toda suya". La frase del dirigente activó el plan para comprar el pase, pero también generó una gran controversia en la Argentina.

En mayo, Menotti le entregó a la AFA una lista de jugadores intransferibles hasta después del Mundial de España 82, dos años más tarde. Maradona, por supuesto, estaba en la lista. La razón oficial era que la selección nacional era prioridad número uno para la AFA y por lo tanto, Menotti debía tener a todos los jugadores a su disposición.

Pero la lista se hizo tarde. Tres días antes, Maradona había firmado un precontrato con el Barcelona a cambio de una suma record: seis millones de dólares por seis años. La estrepitosa cifra del acuerdo (nunca antes pagada a un jugador profesional) causó gran repercusión periodística. En conferencia de prensa, Maradona declaró: "Con el pase me aseguro el porvenir". Pero horas después, Julio Grondona declaró que no permitiría que el pase se concretara. El conflicto se había desatado y los medios, fieles a su costumbre, lo bautizaron "El caso Maradona".

La dictadura, la AFA y gran parte del periodismo querían que Maradona jugara en la Argentina y presionaron para impedir la venta. Pablo Llonto explica: "En esa época había un consenso mayoritario de que debía ser así. Errado, por supuesto. Como tantas cosas erradas que hubo en esa época. 'La selección prioridad uno' y todas esas boludeces que con el tiempo uno se da cuenta. La cuestión de Maradona fue aprovechada, como también fueron aprovechados otros logros. La dictadura tuvo, increíblemente, la suerte de que su período coincidiera con el boom deportivo en la Argentina. Reutemann, Monzón, Los Pumas, Galíndez, Laciar, la selección en el 78 y los juveniles en el 79, el voley, Boca campeón del mundo, etcétera. Una cantidad de acontecimientos deportivos impresionantes. ¿Cómo no se iba a montar sobre ellos para demostrar que eso era producto de que la Argentina estaba cambiando?".

Daniel Arcucci opina: "Había una mezcla de nacionalismo. La gente cantaba en la cancha: 'Maradona no se vende, Maradona no se va, Maradona es argentino, patrimonio nacional'".

Los medios serviles al gobierno y a la AFA desplegaron todo su poder para instaurar en la opinión pública la "imperiosa necesidad" de que Maradona no abandonara el país. "El Gráfico" fue el medio que más énfasis puso en el tema, pero una actitud similar tomaron los principales diarios y revistas y los deportistas más influyentes del momento. En la conferencia de prensa donde Maradona anunció la firma del precontrato con el Barcelona, el clima era tenso porque los periodistas, más que preguntar, le cuestionaban al jugador que se fuera del país. Maradona, con una mezcla de fastidio y gracia, cortó la charla: "Muchachos, terminemos pronto que mi mamá me está esperando con la comida".

Con una habilidad inusual en un futbolista joven, Maradona generó un debate que giraba sobre si era legal prohibirle a un jugador de fútbol irse a trabajar al exterior. Aquel episodio sobre su pase se convertiría en la primera gran operación mediática de su carrera.

Día a día, la prensa fue dedicándole cada vez más espacio al tema. Incluso llegaron a opinar sobre el tema personajes de la farándula y la política. Desde la locutora Raquel Satragno (Pinky), pasando por la vedette Moria Casán y Héctor Larrea y varios ministros de la dictadura. Hasta el dictador Videla salió a ponerle paños fríos al asunto: "El conflicto es un incidente más, una noticia que afecta por un día, un hecho insólito. No creo que tenga más valor que eso".

Pero el entonces contraalmirante y vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Carlos Lacoste, tuvo que desmentir haber dicho que le prohibiría al jugador salir del país. "Eso sería atentar contra los derechos y libertades garantizadas por la Constitución Nacional", dijo con cruel ironía.

La cobertura periodística del caso dio para todo. "Clarín" llegó a publicar una nota titulada "Maradona y la grafología", de una especialista que analizaba la personalidad del jugador a partir de su firma. Una investigación del semanario "Somos" analizó los motivos por los cuales el caso ocupó gran espacio en los medios. En el artículo, titulado "La idolatría Maradona: Una pavada nacional", opinaron psicólogos, sociólogos y hasta miembros de la Iglesia. Varios consultados coincidieron en que el jugador era un chivo expiatorio, utilizado para que "las cosas importantes no se sepan". Otras personas opinaron que "no es cierto que la gente no se conmueve por casos trascendentes, sino que los medios no los reflejan".

Aunque luego se distanciaría de Maradona para siempre, Bernardo Neustadt fue uno de los periodistas que en aquel momento defendió públicamente al jugador: "Si hay personas que lo transforman en una estatua nacional, que lo paguen", dijo el creador de "Tiempo Nuevo". El publicista Hugo Casares propuso por televisión que los argentinos donaran 50 centavos de dólar cada uno para que Maradona se quedara en el país.

El periodista Horacio de Dios opinó en su columna habitual en "Gente" titulada "¡Ufa con la Maradonitis!": "No lo terminamos de digerir y verlo con la camiseta de Argentina gritando el gol del Mundial en Japón es una cosa. Y otra muy distinta es verlo con el gorrito de una compañía aérea o un cepillo de dientes en la mano. Esto, por momentos nos satura".

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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