Durante el primer semestre de este año las expectativas del sector de la construcción en Cipolletti crecieron con respecto al mismo periodo del año anterior. En el departamento de Obras Privadas de la municipalidad se aprobaron hasta junio de 2010 proyectos por 35.277 m2 mientras que en los primeros seis meses de 2009, la cifra había sido de 25.483 m2.
El dato permite hacerse una idea de las intenciones de los privados respecto de los proyectos con intención de obra. El año pasado fue el peor para la actividad desde 2005: los números establecieron que en 2009 se solicitaron permisos de construcción por 61.982 m2. En 2008, la cifra había sido de 73.206 m2; en 2007 de 87.055 m2; en 2006 de 62.181 m2 y en 2005 -año del salto cualitativo- se solicitaron permisos de construcción por 73.976 m2.
En este año, la mayor cantidad de proyectos presentados para construcción corresponden a viviendas: 35, más 3 para comercios, oficinas o depósitos y 1 para equipamiento urbano. La inversión privada en el sector fue, en los últimos seis años, un motor importante para la economía de la ciudad: alrededor de 1.122 millones de pesos. Entre el 2004 y el 2009 se construyeron 2.700 viviendas, 377 edificaciones para comercios y depósitos; 42 para industrias y talleres y 40 construcciones para equipamiento urbano. No están calculados los planes oficiales de viviendas, con 250 entregas a través de los programas del Plan Federal y otras tantas en construcción.
En Roca soplan vientos de optimismo. Es que al movimiento de la obra pública que se expresa en proyectos ambiciosos como el Paseo del Canal Principal y el Camino del Bicentenario y los de infraestructura como el pavimento urbano y los desagües pluviales, se advierte un repunte en el sector privado. "La gran demanda de alquileres genera que muchos particulares encaren construcciones, sobre todo en departamentos en planta baja y alta. Y hay cuatro o cinco edificios próximos a iniciarse", señala el ingeniero Eduardo Pili, titular de la constructora homónima y de Hormigonera del Interior. Y agrega otro detalle interesante: "Pareciera que la pujanza de la ciudad ya no depende de la fruticultura. Porque todo este movimiento se da en un año que no es el mejor para el complejo frutícola. Hay confianza en la ciudad y por eso la plata del colchón vuelve a las inversiones". Para el ingeniero, la presencia de universidades, institutos, museos y dos clínicas de salud son parte de la explicación del crecimiento de Roca.
Allen experimentó en los últimos años un período próspero para la actividad: departamentos y locales comerciales caracterizan la reactivación del sector.
La proyección de complejos de departamentos que en su mayoría son pequeños o medianos y están destinados al alquiler, ha sido una constante que se mantiene hasta hoy.
Otra de las acciones inmobiliarias que generó más actividad en la construcción fue la planificación de loteos residenciales.
Durante los últimos diez años la construcción mantuvo su ritmo te en Villa Regina, pero en 2010 se nota una leve retracción por la incertidumbre económica y la finalización de una importante serie de obras públicas. En la actividad privada, según operadores inmobiliarios, en los últimos cinco años se advirtió un incremento impulsado por el crecimiento poblacional. "El funcionamiento de dos universidades generó una gran demanda de departamentos", apuntó Otilio Lasso, operador inmobiliario. Al mismo tiempo programas habitacionales y la autovía de la 22 captaron mucha mano de obras, que ahora decae. "En los últimos cinco años, el sector frutícola ha tenido ingresos que se volcaron a obras. En el 2010 vimos que los ingresos en ese sector no fueron los óptimos y lo notó la construcción", apuntó Lasso.