Número de Visitas Agréguenos a Favoritos 
TITULOS SECCIONES SUPLEMENTOS OPINION CLASIFICADOS SERVICIOS NUESTRO DIARIO PRODUCTOS
  podio
RURAL
DEBATES
GUIA OCIO
eH! HOGAR
Espectáculos
ECONOMICO
CULTURAL
ENERGIA
 
Viernes 09 de Junio de 2006
 
 
 
>>EDiciones ANTERIORES
   
 
  Otra vez, esa música
Los intelectuales no necesitamos del deporte, y menos del fútbol que es pasión y para colmo de multitudes.
 
 

Por algún lado leí que Borges eligió el mismo día y hora del partido inaugural de Argentina '78 para dar una conferencia sobre la inmortalidad. ¡Un grande con todas las letras!

Los muy porteños profesionales del diván en ese año debatíamos acerca de la suspensión o no de las psicoterapias pautadas en el mismo horario de los partidos.

Triunfó por supuesto la tesis de respetar el encuadre a toda costa y así Villa Freud continuó impasible con el análisis del inconsciente.

Si el paciente no venía pagaría igual, además de perder la siguiente entrevista analizando culposamente las motivaciones ocultas de su resistencia al conocimiento interior. Lo que ocurría en las calles de la Argentina del 78 no debía contaminarnos.

Cada cuatro años el mismo dilema. En el 78: "Veinticinco millones de argentinos viviremos el Mundial". En el 82, caímos derrotados como en Malvinas. México 86 nos devolvió el falo de la mano del "Dotor Gatorade". En el 90 casi repetimos, pero terminamos llorando porque resultó que la teníamos más chica que los alemanes.

En Los Angeles 94 definitivamente nos cortaron las piernas. De Francia 98 ni me acuerdo y de Korea 2002 mejor olvidarse.

Ahora el que no salta será un alemán, y nosotros los que tenemos la obligación de pensar, dudar y preguntarnos, también seremos invadidos por la turbamulta deportiva.

Resistiremos. Lo trascendente del pensamiento argentino sobrevivirá a la exclusión de Lux y Zanetti. No nos dejaremos caer en la tentación de emocionarnos con Riquelme, Tevez y Palacio. Para nosotros la era K estará signada por Kirchner y no por PeKerman.

Y lo que más odio es que de cada Mundial me quedó esa música pegadiza que no me deja pensar.

Porque nosotros, la elite, estamos más allá de triunfalismos circunstanciales. Yo en particular soy como aquellos argentinos que dicen no haber jamás militado en política, que sólo son peronistas. A mí, como dije al principio, el fútbol no me gusta, solamente soy bostero y si me ven festejando con mis pares por las calles, sepan dispensarme, será sólo con la intención de hacer una inmersión "in vivo" en una experiencia de fervor social, para extraer las conclusiones correspondientes acerca de nuestra identidad nacional.

 

   

LUIS DI GIACOMO

luis@luisdigiacomo.com.ar

   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
Todos los derechos reservados Copyright 2006