En un año tan particular como este el comportamiento de la actividad de la construcción en nuestra zona amerita ser abordado en el marco del final de la primera década del siglo y los acontecimientos importantes ocurridos en este lapso.
Diez años en los que la construcción (como el país) tuvo picos, valles e incertidumbres, donde pasó desde la saturación de stocks de materiales en los primeros años hasta no poder contener la demanda mediante un insatisfactorio aumento de la producción, que aún hoy genera cambios en los diseños para ser acomodados a "lo que se consigue" en determinados rubros.
La salida de la convertibilidad generó al principio una alta rentabilidad considerando la referencia 3 a 1, lo que sumado al atraso de la oferta fue paulatinamente generando condiciones positivas para la industria de la construcción en aquel entonces; situación que de hecho no se está dando en estos momentos, y por ello los distintos sectores empresarios, comerciantes y profesionales deben aguzar el ingenio para que la construcción siga generando la rentabilidad que los inversionistas buscan.
Es en todo este contexto donde se reforzaron tendencias que van a marcar profundamente la región, más allá de las lógicas particularidades de cada localidad en la ciudad lineal que de a poco va terminando de definirse en el Alto Valle.
Buena parte de las ciudades de la región, en general sin planificación estratégica adecuada, en estos primeros diez años del siglo XXI construyeron más allá de sus límites originales e inauguraron la época de pérdida de los espacios servidos y el área de influencia que naturalmente las rodeaba; invalidando sin posibilidad de retorno lo que en general define a esos dos conceptos antagónicos y complementarios del planeamiento más convencional como son "lo rural" y "lo urbano".
Como es sabido y como se señalara antes, luego de los primeros tres años de la década los índices de la construcción empezaron a explotar superando límites anteriores, acomodando de la manera más heterodoxa respuestas de variado tipo, en las que se destacaron las llamadas urbanizaciones privadas, obras públicas para mejoramiento de barrios e infraestructura urbana, y emprendimientos comerciales y de servicios, fundamentalmente.
En el primer caso, los distintos ejemplos que se fueron consolidando como configuración urbana representan expresiones constructivas y arquitecturas de cierto grado de diseño con la incorporación de nuevos materiales, estilos propios de este tipo de emprendimientos, y principalmente una calidad mayor en cuanto a los espacios exteriores generados, motivando lógicas críticas pero de manera innegable aportando valores propios y exclusivos.
Con el paso de los años se fue agrandando la oferta y saturando la demanda, lo que motivó una mayor selección en cuanto a calidad de servicios, diseños y oferta de calidad general.
Como contrapartida la inclusión de sectores que habían sido marginados en la década anterior tuvo en la construcción de obras de carácter social y comunitario, un segmento destacado en la zona a partir de mediados de esta década con nuevas viviendas, infraestructura edilicia y servicios que a su manera aportaron también con el fin de mejorar sensiblemente los índices de la construcción, esa herramienta multiplicadora si las hay, como gustan señalar los expertos en economía.
Acompañando la situación centros comerciales y de servicios, con el crecimiento de la demanda del consumo, apostaron por la construcción de nuevos emprendimientos o agrandaron los existentes.
Otro tema de gran repercusión en estos primeros años del siglo ya no tan nuevo, estuvo ubicado en prácticamente una explosión de la construcción en los centros de las localidades más desarrollados del país y de nuestra zona en particular; la alta especulación inmobiliaria también participó de una mayor búsqueda de densificación en los lugares más privilegiados, llegándose a una saturación de los distintos servicios y provocando no pocos inconvenientes ante la falta de planificación.
La gran demanda de mano de obra, materiales y profesionales tuvo su pico más alto en los años 2006 a 2008 aproximadamente, colaborando con los factores antes mencionados en la confirmación de una década que no pasará desapercibida fácilmente.
CIFRAS DEL AMESETAMIENTO
De acuerdo con las consultas realizadas la actividad de la construcción en Neuquén capital y zona de influencia tiende a mantenerse en una meseta luego de años de incrementos constantes.
Los datos recabados se corresponden con cifras oficiales como permisos de obras o registros de planos, que deben ser tenidos en cuenta con cierta relatividad y criterio técnico, dado que la ejecución de las obras puede realizarse a continuación del trámite, un tiempo después o nunca, reflejando entonces parcialmente la realidad. Por otra parte, sabido es que una porción de la actividad de la construcción, que algunos consideran importante, se corresponde con edificaciones que se realizan sin los trámites de rigor, infringiendo las leyes y normativas vigentes, lo que también hace que las cifras deban ser analizadas otra vez con la parcialidad adecuada.
Hechas estas aclaraciones, al menos los registros son bastante elocuentes. Tanto para cantidad de permisos de obras como de metros cuadrados autorizados para obras nuevas y ampliaciones el 2006 representa un punto de inflexión una vez alcanzado el máximo exponente, seguido por el 2008 de acuerdo a los datos provistos en este momento por municipios, centro estadístico provincial y colegio de arquitectos neuquino. Esto considerando localidades como la misma capital, Centenario, Cutral Co, Plaza Huincul, y Plottier, por ejemplo.
En el registro efectuado para la ciudad de Neuquén por el Colegio de Arquitectos de esa provincia en materia de metros cuadrados ingresados al mes de septiembre pasado (último dato procesado al momento de esta nota) se expresa una reducción del orden del 17% con referencia al mismo mes del año pasado, aunque en la sumatoria del total de metros registrados en esa institución en el período enero-septiembre del 2009 comparado con el presente año confirma una baja del 4,34%. Valor este último sensiblemente inferior a la disminución que se registrara en la comparativa entre el total de los metros entre 2008 (532.552,66) y 2009 (245.714,69).
JORGE PANEIVA